La falta de respeto en la pareja

Si tienes o has tenido una relación de pareja, probablemente en algún momento os hayáis faltado al respeto. Incluso puede que la relación se rompiera por eso. El respeto es un pilar fundamental y aquí veremos cómo son las faltas más comunes y cómo se pueden solucionar.
La falta de respeto en la pareja
María Vélez

Escrito y verificado por la psicóloga María Vélez.

Última actualización: 16 diciembre, 2021

El respeto en la pareja es uno de los pilares fundamentales para que esta funcione. Sin embargo, el tiempo, la monotonía y la mala gestión de los conflictos pueden comprometer su estabilidad. Las faltas de respeto son, en todas las relaciones, un elemento muy dañino por su enorme poder destructor.

Por otro lado, en ocasiones podemos caer en una dinámica de faltas de respeto casi sin darnos cuenta. Incluso puede que lleguemos a permitir esas que no consentiríamos en otros contextos o a otras personas.

Una vez alcanzado ese punto, la relación puede deteriorarse tanto que terminar por romperse. Así pues, es importante conocer todas las variantes que puede tener una falta de respeto.

Pareja discutiendo

Manipulación emocional y condescendencia en el trato

La manipulación emocional es una de las faltas de respeto más frecuentes, tentadoras y que más dolor causan. Se trata de una manipulación en la que el interesado plantea la situación de manera que el otro se sienta mal si no accede a satisfacer sus deseos. “Si me quisieras, me hubieras ido a buscar”, “te querría más si me dedicaras más tiempo”.

Este tipo de comunicación no debería existir en ninguna relación. Los sentimientos no se negocian ni se intercambian. Por otro lado, cada uno tenemos una manera de mostrar nuestro amor o cariño; por el otro, esta no tiene por qué coincidir con la que el otro espera o desearía.

Hay veces, e incluso dinámicas de pareja, en las que uno trata al otro como si fuera inferior, acompañando cada ayuda o muestra de afecto con una expresión de condescendencia.

Aunque esto pueda parecer una dinámica habitual de muchas parejas, se trata en realidad de una falta de respeto hacia la identidad del otro. En esos casos, no se está respetando lo que esa persona es, su personalidad y su propósito.

Crítica continua

Con el tiempo, es común pasar a tener menos cuidado a la hora de decir las cosas a la pareja. Si no se tiene cuidado, se puede llegar a cruzar un umbral peligroso, el de criticar de manera constante.

En ese momento, en lugar de valorar al otro y decirle lo que no nos gusta de forma respetuosa y asertiva, se pasa a hacer juicios de valor de todo. Es decir, se empieza a criticar todo lo que hace y cómo lo hace. Así, juzgar negativa y constantemente los gustos y las preferencias de la pareja puede llegar a convertirse en una profunda falta de respeto.

Del mismo modo, las críticas despectivas e injuriosas a la familia del otro son también formas irrespetuosas de trato y no aportan al crecimiento de la relación.

El problema principal de las críticas, además que pueden causar mucho daño, es que no ayudan a que se resuelvan los problemas. Básicamente, es una forma de denigrar al otro, de infravalorarle y acaba afectando a su autoestima y, por supuesto, a la relación.

Si necesitamos que la otra persona cambie algo de su conducta, y ese cambio es respetuoso con su forma de ser, será mejor si lo pedimos de una forma cuidadosa y con cariño.

Contradecir

Es muy común ver a parejas que, casi por sistema, delante de otros, contradicen la palabra del otro. “Eso es mentira, no fue así“, “Pues el otro día en casa no decías lo mismo“… Dejar en evidencia lo que la pareja dice es una gran falta de respeto. Al hacer esto, se está subestimando su opinión, colocándola en un lugar inferior a la propia.

Cuando se respeta a la pareja, se respeta que esta tenga una opinión sobre un tema, que pueda cambiarla cuando le parezca y que tenga su propia versión de los hechos.

Mujer discutiendo con su pareja

Apodos, burlas y bromas malintencionadas

Comportamientos como poner apodos que no son consentidos, hacer bromas mal intencionadas o burlarse constantemente de lo que hace y dice el otro son también formas de trato irrespetuoso. Las bromas hirientes pueden llegar a lastimar profundamente nuestra autoestima y nuestra autoconfianza.

El humor es parte importante en una relación de pareja, pero tiene que ser compartido y disfrutado por las dos partes.

Insultos y groserías

Finalmente, es muy claro que cuando en una discusión aparecen los insultos y las groserías, estamos ante una evidente falta de respeto que debe atenderse y resolverse de manera inmediata.

¿Cómo se puede cambiar?

Si tenemos sospechas de estar faltando el respeto a la pareja, o viceversa, es importante actuar sobre los siguientes puntos:

  • Establecer límites. Quien se siente no respetado, debe hablar con la otra persona y explicarle cómo esto le hace sentir. Además, en esa conversación es recomendable establecer una serie de límites por los que no se ha de pasar.
  • Pedir perdón. Generalmente se olvida lo necesario que es, y el poder que tiene, saber pedir perdón. Si sientes que has faltado el respeto a tu pareja y quieres cambiarlo, empieza por pedir perdón. Y, sobre todo, trabaja en que no se vuelva a repetir.
  • Perdonar de verdad. Igualmente, si has perdonado a tu pareja porque te ha faltado de alguna forma el respeto, perdónala de verdad. De nada sirve perdonar y continuar con resentimientos que sólo harán que la situación vaya a peor.
  • Poner el ejemplo. Trata siempre a tu pareja de la forma en la que te gustaría ser tratado. Recuerda que no podemos exigir aquello que no somos capaces de dar.
  • Trabajar la empatía. Ser capaces de ponernos en el lugar de nuestra pareja será fundamental para entender sus motivaciones, intereses y miedos, y la forma en la que decide expresarlos.
  • Comunicación. Es esencial aprender a comunicarse bien, de una forma asertiva. Si en tu relación de pareja alguno se comunica de forma agresiva, imponiendo sus ideas, comenzad a trabajar juntos. Los beneficios que este estilo de comunicación aporta son innumerables.
  • Si trabajáis en estos aspectos y nada funciona, lo mejor es darse un tiempo. Un respiro para reflexionar por qué os tratáis así y considerar si deseáis volver, o no, es a veces la mejor solución. Da margen para pensar qué deberíamos cambiar y retomar la relación con otra actitud.
  • En cambio, si no sois capaces de trabajar conjuntamente o la relación ha llegado a un punto problemático, pero queréis seguir juntos, lo más adecuado es acudir a un especialista de la terapia de pareja. A veces se necesita que una persona neutra analice el problema y, además, un especialista trate de buscar la solución que más se adapte a vuestro caso.

En definitiva, el respeto es algo en lo que hay que trabajar desde los comienzos de la relación. Si se construye una historia sobre este, estaréis valorando los principios, intereses y necesidades del otro. Además, si os comprometéis con este hábito, no os supondría ningún esfuerzo y todo lo demás irá rodado.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.