Integridad vs. desesperación: una etapa por la que atraviesan los adultos mayores
La teoría del desarrollo psicosocial de Erik Erikson postula que a lo largo de nuestras vidas enfrentamos ocho etapas de desarrollo, cada una con una crisis que debemos resolver. La última se conoce como integridad vs. desesperación y es una especie de síntesis de sus predecesoras.
Todas las fases están determinadas por las interacciones sociales y los desafíos que enfrentamos; cada una tiene implicaciones para nuestra personalidad, así como el desarrollo emocional. En este texto, analizamos las características y particularidades de la última etapa de la teoría de Erikson y te damos algunos consejos para afrontarla.
Integridad vs. desesperación, ¿estoy satisfecho o arrepentido por la vida que he llevado?
La etapa de integridad vs. desesperación ocurre en la vejez, a partir de los 65 años de edad. Se caracteriza por una reflexión sobre lo vivido y la aceptación de la propia mortalidad. Durante ella, los adultos mayores experimentan una serie de cambios, desafíos físicos, emocionales y sociales.
Si se logra la integridad, se prueba la satisfacción y sabiduría, mientras que la desesperación implica sentimientos de arrepentimiento o falta de sentido. Afrontar los retos de la vejez de manera realista y encontrar formas de mantener una vida significativa son claves para alcanzar la integridad.
¿Qué es la integridad?
La integridad se refiere a la sensación de satisfacción y plenitud al ver la vida en retrospectiva y sentir que se alcanzaron metas. También que se vivió de acuerdo con los propios valores y principios.
Lograr la integridad supone un sentido de sabiduría y tranquilidad, aceptando tanto las limitaciones como las pérdidas que vienen con la vejez. Un artículo de International Journal of Environmental Research and Public Health advierte que la integridad de esta fase es condicionada por las anteriores: si no se resuelven sus conflictos, que son, a su vez, los de toda la vida pasada, quizás se experimente desesperación.
El secreto es confrontar los desafíos de la vejez y encontrar formas de adaptarse a los cambios físicos y sociales que conlleva. Esto implica mantener conexiones sociales significativas, una actitud positiva hacia el envejecimiento, buscar un sentido de propósito, de significado en la vida y aceptar las limitaciones o las pérdidas de manera realista.
¿Cuáles son los beneficios de la integridad?
Las personas que alcanzan la integridad se sienten en paz consigo mismas y con los demás. Desarrollaron una perspectiva amplia de la vida y aprendieron a valorar las experiencias o lecciones a lo largo de su camino. De igual modo, cultivaron un sentido de trascendencia, donde pueden encontrar significado y propósito en su vida, incluso, cuando enfrentan desafíos y pérdidas.
La integridad incluye una sensación donde las diferentes experiencias y roles desempeñados se unen en una narrativa personal representativa. De acuerdo con un estudio divulgado en Research on Aging, se asocia esta sensación con una reafirmación de la autonomía durante la vejez.
Es importante destacar que la integridad no correlaciona la ausencia de dificultades en la vida, sino más bien una actitud y una perspectiva enriquecedora hacia ellas.
¿Qué implica la desesperación?
La desesperación implica sentimientos de arrepentimiento, amargura y remordimiento, así como el miedo a la muerte y la sensación de que la vida carece de significado o propósito.
Muchos encuentran formas de mantener una vida satisfactoria y significativa y continúan contribuyendo a la sociedad de diversas maneras. Además, la integridad o la desesperación varían en función de factores individuales, como la personalidad, las experiencias previas y los sistemas de apoyo disponibles.
¿Cuáles son las consecuencias de la desesperación?
Así como la integridad conlleva a beneficios emocionales y psicológicos positivos, la desesperación acarrea consecuencias negativas para el bienestar de una persona. Es posible que esta genere angustia emocional, depresión, ansiedad y un sentimiento general de malestar. Algunas de las características asociadas incluyen lo siguiente:
- Falta de sentido: el adulto mayor cuestiona el propósito y la importancia de su vida, sintiendo que carece de significado o valor.
- Miedo a la muerte: la desesperación, a menudo, se acompaña de un temor persistente a la muerte y a lo desconocido que le sigue.
- Amargura: es posible sentir una amargura generalizada hacia la vida y resentimiento hacia los demás o las circunstancias que perciben como responsables de su insatisfacción.
- Arrepentimiento: lamentan decisiones pasadas, oportunidades perdidas o relaciones fracasadas. Esto tal vez derive, como se reseña en Archives of Gerontology and Geriatrics, en episodios de frustración.
Es importante destacar que no todos los adultos mayores experimentan desesperación en esta etapa.
¿Cómo fomentar la integridad?
