Las emociones sin nombre

Las emociones sin nombre
Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 13 enero, 2016

Sentir ganas de llorar sin motivo aparente, querer recuperar lo que sentimos en un determinado momento, darnos cuenta de que tenemos una vida muy común… Estamos rodeados de emociones sin nombre en nuestro día a día. 

Muchos de nosotros hemos sentido esas sensaciones o emociones sin nombre que nos gustarían haber podido describir con palabras pero nos resulta difícil y complicado. Aunque esta cuestión depende mucho del lugar geográfico en el que nos encontremos.

Hay idiomas como el de los indígenas Yámanas de Tierra del Fuego que crean palabras para expresar emociones complejas. Como por ejemplo, Mamihlapinatapai, que se atribuye a una mirada entre dos personas, cada una de las cuales espera que la otra comience una acción que ambos desean pero que ninguno de los dos se anima a iniciar.

Sorprendentemente parece que esta situación de incertidumbre ha causado gran interés a John Koening, diseñador y editor estadounidense que se ha propuesto solucionar al menos unas cuantas de estas emociones sin nombre.

El diccionario infinito de las emociones

Una noche John Koening tuvo una revelación: hay miles de nuevos sentimientos a los que no se han asociado palabras. En ese momento, Koening tomó la decisión de escribir un diccionario que recogiera todas aquellas emociones sin nombre, todos aquellos sentimientos huérfanos de denominaciones.

Koening llamó a esta recopilación de emociones “El diccionario de los dolores oscuros”. Un diccionario infinito, porque continuamente nacen emociones a las que hay que dar un nombre para que entren a formar parte de nuestro vocabulario. A continuación os presentamos algunas de las emociones que a fecha de hoy, ya tienen nombre.

Opia

Continuamente nos cruzamos con personas por la calle, en el metro, en una playa, y por unos segundos les miramos a los ojos. Nos sentimos como si nos estuvieran espiando por un agujero en la pared y nos invade una profunda sensación de vulnerabilidad.

Una de las emociones sin nombre que dejo de ser huérfana de denominación es o pia, se refiere a la intensidad ambigua de mirar a alguien a los ojos, conocida actualmente o desde hace muy poco.

Pareja mirándose de frente

Yu yí

Recuerda la última vez que amaste a alguien y cómo te sentiste: pleno, en paz, feliz, completamente vibrante. Y cada vez que recuerdas esa sensación deseas con todo tu corazón volver a sentirla. Así, el deseo de sentir intensamente algo otra vez actualmente se conoce como yuyí.

Anecdoche

Una reunión en la que todos los asistentes hablan, una conversación en la que todos nuestros amigos cuentan cosas al mismo tiempo, una comida con familiares en la que todos gritan. Nadie se para a escuchar, a prestar atención a lo que dice otra persona.

Anocdoche se refiere a una conversación en la que todo el mundo habla, pero que nadie está escuchando. Se crea una confusión en la que no logramos entender nada y eso genera frustración.

Zenosquine

A medida que nos hacemos mayores, que cumplimos años, el tiempo pasa muchos más rápido. Los años son minutos y ese tiempo acelerado, nos provoca una sensación de pérdida, de no poder aprovechar cada segundo. Zenosquine se corresponde con la sensación de que el tiempo va cada vez más rápido.

Alazia

A lo largo de nuestra vida cambian muchas cosas y sentimos la necesidad de cambiar nosotros mismos, pero nos da miedo. Sentimos miedo de la opinión de los demás, de nuestros propios sentimientos, de la incertidumbre sobre el futuro… El miedo a no ser capaz de cambiar se denomina alazia.

Kenopsia

La sensación que sentimos cuando entramos en una iglesia vacía o abandonada, en un campo de fútbol en el que no se juega ningún partido; es una sensación de vacío, de abandono, de desazón. Koening llama a la sobrecogedora atmósfera triste de un lugar que normalmente se llena de gente pero que ahora está abandonado y tranquilo kenopsia.

Jouska

Después de una conversación en la que no hemos dicho lo que queríamos decir, por miedo, porque no nos han dejado hablar, o porque nos hemos sentido tan mal que no hemos logrado articular palabra, se genera una nueva conversación en nuestra cabeza que se repite continuamente denominada Jouska.

Mujer pensando con la cabeza metida en una pecera

Liberosis

Liberosis corresponde con el deseo de que las cosas y situaciones nos importen menos. Un desengaño amoroso, una discusión con nuestro jefe, un malentendido con un amigo, son situaciones que nos afectan mucho y que aunque ocurran a menudo, nos hacen sentir mal y deseamos que nos importen menos, sentir menos.

“Las emociones son como caballos salvajes. No son explicaciones que nos ayudan a seguir adelante sino nuestra voluntad de seguir adelante.”

-Paulo Coelho-


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