¿Qué es la asociación libre?

En psicoanálisis, la asociación libre es una de las técnicas terapéuticas más importantes. Veamos en qué consiste.
¿Qué es la asociación libre?
Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 25 enero, 2022

La asociación libre es una herramienta del psicoanálisis a la que dio forma su propio padre, Sigmund Freud. Consiste en invitar al paciente a expresar todo aquello que acuda a su mente durante la sesión, intentando que haya el mínimo número de filtros posibles o de juicios entre lo que piensa y lo que termina compartiendo con el terapeuta.

La asociación libre tiene sus fundamentos teóricos -como toda técnica-, una forma de aplicación y unos objetivos. Si bien es una regla fundamental del psicoanálisis, es utilizada como técnica para la aplicación de ciertos test proyectivos, como es el test de Rorschach y el test de percepción temática (TAT).

Historia de la asociación libre

Sigmund Freud fue desarrollando este concepto entre los años 1892 y 1898. Fue sustituyendo progresivamente el método de la hipnosis y de la catarsis -métodos que utilizaba en sus inicios- por el de la asociación libre. Esta evolución fue motivada por un fin muy concreto: evitar la sugestión del paciente.

A partir de una intervención con una de sus pacientes, la señora Emmy Von N. en 1892, Freud comienza a pre-configurar el método de la asociación libre. Esta paciente, le solicitó expresamente a Freud que cesara de intervenir en el curso de sus pensamientos y la dejara hablar libremente.

Sigmund Freud trabajando

Posteriormente, en su obra ¨El método psicoanalítico¨ de 1904 explica las razones por las cuales habría de abandonar la hipnosis. A partir de los trabajos con Breuer, Freud se da cuenta que la hipnosis solo producía resultados parciales y transitorios. 

Así, gracias a que el método de la asociación libre suprimía las resistencias del paciente, el acceso al material inconsciente (recuerdos, afectos, representaciones) era mucho más sencillo. Además, los efectos que se lograban con la asociación libre eran permanentes, con la ventaja de que con esta técnica el paciente no estaba bajo los efectos de la hipnosis*. De esta forma se sustituyó definitivamente el método catártico e hipnótico por la asociación libre, convirtiéndola en regla fundamental y medio privilegiado para el acceso e investigación del inconsciente.

Fundamentos teóricos de la asociación libre

Cuando toda persona habla, hace una selección de las palabras que quiere utilizar para darle un sentido congruente al mensaje que pretende compartir. A pesar de este proceso de selección, más o menos rápido, suelen aparecer fallos del lenguaje, como los lapsus linguae, olvidos, repeticiones, etc., Estos “fallos”, en las conversaciones ajenas al contexto terapéutico no suelen ser analizados; sin embargo, en un contexto analítico tienen mucha importancia.

“El inconsciente está estructurado como un lenguaje”

-Jaques Lacan-

Precisamente, en el contexto analítico se entiende que estos “fallos” son una manifestación del inconsciente, es como si de alguna manera el contenido traspasara la barrera defensiva de la persona. Algo parecido sucedería con la asociación libre. El paciente, al verse liberado por el terapeuta de sus propios controles y ajeno a toda disciplina de darle a sus ideas un sentido lógico, se encuentra en el escenario propicio para dejarse llevar por todo aquello que acude a ese “precipicio” en el que todo lo inconsciente adquiere fuerza, asocia, habla. La barrera defensiva, las resistencias, son franqueadas y es posible entonces tener acceso al inconsciente. 

Una vez franqueada la barrera del inconsciente y de la autocensura, comenzamos a utilizar palabras que nos van a servir para indagar en nosotros mismos. Según la teoría psicoanalítica, estas palabras gozan de un poder fundamental si se saben analizar. El azar, en esta técnica, tiene poca cabida. Así pues, todo aquello que decimos estaría condicionado por nuestro historial de aprendizaje.

La voz del inconsciente es sutil, pero no descansa hasta ser oída

-Sigmund Freud-

Superar la autocensura

Para Freud, exponer las resistencias y luego analizarlas es completamente esencial para llevar a cabo la cura; lo que a su vez, solo se logra a través de la asociación libre. De esta manera, la asociación libre, la interpretación de los sueños y el análisis de los actos fallidos se convierten en las tres técnicas esenciales de la clínica analítica. Siendo la asociación libre imprescindible, tanto que para Freud es precisamente la técnica que más separa al abordaje psicoanalític0 de otras formas de acercamiento terapéutico.

