La hiperia, una hipótesis fascinante de la nueva psiquiatría
La hipótesis de la hiperia es provocativa y provocadora a la vez. El concepto es fruto de un trabajo elaborado por el doctor Javier Álvarez, un psiquiatra con casi 40 años de ejercicio en el Sistema Sanitario. En concreto, en la actualidad es Jefe del Servicio de Psiquiatría en el Complejo Asistencial Universitario de León.
Álvarez es uno de los pioneros de la corriente conocida como Nueva psiquiatría. Este enfoque se aparta de los conceptos clásicos de la ciencia psiquiátrica y actualmente está explorando nuevos caminos. La hiperia es uno de ellos y fue expuesta con gran detalle en el libro Éxtasis sin fe, el cual puede descargarse gratuitamente.
Uno de los aspectos más interesantes de la nueva psiquiatría, y del concepto de hiperia como tal, es que ha integrado el conocimiento generado por los avances de la neurociencia.
La psiquiatría clásica, en cambio, sigue muy atada al famoso DSM, un manual que ha sido profusamente criticado en todo el mundo. A su vez, la nueva corriente recupera la idea de que las llamadas “enfermedades mentales” tienen un componente subjetivo y social decisivo.
“La esquizofrenia sigue siendo nada más que una teoría del siglo XIX, sin base científica”.
-Javier Álvarez-
La hiperia
La hiperia se define como una función cerebral psíquica, en el mismo escalón de la memoria, la inteligencia, la habilidad verbal, etc. Dicha función tiene que ver con la activación de un enorme número de neuronas cerebrales a la vez.
La misma palabra hiperia, etimológicamente, significa ‘excesividad’. A esta activación múltiple también se le llama hipersincronía neuronal.
Este fenómeno tiene varias características que le son propias. La primera es que esa activación múltiple aparece de manera súbita y sin que una persona pueda controlarla a voluntad. Sencillamente sucede y ya está.
Así mismo, se experimenta como una vivencia extremadamente intensa, al tiempo que la persona que la vive siente extrañeza, como si algo muy raro estuviera sucediendo en su cabeza.
Esa descarga simultánea puede ocurrir en cualquier parte del cerebro y, dependiendo de donde suceda, se manifiesta de maneras diferentes. Puede llevar a tener alucinaciones visuales , ideas delirantes, inhibición melancólica, éxtasis profundo, ataques de pánico, impulsos suicidas y despersonalización, entre otros.
La epilepsia
El concepto de hiperia está estrechamente vinculado con el de epilepsia. Cuando se habla de epilepsia, lo que viene a la mente de la mayoría son los ataques epilépticos que constituyen su manifestación más extrema. Sin embargo, la epilepsia es una enfermedad en la que hay muchas más “crisis parciales” que ataques como tal.
Recordemos que durante mucho tiempo se asoció la epilepsia a una manifestación demoníaca. Los ataques eran inexplicables y ante la ausencia de conocimientos se les relacionaba con una posesión, aunque el propio Hipócrates había dicho que era un problema cerebral.
¿Por qué hablamos de epilepsia? El doctor Alvarado encontró que en las crisis parciales de epilepsia, cuando no hay ataques, se presenta el fenómeno que llama hiperia, es decir, una activación masiva y simultánea de neuronas cerebrales. A su vez, muchos místicos, artistas, los llamados “enfermos mentales” y muchas personas consideradas “normales” presentan un cuadro similar.
Las perspectivas
La hiperia es una función y no una patología. Esto quiere decir que el hecho de que se presenten este tipo de episodios no significa que haya un mal funcionamiento en el cerebro, sino que se produjo un fenómeno de hipersincronía neuronal, por muy variadas causas. Para el doctor Álvarez, una experiencia alucinatoria, o delirante, por ejemplo, en principio son perfectamente normales.
Cuando este fenómeno hace su aparición, quien lo experimenta tiene la profunda convicción de que ha alcanzado la clarividencia, a través de su intuición. También es posible que sienta que tiene comunicación con otra persona u otro ser, a la distancia; es decir, una suerte de telepatía. Que esto suceda, dentro de esta perspectiva, forma parte de lo normal.
Aunque la hiperia está todavía en la fase de hipótesis, encaja de manera lógica en el rompecabezas que ya conocemos. Aún falta mucho camino por recorrer, pero, sin duda alguna, esta perspectiva podría tener un impacto muy importante, particularmente en el campo de la psiquiatría.
La hiperia pone en tela de juicio los conceptos de salud y enfermedad mental, pero también abre otros caminos para los tratamientos tradicionales, en tanto se orienta más a abordar la medicación antiepiléptica, que la antipsicótica. Seguramente escucharemos hablar mucho de este concepto en los próximos años.
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- Otón, J. (2017). Misterio y transparencia. Herder Editorial.