Los polémicos experimentos del del Doctor Harlow y la maternidad

Los polémicos experimentos del del Doctor Harlow y la maternidad
Gema Sánchez Cuevas

Revisado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 01 agosto, 2019

 

El Dr. Harlow fue un importante psicólogo de los años 70 que se dedicó a hacer estudios sobre el comportamiento materno y el apego entre otros a través de experimentos con monos. Harlow quería saber si el comportamiento materno era instintivo o adquirido o la importancia de la relación madre-hija. Para ello realizó varios experimentos junto a su esposa Margaret Kuenne que resultaron reveladores sobre el estudio del apego, pero también crueles.

En uno de sus experimentos Harlow decidió encerrar a varias monas desde que eran bebés y sin sus madres en una jaula que él denominó “cámara de aislamiento”. De este modo, las monas nunca habían visto como se comportaba una madre con sus crías.

Cuando crecían Harlow las colocaba en un aparato que él mismo denominaba “el potro de las violaciones”, desde luego que Harlow no se andaba “por las ramas” nunca mejor dicho. En aquel momento como no existía la inseminación artificial a través de este artilugio y dejando entrar a monos macho durante varios días conseguía que estos dejaran embarazadas a las monas, ya que el aparato las colocaba en posición de apareamiento sin que estas pudieran moverse ni hacer nada.

El experimentó demostró que estas monas eran peores madres que aquellas que desde su infancia habían visto como eran sus propias madres con ellas. Hubo incluso una mona que estampó la cabeza de su bebé contra el suelo y se comió sus pies y sus dedos y la mayoría de las monas simplemente ignoraban a sus crías.

Otro de los experimentos de Harlow versó sobre el apego materno. En este caso Harlow volvió a encerrar a unas cuantas monas desde su nacimiento sin sus madres. Fabricó dos tipos de madres artificiales, una de alambre y otra de felpa. La diferencia que había entre ambas es que la de alambre estaba provista de comida y la de felpa no.

Sin embargo las monas preferían las madres de felpa, lo que demostró que el contacto social es más importante para nuestro desarrollo psicológico que cualquier otra necesidad básica como es el alimento, es decir el vínculo va más allá del alimento. Cuando Harlow separaba a las monas de su madre de felpa, estas mostraban claros síntomas de estrés, ansiedad y miedo; lloraban, gritaban y buscaban objetos suaves que le recordaran a su madre.

Y vamos a por otro de los experimentos de Harlow, el llamado “abismo de la desesperación”, de nuevo Harlow nos hace temblar solo con el nombre del experimento. En este caso recluía de nuevo a un grupo de monos crías en una jaula completamente solos; 4 estuvieron 30 días, 4 estuvieron 6 meses y otros estuvieron todo un año. Pasado el mes estas crías presentaban cierto nerviosismo y pasado un año mostraban claros síntomas de catatonia.

Se quedaban en un rincón de las jaulas sin sociabilizarse con otros monos, no mostraban interés por el sexo opuesto e incluso eran agredidos por otros monos; un auténtico calvario. Hubo incluso dos monos que dejaron de comer y finalmente murieron.

Sus experimentos revelaron importantes conclusiones pero ¿Qué opinas tú sobre el uso de animales para este tipo de experimentos? Ahí dejamos la cuestión.


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