Las secuelas psicológicas del maltrato de pareja

Las secuelas psicológicas del maltrato de pareja
Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Escrito por Edith Sánchez

Última actualización: 28 julio, 2021

El maltrato es una experiencia abrumadora para cualquier ser humano. Siempre deja huellas difíciles o en algunos casos, imposibles de borrar. Cuando se trata de una situación de maltrato de pareja, las secuelas psicológicas suelen ser muy profundas, sobre todo si el daño procede de alguien a quien se ama.

Resulta conveniente hacer una diferenciación entre lesión psíquica y maltrato psicológico. La lesión psíquica es el fruto de un acto violento. El conjunto de sensaciones y emociones que se experimenta inmediatamente después de ser víctima de maltrato. Las secuelas psicológicas, por su parte, son las huellas que quedan en la mente, cuando no se han tratado adecuadamente las lesiones psíquicas.

 “En cualquier relación de pareja que tengas, no te merece quien no te ame, y menos aún, quien te lastime. Y si alguien te hiere reiteradamente sin mala intención, puede que te merezca pero no te conviene”.

-Walter Riso-

El maltrato de pareja, así como el intrafamiliar, son los dos tipos de violencias que más impactan en la vida de una persona. El lazo afectivo es profundo y por eso mismo la situación de maltrato tiende a mantenerse durante un largo período de tiempo. Lo peor es que en muchos casos la violencia es sutil o consentida por el entorno o la cultura. Entonces, ni siquiera se reconoce que hay un problema y por eso se mantiene durante décadas.

El maltrato de pareja

El maltrato de pareja se manifiesta de muchas maneras. Una de las más brutales y dolorosas es aquella que involucra  la violencia física. Sin embargo, también existen todo un conjunto de conductas maltratantes de apariencia casi invisible ante los ojos de los demás.

mujer burlándose representando un tipo de maltrato de pareja

El maltrato de pareja se expresa en conductas como las siguiente:

  • Burlas y ridiculizaciones frente a las creencias, la apariencia o las opiniones de la persona maltratada.
  • Señalamientos constantes de los errores y mensajes para indicar que el otro hace todo mal, o que tiene defectos en todo momento.
  • Manipulación para hacer sentir culpable al otro. Se le atribuye el hecho de no responder a la altura de las expectativas y se le castiga con silencio o enojo.
  • Negación de la existencia de maltrato. Si la víctima busca hablar del tema, el agresor se niega a dialogar o no reconoce que sus actos causan daño.
  • Aislamiento de los amigos y la familia. Esto incluye celos, críticas a las amistades o los familiares, molestia por encuentros sociales, etc.

En todas estas conductas el punto en común es el deseo de control sobre la pareja. El maltratador intenta siempre imponerse y anular al otro, así lo haga de manera sutil. De hecho, no se necesita gritar ni decir palabras fuertes para ejercer esas formas de maltrato de pareja.

Las secuelas del maltrato

El maltrato de pareja deja secuelas psicológicas en diferentes ámbitos de la vida. Las huellas quedan en el cuerpo, en la mente y en la vida social. Aunque cada caso es diferente y cada persona reacciona de manera distinta, las consecuencias son más o menos las mismas.

chica envuelta en hilos debido al maltrato de pareja

Las principales secuelas de este tipo de situaciones son:

  • Secuelas psicológicas. Principalmente tienen que ver con el daño a la autoestima. De hecho, quienes tienen poco amor propio presentan un mayor nivel de riesgo a caer en manos de un maltratador o maltratadora. Aparecen sentimientos de culpa e indefensión, así como estados de ansiedad y depresión.
  • Secuelas físicas. Las secuelas físicas más frecuentes son los problemas de sueño, las alteraciones digestivas, dolores de cabeza, hipertensión y trastornos respiratorios
  • Secuelas sociales. Lo más frecuente es que la víctima de maltrato se aísle. Comienza a dejar de ver a sus amigos y posteriormente, a su familia, ya que se siente indigno y avergonzado. También, por supuesto, para no molestar a su pareja, que suele recelar de esos encuentros.

Es importante señalar que para los hombres maltratados la situación suele ser un poco más compleja. La sociedad sigue siendo muy machista y no está bien visto que un hombre se deje maltratar por su pareja. Así que suelen ocultarlo e incluso son reacios a admitirlo para sí mismos. Por eso son un poco más propensos a enfermar y a desarrollar adicciones como respuesta a su dolor oculto.

¿Qué hacer?

Vivir una situación de maltrato de pareja genera grandes confusiones, sobre todo al comienzo. Lo habitual es que comiencen a surgir fuertes ambigüedades en los sentimientos, las actitudes y los pensamientos. Se ama y se odia. Se siente irritación y, al mismo tiempo, se justifica la conducta del otro.

Nunca es fácil afrontar el hecho de que la persona que amamos es también una fuente de problemas tan grave, que quizás la única salida está en dejarla. Todo ello forma parte de la dinámica perversa del maltrato de pareja.

Hombre apoyado en la pared con la mano en la cara que sufre maltrato de pareja

Lo más difícil para salir de este tipo de situaciones, que siempre son muy nocivas, es dar el primer paso. Y el primer paso es aceptar que se está dentro de una relación en la que hay maltrato de pareja. Aceptado esto, lo siguiente es afrontar el hecho de que esta situación no va a desaparecer por sí misma y que, por lo tanto, es necesario pedir ayuda. Lo ideal es una psicoterapia, ya que probablemente están involucrados elementos muy profundos.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.