Infoxicación y ansiedad: ¿cómo se relacionan?

El crecimiento acelerado de la producción de información conduce a una sobrecarga informativa que no solo afecta el flujo de esta, sino también a nuestra salud mental y cómo nos relacionamos con el conocimiento.
Infoxicación y ansiedad: ¿cómo se relacionan?
José Padilla

Escrito y verificado por el psicólogo José Padilla.

Última actualización: 17 mayo, 2022

Vivimos en un mundo globalizado repleto de datos e información. La percepción que tenemos de nosotros mismos ha cambiado sustancialmente; en parte, como consecuencia del flujo exponencial de información que no solo nos ponen al tanto de lo que sucede en el mundo, sino que instauran nuevas formas de vivir, de ser y de estar en él.

En la actual sociedad de la información en la que vivimos, la digitalización ha sido una de las claves de su desarrollo. Esto ha generado la aparición de múltiples y nuevos medios de comunicación, de nuevas formas de producir, almacenar y difundir la información; y ha modificado las relaciones interpersonales y los sistemas de producción, educación y entretenimiento.

Así pues, en un mundo que cada vez está más hiperconectado, no es extraño que la sobrecarga informativa o infoxicación tenga impacto considerable en la salud mental. A continuación, analizaremos el concepto de infoxicación y veremos cuál es su relación con la ansiedad.

¿Qué es la infoxicación?

La necesidad de estar informados todo el tiempo produce una ansiedad que impulsa a la persona a querer dirigir todo el contenido que se le ofrece y que parece necesario. Este consumo compulsivo provoca frustración cuando se comprueba que no alcanzará a procesar y asimilar todo lo que se desea.

La infoxicación se traduce como una emoción de angustia que va aparejada a la percepción de que hay tanta información que no se puede asimilar, evaluar, organizar, dirigir y seleccionar convenientemente. Esta sobrecarga produce estrés y frustración, debido a la incapacidad de acceder, comprender o hacer uso de la información necesaria.

De esta manera, una persona se infoxica cuando la información que recibe es mucho mayor que la que es capaz de procesar. En el mundo globalizado e hiperconectado en el que vivimos, este fenómeno es usual, debido a proliferación de las TIC (tecnologías de la información y la comunicación) mediante las que se recibe una sobredosis de información difícil de procesar.

La infoxicación tiene varios síntomas, además de la ansiedad y la frustración:

  • Desorientación.
  • Déficit de atención y concentración.
  • Problemas de memoria.
  • Indecisión y dispersión.
  • Aceleración, impaciencia e impulsividad.
  • Administración deficiente del tiempo.
  • Deterioro de la capacidad analítica.
Hombre preocupado leyendo información por el móvil
La infoxicación produce angustia y una sensación de que no se puede asimilar tanta información.

Causas

Las causas más comunes de infoxicación, de acuerdo con Preciado (2020), son las siguientes:

  • Inexperiencia o inseguridad: cuando se tiene que conversar o se tiene que conocer un tema desconocido, lo primero que se hace es buscar información en las fuentes que están al alcance, pero sin profundizar críticamente en ellas el tiempo preciso.
  • Estrés: debido a las múltiples tareas que se realizan en un día y al estrés que estas ocasionan, el tiempo dedicado a examinar la información que se asimila es muy corto, por lo que no se puede hacer un análisis riguroso y profundo de la información.
  • Fuentes de mala calidad: al buscar información se recurre a fuentes poco confiables que generan confusión con su contenido. A veces la información es incompleta, lo que lleva a la persona a buscar en otros recursos, ocasionando así una saturación informativa.
  • Falta de criterio en las búsquedas de información: la ausencia de una lectura crítica y selectiva de la información produce que el sistema cognitivo se sature con un exceso de información procesada, causando ansiedad por la imposibilidad de gestionarla como es debido.
  • Exceso de precaución: esto lleva a almacenar información en exceso por el temor a no volver a encontrarla. El miedo a perderse lo que sucede o la información que se asimila, conlleva un procesamiento compulsivo del contendido que termina saturando el sistema cognitivo.
  • Querer saberlo todo: el deseo y la ansiedad de saber impulsan a la persona a sobrecargarse de información para así tener más conocimiento.

La relación entre infoxicación y ansiedad

La ansiedad se entiende como la aprensión por la amenaza a algún valor que la persona considera esencial para su existencia (May, 2000). Es una reacción existencial que avisa de que los valores con los que se identifica están siendo amenazados. La ansiedad es propiamente una respuesta anticipatoria a un evento o situación temida que no ha ocurrido aún.

Infoxicación y ansiedad mantienen una relación mutua, en la que cada una es capaz de propiciar la aparición de la otra. Por ejemplo, si para una persona es un valor central la vida intelectual y el tener mucho conocimiento, es posible que termine sobrecargado de información con el fin de saber más de lo que sabe.

Por otro lado, si percibe que no está obteniendo el conocimiento que desea, mediante el procesamiento excesivo de información, se pondrá ansioso porque el valor de saberlo todo está siendo amenazado. Esta ansiedad le lleva a saturarse más de información, convirtiendo el ciclo infoxicación-ansiedad en un círculo vicioso en el que ambos se retroalimentan.

Cuanto más infoxicada esté una persona, menos capaz será de organizar y asimilar la información. Cuanta más ansiedad sienta una persona por estar actualizada, por conocer más de un campo del saber o de lo que sucede en el mundo, más información consumirá. Infoxicación y ansiedad son dos caras de una misma moneda en determinadas situaciones.

Mujer con ansiedad
La sobrecarga informativa genera ansiedad, empeora la capacidad analítica y lleva a decisiones erróneas.

Cómo reducir la infoxicación y la ansiedad

¿Qué se puede hacer para mejorar la salud mental en medio del exceso de información? Veamos que hacer.

  • Programar horarios para consumir información: organizar un horario impedirá que constantemente se esté ingiriendo información en las plataformas digitales. Así pues, es necesario programar una hora del día para obtener información, ver las noticias o navegar en las redes sociales.
  • Desactivar las notificaciones: es necesario no estar recibiendo en cada momento notificaciones sobre noticias, para que así no se tenga la tentación de consumirlas. Si cada cinco minutos se recibe una información, al final del día el cerebro está agotado de tanto procesar y organizar datos.
  • No revisar el celular antes de dormir: la luz del móvil puede inhibir la liberación de melatonina, una hormona asociada a la inducción del sueño. Dormir bien y descasar bien es necesario para tener una vida saludable y para que la información pueda ser consolidad en las redes neuronales.

Infoxicación y ansiedad son dos características destacables de las sociedades actuales, en las que el consumo de información se ha vuelto tan intenso como otros tipos de consumos. ¿Cuánta información lees en un día? ¿Alguna vez te has sentido ansioso por intentar asimilar un volumen de información que no puedes procesar?


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