La terapia interpersonal de la depresión de Klerman
La terapia interpersonal de la depresión es un procedimiento específicamente diseñado para intervenir sobre trastornos depresivos. Se basa en un antecedente del modo de pensar de la psiquiatría que se conoció en Estados Unidos como psiquiatría interpersonal.
La psiquiatría interpersonal arranca de la obra de Adolf Meyer y Harry Stack Sullivan. Incorpora algunas ideas de la psiquiatría social y retoma las concepciones sobre roles sociales de la escuela de Chicago. Sin embargo, no se trata de una aplicación a los trastornos depresivos de los principios generales de la psiquiatría interpersonal. Esta intervención se construyó en base a un número de evidencias procedentes de cinco campos de investigación. Dichos campos ponen de manifiesto la importancia de los acontecimientos interpersonales en los trastornos depresivos.
¿Qué es la terapia interpersonal de la depresión?
La terapia interpersonal de la depresión es una psicoterapia centrada en los problemas psicosociales e interpersonales de la persona que demanda el tratamiento. Esta terapia no deriva directamente del psicoanálisis, del conductismo ni de la terapia cognitiva. Sin embargo, se sirve de algunos de los conceptos de estas corrientes. Con ello, contribuye a acrecentar las habilidades interpersonales del enfermo y su dominio sobre el propio contexto psicosocial.
Podemos afirmar que la terapia interpersonal de la depresión es una herramienta terapéutica esencialmente ecléctica. La terapia interpersonal de la depresión se concentra en las conexiones entre patología y contexto psicosocial. Otorga más importancia al presente que al pasado.
La terapia interpersonal de la depresión examina las relaciones personales del paciente en la actualidad e interviene en la formación de síntomas. También interviene en la disfunción social asociada al presente episodio depresivo o de otra índole.
La terapia interpersonal de la depresión no es una forma de terapia cognitivo-conductual. Su meta no es afrontar esquemas negativos de pensamiento, distorsiones cognitivas o falsas atribuciones.
Énfasis en lo psicosocial
En la terapia interpersonal de la depresión, lo psicosocial se refiere principalmente a los diferentes roles desempeñados por un paciente y sus interacciones ambientales. Se entiende por rol el lugar de encuentro entre la forma de ser individual y lo que es presentado a los demás.
Los diferentes roles y relaciones se pueden ver alterados por sobrecargas emocionales o laborales, conflictos y pérdidas. La alteración debida a sobrecarga tiende a aminorar las fuerzas. Los conflictos tienden a producir angustia y las pérdidas depresión.
Normalmente, las pérdidas a tratar en psicoterapia interpersonal son duelo, divorcio o desempleo. En la terapia interpersonal de la depresión se asume que la aparición del trastorno ya modifica el contexto psicosocial e interpersonal del paciente.
La práctica de la terapia interpersonal de la depresión
Para la terapia interpersonal, la depresión muestra tres niveles de abordaje. Estos tres niveles serían los siguientes:
- Los síntomas.
- Las relaciones sociales e interpersonales del paciente.
- Los conflictos explícitos.
La terapia interpersonal de la depresión no considera importantes los rasgos de personalidad ni los factores existenciales y antropológicos. Su misión fundamental es aliviar los síntomas del paciente y ayudarle a desarrollar estrategias para afrontar sus dificultades sociales e interpersonales.
La terapia interpersonal de la depresión enfatiza la actualidad del paciente. El pasado importa, pero sólo para entender mejor el estilo interactivo de cada paciente. El espacio terapéutico concedido al pasado no supera al espacio concedido a lo actual.
Esta terapia trabaja con las cogniciones del paciente, pero no de forma estructurada. No utiliza protocolos detallados ni tareas y autorregistros a realizar en casa. Algunas técnicas conductistas como la desensibilización sistemática, terapia de exposición, o análisis de distorsiones cognitivas pueden ser consideradas, pero no se incluyen como regla general.
La terapia interpersonal de la depresión se fundamenta en el modelo médico
La terapia interpersonal de la depresión tiene sus fundamentos en el modelo médico. Puede acompañarse o no de medicación antidepresiva y de otros psicofármacos. Este tipo de terapia, en su forma original, es una forma de psicoterapia breve. Se realiza una sesión por semana a lo largo de 3 a 6 meses. Cada sesión dura entre 40 y 50 minutos.
Las nuevas aplicaciones de la terapia interpersonal de la depresión han supuesto cambios tanto en los contenidos como en la duración, que tiende a prolongarse. Por lo tanto, su duración puede ser superior a 6 meses. La terapia interpersonal de la depresión se desarrolla en tres fases:
- Fase inicial o diagnóstica: va desde la primera hasta la tercera sesión.
- Fase intermedia o focalizada: de la cuarta a la décima sesión.
- Última fase o fase concluyente: de la decimoprimera a la decimosegunda sesión.
El número de sesiones por fase es aproximado. La terapia interpersonal de la depresión aboga por la flexibilidad como norma general a seguir por el psicólogo. El terapeuta valora la necesidad de medicación según la gravedad de los síntomas, la historia clínica, la respuesta al tratamiento y las preferencias del paciente. Para educar al paciente, le informa acerca del diagnóstico y del tratamiento.
En este marco terapéutico, lo importante son las estrategias y los objetivos, y no tanto las técnicas. Esto la diferencia de otras terapias para tratar la depresión.
La terapia interpersonal de la depresión goza de un gran prestigio y aceptación en el complejo ámbito del tratamiento de los trastornos depresivos. Los estudios demuestran que es una alternativa o complemento válido para el tratamiento agudo, de continuación o de mantenimiento de la depresión mayor.