Las 12 áreas básicas de la vida y cómo equilibrarlas

Existe una docena de áreas básicas de la vida, aunque por lo general nos concentramos solo en unas cuantas. Al hacer esto, reducimos nuestra existencia a una pequeña parcela. ¿Por qué no evaluar todas las dimensiones que nos habitan y experimentarlas a plenitud? Indaguemos el tema.
Las 12 áreas básicas de la vida y cómo equilibrarlas
Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Escrito por Edith Sánchez

Última actualización: 15 marzo, 2023

Para cultivar una buena relación contigo mismo es importante tener en cuenta que, si bien eres una unidad como ser humano, en realidad te proyectas en distintas direcciones. En la actualidad, se habla de 12 áreas básicas de la vida. Corresponderían a esas dimensiones que están en ti, lo notes o no.

Cada una de estas áreas compete a una experiencia particular, bien sea con uno mismo o con el entorno. Si las sumas, obtienes como resultado una experiencia de vida plena.

Puedes completar un buen ejercicio de autoconocimiento poniéndole una calificación a cada área: 1, 5 o 10. Después de hacer esto, revisar, en particular, aquellas que solo hayan puntuado 1. Eso te permitirá darte cuenta de que hay aspectos de ti mismo que no estás trabajando y te ayudará a explorar esas dimensiones para alcanzar un mayor equilibrio. Veamos cuáles son esas 12 áreas básicas de la vida.

«Hay momentos en que te asalta una especie de lucidez y de pronto es como si pudieras ver a través de las paredes y descubrir otra dimensión de la que te habías olvidado, o que habías decidido pasar por alto con tal de seguir manteniendo las diversas ilusiones que hacen posible la vida».

-Nicole Krauss-

Mundo emocional y área de pareja

Aunque no hay un orden estricto, por lo general, el aspecto emocional se toma como la primera de las áreas básicas de la vida. Tiene que ver con la comprensión de tu propio temperamento y la identificación de las emociones que están más activas.

Lo emocional está asociado a la respuesta primaria que ofreces frente a los diferentes estímulos. Ese tipo específico de interacción aporta señales sobre los rasgos más distintivos de tu forma de ser.  En conjunto, esta área responde a la pregunta: ¿qué siento y por qué?

La dimensión de pareja se refiere a la calidad de tu relación de pareja. ¿Es saludable y satisfactoria? ¿Llena tus expectativas o te deja vacíos? ¿Cambia tu vida positivamente o, por el contrario, la empobrece?

Todo esto permite analizar cómo tramitas un vínculo íntimo con otro ser humano, lo que esto aporta y las dificultades encontradas en ese terreno. Sobre todo, fíjate en el grado de bienestar que te proporciona esta área de tu vida.

Pareja tomada de las manos forman un corazón
La calidad de la relación con tu pareja constituye una de las dimensiones de la vida con gran incidencia en el bienestar.

Área económica y campo profesional

El área económica tiene que ver con la capacidad que tienes para satisfacer tus necesidades materiales. Es una de las áreas básicas que se debe evaluar con cuidado. Es posible que sientas que necesitas tener un yate de lujo para sentirte plenamente satisfecho y está bien que lo incluyas dentro de tus metas. Sin embargo, si el dinero no te limita a la hora de cubrir tus necesidades básicas, incluso permite darte algún capricho de vez en cuando, probablemente esta área sume a tu bienestar.

En cuanto a lo profesional, comprende tu carrera y la forma como has evolucionado en ella. También el grado de disfrute que experimentas con el oficio o la profesión que elegiste. De igual manera, tiene que ver con la coherencia que hay entre tus habilidades, destrezas y conocimientos y cómo la aplicas a un trabajo concreto.

El campo profesional está muy ligado a la satisfacción y a la autoeficacia. En este aspecto, evalúa si estás creciendo en lo que haces o, por el contrario, permaneces estancado. Igualmente, examina lo que deseas lograr en el futuro.