La autocensura es un tema clave en la teoría psicoanalítica de Freud. Debido a las barreras que la sociedad nos impone, somos incapaces de acceder a nuestros pensamientos más inconscientes. Los vamos reprimiendo hasta que se pierden en el inconsciente. Por esa razón, Freud le daba tanta importancia a los sueños. Según él, en los sueños superamos la barrera de la autocensura y la mente expresa aquello que reprimimos.

Mente humana

¿Cómo se lleva a cabo la asociación libre?

La asociación libre puede surgir espontáneamente o ser inducida a partir de un sueño, fantasía o cualquier otro pensamiento. Sin embargo, para que esta se lleve a cabo y realmente se produzca una asociación libre, es necesario que se haya consolidado  la transferencia (confianza) con el analista. Al mismo tiempo se habrá comprendido que el discurso analítico se sitúa en un marco diferente al que puede representar una conversación habitual fuera de consulta y que nada de lo que se diga en sesión será juzgado. Nada es correcto o incorrecto; por tanto todo lo que se diga es válido.

En el momento en que el paciente se deja llevar por sus pensamientos y logra expresarlos abiertamente a su analista, está permitiendo que afloren las representaciones inconscientes para que puedan ser así analizadas, interpretadas y trabajadas. Obteniendo acceso al material inconsciente, podrá volver a elaborarlo de manera consciente: el objetivo de esta elaboración es que deje de ser una fuente de malestar o conflicto.

“En todo ser humano hay deseos que no querría comunicar a otros, y deseos que no quiere confesarse a sí mismo”

-Sigmund Freud-

Por supuesto, la asociación libre surgirá con más facilidad si el paciente se siente cómodo tanto en el espacio analítico como con su analista, estando lo menos estimulado posible por el entorno que le rodea. Clásicamente para ello se hace uso del diván, donde el paciente se recuesta y el analista queda fuera de su campo visual, evitando así que el paciente se sienta observado, juzgado o evaluado y pueda concentrarse completamente en sus asociaciones.

En terapia

El enunciado que dé el analista al paciente será muy simple, por ejemplo: ¨diga cualquier cosa¨ o ¨diga todo cuanto se le cruce como una imagen o cualquier recuerdo que se le presente¨. A partir de ahí, el paciente tiene absoluta libertad para expresar todo aquello que pase por su mente sin tener que preocuparse por hacer un discurso elaborado o por agradar a su analista. Finalmente, la práctica de una buena asociación libre permitirá un análisis fructífero y en última instancia una mejora subjetiva del estado del paciente.

Asociación libre fuera del psicoanálisis

El método de la asociación libre también ha sido utilizado en contextos no clínicos o en áreas que no tienen ninguna relación con lo psicoterapéutico. Por ejemplo, la famosa “lluvia de ideas” es un ejemplo de ello. Asimismo, existen aplicaciones y derivados de ésta técnica en los procesos de selección de personal, estudios de mercado o en técnicas publicitarias.

Por su parte, algunos escritores franceses, pertenecientes al movimiento surrealista, adoptaron ciertos rasgos de la asociación libre creando la técnica de “escritura automática. Ésta consiste en escribir dejando fluir los pensamientos, sin ninguna barrera moral, social o de ningún tipo.

*Con la hipnosis sí se podía llegar al material inconsciente, el problema era que, la mayor parte del tiempo, cuando el paciente salía del estado hipnótico, este no era consciente de aquello que había dicho, de manera que volvían en entrar en juego las resistencias. Se convertía en la palabra del analista en contra de la del paciente, trancándose así el juego.

En cambio, como la asociación libre se hacía en un estado de plena conciencia, al paciente no le queda de otra que hacerse cargo de aquello que había dicho y que el analista le señala. Así, si bien bajo el estado hipnótico se podía tener acceso al material inconsciente, al salir de este las resistencias retomaban su potencia, permitiendo que el paciente pudiera dudar o rechazar lo que había manifestado en el estado hipnótico. Dificultando así el trabajo analítico y poniendo en peligro la trasferencia.


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