La verdadera historia de John Nash, el genio atormentado

La verdadera historia de John Nash, el genio atormentado
Gema Sánchez Cuevas

Revisado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.

Escrito por Edith Sánchez

Última actualización: 06 agosto, 2023

A John Nash lo conocimos primero porque ganó el Premio Nobel de Economía en 1994. Luego, gracias a la película “Una mente maravillosa” o “Una mente brillante”, que se basaba en un libro del mismo nombre y revelaba la extraordinaria historia detrás de este genio de las matemáticas.

John Forbes Nash nació un 13 de junio de 1928 en un pequeño poblado de Virginia, Estados Unidos. Desde niño mostró tener un carácter introvertido y no contar con demasiadas habilidades sociales, de ahí que pasara una infancia y una adolescencia solitaria. Jugaba poco con los demás niños, pero sí sentía una gran curiosidad por los libros. Su madre, lejos de desmotivarle, le alentaba a que cultivara el intelecto.

Contrario a lo que pudiera pensarse y en consonancia con lo que ha pasado con muchos otros  genios, John Nash no destacó por sus notas en el colegio. Era tal su torpeza para tratar con los demás, que fueron varios los maestros que dudaron de su capacidad intelectual. No faltaron los que sugirieron un retraso leve. Pese a todo, Nash adoraba hacer experimentos científicos en la privacidad de su habitación.

Las personas siempre están vendiendo la idea de que las personas con una enfermedad mental están sufriendo. Creo que la locura puede ser una vía de escape. Si las cosas no son tan buenas, quizá quieras imaginar algo mejor”.

-John Nash-

John Nash, un chico “raro”

Cuando era un adolescente, John Nash comenzó a mostrar interés por las matemáticas, pero especialmente por la química. Se dice que estuvo involucrado en la fabricación de algunos explosivos que detonaron por error y causaron un muerto en su escuela.

En 1945, Nash ganó una beca para entrar en el Institute of Technology. Iba a estudiar ingeniería química, pero el director del departamento de matemáticas, John Synge, lo convenció para que se especializara en los números. En 1948 se licenció como matemático y obtuvo una beca en Princeton para  hacer un posgrado.

En 1949, mientras preparaba su doctorado, escribió el artículo por el cual ganó el Premio Nobel, casi 50 años después. Su tesis se tituló “Juegos No-Cooperativos”. Luego entró a trabajar en la RAND Corporation, una entidad que hacía estudios científicos aplicables a la guerra fría. Dos años después comenzó a trabajar como profesor en el Massachusetts Institute of Technology.

John Nash y su mujer

La sombra de la esquizofrenia

Hasta ahí, la historia es similar a la que se narra en la película, pero a partir de este punto los hechos ocurren de forma diferente a como se presentó en la cinta. John Nash tuvo un hijo ilegítimo con Eleanor Stier. Esto causó un gran escándalo en su familia. Poco después de esto, su padre murió. Además, en 1954 Nash fue arrestado en una redada para cazar homosexuales. Por eso fue despedido de su trabajo.

En 1957, Nash se casó con Alicia Larde, una alumna suya de origen salvadoreño. Tuvo un hijo con ella, pero poco antes de que este naciera, los dos se divorciaron. Nash tenía esquizofrenia y Alicia no pudo tolerarlo. Desde entonces, Nash comenzó un periplo por toda Europa, en donde intentó conseguir el estatus de refugiado político.

Nunca tuvo alucinaciones visuales, pero sí auditivas. Creía que era un elegido, una figura religiosa. Al mismo tiempo, sentía que había un complot orquestado por la Unión Soviética y El Vaticano en contra de él. “Empecé a oír algo así como llamadas telefónicas que sonaban en mi cerebro, de gente opuesta a mis ideas”, declaró.

Nash, un ejemplo de cura de la esquizofrenia

John Nash recuperó la razón en un hecho que muchos catalogaron como un milagro. Después de ocho hospitalizaciones en diversos centros de atención mental y luego de haber sido sometido a una alta dosis de medicación y a tratamientos agresivos que incluyeron electrochoques. Según su propio testimonio, en un punto de su vida decidió dejar de prestarle atención a las voces que escuchaba.

Este genio de las matemáticas dejó un día de tomar los medicamentos que le habían recetado. En una entrevista realizada con Xavi Ayén, declara que hay un punto en que las medicinas hacen más daño que bien, pero que para dejarlas es necesario tener mucho cuidado, ya que es algo peligroso. Sin embargo, él abandonó el tratamiento y pocos años después sanó.

John Nash y Russell Crowe

Alicia, su ex esposa, con la que volvió a vivir un tiempo después de enfermar, asegura que en el caso de Nash no hay algo que pueda llamarse milagro. Declaró que “Todo es cuestión de llevar una vida tranquila”.

En 1996, la presidenta de la Asociación Mundial de la Psiquiatría, Felice Lieh Mak, lo presentó como “un símbolo de esperanza, un explorador de un universo sin límites, el de la mente humana”. Lo más alentador, y a la vez desconcertante, es que su historia es una prueba de que la esquizofrenia no tiene por qué marcar el final de una vida. Al mismo tiempo se constituye en aliento para todos aquellos que buscan terapias más eficaces.

El legado de Nash

La “teoría de los juegos” es, sin duda, su legado más importante. La aplicación de esta teoría trasciende fronteras y puede aplicarse tanto en los negocios, como la política, la biología, etc. ¿En qué consiste? Imaginemos que dos o más individuos han que tomar una decisión teniendo en consideración las elecciones de los demás. Ninguno de ellos sabe las condiciones de sus compañeros ni la decisión que van a tomar. Así pues, ¿cómo escoger la mejor decisión para no salir perjudicado? La aplicación de esta teoría es a nivel estadístico

Desde esta teoría se busca crear un equilibrio. Si se aplica esta teoría al sector empresarial podría traducirse en que el objetivo es obtener el mayor beneficio reduciendo los riesgos. En este punto radica la importancia del legado de Nash. ¿Cómo podrían varias empresas jugar sus cartas de la mejor forma posible sin saber los movimientos de sus rivales?

A nivel micro, por ejemplo, de barrio, dos tiendas que vendan el mismo producto pueden basarse en la intuición para modificar sus precios o poner a la venta nuevos productos. Sin embargo, a nivel macro como grandes multinacionales no dejan nada al azar. Gozan de un equipo entero para analizar el riesgo de las decisiones, así como indagar en la competencia y estudian el mercado.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.