Lograr la integridad es el objetivo de toda persona que llegue a esta etapa, de acuerdo con los postulados de Erikson. Aunque depende de las circunstancias acumuladas de la vida, los siguientes consejos pueden fomentarla.
Vivir de acuerdo con tus valores
Identifica cuáles son tus valores personales y esenciales; esfuérzate por vivir de acuerdo con ellos en todas las áreas de tu vida. A medida que envejeces, mantener la coherencia entre tus valores y tus acciones es una forma poderosa de lograr la integridad.
Cumplir con tus compromisos
Sea que se trate de compromisos personales, familiares o comunitarios, trata de honrar tus promesas y cumplir con tus responsabilidades. La integridad implica ser confiable y concretar lo que acuerdas hacer.
Ser honesto contigo mismo y con los demás
La honestidad es un pilar fundamental de la integridad. Sé honesto contigo acerca de tus sentimientos, necesidades y limitaciones. A su vez, replica esto en tus relaciones y comunicaciones, evitando la manipulación o la falta de sinceridad.
Practicar la empatía y el respeto
La integridad también implica tratar a los demás con empatía y respeto. Esforzarte por comprender, valorar las perspectivas de los otros así como tratar a todos con dignidad y cortesía, promueve un ambiente de integridad en tus vínculos.
Promover la justicia y la equidad
Busca la equidad y la justicia tanto en tus acciones como decisiones. Evita la discriminación, trata de ser imparcial en tus relaciones y en la manera en que te involucras en tu comunidad. Contribuir a la creación de un entorno justo y equitativo es un componente esencial de la integridad.
Aprender y crecer de modo constante
La integridad también implica aprender y adaptarse. Mantén una mente abierta, busca nuevas perspectivas y desafía tus propias creencias y suposiciones. Estar dispuesto a cuestionarte y a crecer como persona es parte del camino.
De igual manera, un trabajo divulgado en Clinical Social Work Journal indicó que las terapias de externalización, dirigidas a desbloquear historias subyugadas del pasado, ayudan a potenciar la integridad. Esto es sanar, empatizar y comprender las acciones o momentos del ayer. En otras palabras, ser resiliente contribuye a construir este aspecto.
¿Cómo minimizar la desesperación?
En conjunto con las recomendaciones anteriores, es necesario buscar estrategias para reducir los sentimientos relacionados con la desesperación. En el proceso, favorece lo siguiente.
Buscar apoyo social
Mantener conexiones sociales significativas es fundamental para contrarrestar la desesperación. Puedes unirte a grupos de personas con intereses similares, participar en actividades comunitarias o contactar amistades en tu entorno.
Mantenerse activo
El ejercicio físico regular tiene un impacto positivo en el bienestar emocional. Realiza actividades que se ajusten a tus capacidades físicas y preferencias. Además, es beneficioso mantener tu mente activa a través de la lectura, juegos mentales o aprendizaje continuo.
Establecer metas y propósitos
Tener metas y propósitos claros brinda un sentido de dirección y satisfacción. Establece objetivos realistas que sean significativos para ti, trabaja hacia ellos, ya sean relacionados con la salud, la familia, los hobbies o el servicio comunitario.
Cultivar pasatiempos y actividades placenteras
Encuentra actividades que te generen alegría y satisfacción personal: leer, pintar, escuchar música o la jardinería, por ejemplo. Dedicar tiempo regular a estas tareas mantiene un estado de ánimo más positivo.
Buscar apoyo emocional
Si te sientes abrumado por la desesperación, considera hablar con un profesional de la salud mental. Un psicólogo o terapeuta brinda herramientas y estrategias para lidiar con tus emociones y ayuda a encontrar formas de minimizar la desesperación.
Adoptar una actitud positiva
Si bien puede ser difícil en momentos de desesperación, intenta enfocarte en los aspectos positivos de tu vida y cultivar una actitud optimista. Practicar la gratitud diaria, escribir en un diario o realizar ejercicios de mindfulness son técnicas útiles.
Cuidar tu salud física y emocional
Prioriza tu bienestar físico y emocional. Esto implica cuidar tu salud a través de una alimentación balanceada, descanso adecuado, manejo del estrés y atención médica regular. Un cuerpo sano y una mente equilibrada son claves para afrontar los desafíos con mayor resiliencia.
La integridad vs. desesperación se afronta de maneras diferentes
Es importante tener en cuenta que cada individuo es único y puede experimentar la etapa de integridad vs. desesperación de manera diferente. Algunas personas transitan esta fase con relativa facilidad, mientras que otras necesitan más apoyo para alcanzar la integridad y evitar la desesperación.
En todo caso, no hay que dudar en solicitar ayuda de un psicólogo si los sentimientos de desesperación abruman. Contar con atención especializada favorece el desarrollo de la última etapa del desarrollo psicosocial.
Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.
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