Área de familia y social

El área de la familia hace referencia a la calidad y profundidad de los vínculos que tienes con tus hijos y tus parientes. Esta dimensión te invita a pensar en el grado de cercanía con ellos, el tiempo que les dedicas y la satisfacción que te proporcionan las relaciones familiares.

Analiza cómo influyen en tu vida las relaciones familiares. Del mismo modo, si tus sentimientos hacia la familia son básicamente amorosos o están teñidos de emociones conflictivas, como la ira o la tristeza. ¿Crees que es adecuado lo que das y recibes de ellos?

El área social está relacionada, en primer lugar, con tu círculo social más próximo. ¿Tienes un grupo de amigos con los que puedes contar? De ser así, significa que esta área está activa en tu vida. Si no, es posible que tengas que revisar por qué te estás privando de la amistad. En este ámbito también se incluyen las actividades y espacios en los que compartes con otras personas, de forma casual o pasajera. ¿Logras establecer una buena conexión con los demás?

Área de salud y sexual

Es otra de las áreas básicas que reviste gran importancia. Se relaciona con el autocuidado de tu cuerpo. Esto incluye la capacidad para leer las señales que envía el organismo, los hábitos cotidianos y las prácticas que realizas para mantenerte saludable. ¿Le das a tu cuerpo lo que requiere para estar bien?

El ámbito corporal conduce a la reflexión sobre otra de las áreas de la vida: la sexual. A diferencia de otros animales, en el ser humano este es un ámbito que involucra emociones y pensamientos; además, todo un conjunto de patrones culturales.

La sexualidad está presente en la vida de las personas desde que nacen hasta el final de sus días. Hay muchas formas de vivirla y cada quien elige cuál es la mejor para sí mismo. Lo importante es que sea una dimensión que no te genere conflictos o malestar, sino que incluya vivencias que te proporcione satisfacción y bienestar.

Hombre se ejercita trotando en el parque mientras escucha música
Lo que hagas para cuidar la salud física es clave en el equilibrio de las áreas esenciales de la vida.

Área de conocimiento y área ecológica

El conocimiento es una de las áreas básicas de la vida y la mayoría de las personas la tienen muy presente. Comprende la formación en algún campo del saber, pero también la decantación de esos conocimientos y de la experiencia. No hay que confundir conocimiento con instrucción o aprendizaje.

Conocer implica comprender y ser capaz de aplicar un saber en situaciones concretas. No importa cuántos títulos tengas, lo que cuenta es lo que haces con lo que sabes. Para evaluar esta dimensión es necesario formularte preguntas como ¿qué estás aprendiendo en este momento? ¿Cómo estás ampliando tu saber? ¿Cómo aplicas lo que sabes?

Por su parte, el aspecto ecológico es una de esas áreas básicas de la vida que muchas veces se pasa por alto. Comprende la relación que estableces con el entorno natural que te rodea. Todos necesitamos entrar en contacto con la naturaleza, de una forma responsable y aprovechando lo mejor de lo que nos ofrece. ¿Te das baños de bosque? ¿Tienes una mascota? ¿Sales y disfrutas de la belleza que te ofrece el entorno natural?

Área de trascendencia y área espiritual

El área de trascendencia responde a la pregunta por el legado que quieres dejar. Está ligada a los planes y proyecciones que te has formulado a largo plazo. Supone la visualización de lo que «sobrevivirá» a tu existencia.

El área espiritual tiene que ver con tus creencias y convicción respecto a los valores y al sentido de la vida. Corresponde a tus vivencias religiosas o a las prácticas que lleves a cabo para expandir tu conciencia, como el yoga o la meditación, por ejemplo. Es una dimensión que le da un gran soporte a las demás.

Después de revisar todas estas áreas de tu vida y de darles una puntuación, concéntrate en aquellas que has descuidado. De preferencia, fijarte una meta específica para activar esas dimensiones que no estás experimentando.


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