Los diferentes tipos de hermanos, ¿cuál eres tú?
En realidad, no hay una clasificación académica o científica para los tipos de hermanos. Sin embargo, todos sabemos que en la práctica sí que se pueden clasificar según su forma de ser. Es como si hubiera unos roles definidos y cada hermano terminara ocupando uno.
Hay hermanos cariñosos y los que sienten una tentación enorme de situarse en el lado opuesto al otro. Los hay comprensivos y desafiantes. También pueden ser irónicos, invasivos, delatores o cómplices. Quizás lo único que tienen en común los hermanos es que están ahí, en la vida de sus consanguíneos, ayudando, queriendo o sin querer, a que desarrollen sus habilidades sociales.
El verdadero peso de esta relación fraternal se experimenta durante la infancia y la adolescencia. El vínculo permanece durante toda la vida, incluso si hay alejamiento. Pero es en esos primeros años donde tiene un impacto decisivo.
«Hermanos: los hijos de los mismos padres, los cuales son perfectamente normales hasta que se juntan».
-Sam Levenson-
Los principales tipos de hermanos
El campeón de boxeo
Una de las clases de hermanos más comunes es el que parece estar aspirando a campeón de peso pluma. Suele ser uno de los mayores y en cuanto ve a los menores realiza prácticamente de manera automática un gesto para señalar su superioridad; por ejemplo, puede darles un pequeño empujón o cogerles por el cuello.
Quizás no quede satisfecho hasta que el otro se relaje (el que hace el gesto entiende que el otro ya ha aceptado la sumisión). Tampoco es raro que ponga zancadillas o que le quite la silla cuando va a sentarse. Van cambiando a medida que crecen, pero siempre serán algo pesados.
Con estas actitudes, casi siempre inofensivas, suelen buscar de alguna manera reafirmar el rol de autoridad que tienen en la familia.
El eterno comparador
Es frecuente que el comparador tenga un hermano con el que se lleve muy poca edad. Siempre está pendiente de lo que el otro tiene, recibe o hace. Su obsesión es la igualdad. Si el otro recibe un juguete, ¿por qué él no? Si al otro le felicitaron, ¿por qué a él no?
Ve a sus hermanos en espejo: son un punto de referencia muy importante. Su inseguridad aumenta cuando identifica diferencias. Y para que se produzca este efecto no es necesario que en la comparación salga perjudicado.
El amigo incondicional
Los afortunados que tienen este tipo de hermanos cuentan con un compañero incondicional de juegos que no tiene problema en dejarles ganar si ve que es necesario. También es confidente, cómplice y siempre se cuenta con él para todo. Guarda tus secretos y no los revelaría incluso bajo tortura.
Es el hermano ideal y establece lazos que serán cercanos toda la vida. No se debe olvidar que él también tiene sus necesidades y sus problemas. Tampoco que toda su nobleza se debe agradecer, aunque él sea así de forma desinteresada.
El acosador, uno de los tipos de hermanos
El acosador no es igual al «boxeador», sino mucho más estratégico y «malvado». Es el delator por excelencia. Su objetivo, hacer quedar mal a su hermano delante de los padres. Por eso, anda a la caza de los secretos y debilidades de los otros, para después dejarlos en evidencia.
Husmea, se mete donde nadie lo ha llamado y no retrocede en su empeño. Se comporta así porque tiene una «pequeña venganza» pendiente. El otro es más pequeño y mimado, o es más grande y lo excluye de sus planes. Se puede hacer las paces con él solo con tomarlo un poco más en cuenta.
El padre sustituto
El padre sustituto es otra clase de hermanos que a todo el mundo le encanta tener. Lo habitual es que la diferencia de edad sea considerable y por eso siente que debe protegerlo y orientarlo. Está pendiente de sus hermanitos y les sirve de compañía y de consejero.
Los demás acuden a él como si fuera otro padre o madre, con el que tienen más cercanía. Nunca se debe olvidar que es un hermano y no un progenitor. No hay que sobrecargarle, porque él también necesita protección y guía.
El de «amor-odio» es uno de los tipos de hermanos
Corresponde a esos hermanos que te odian, pero no pueden vivir sin ti. Riñen por cualquier tontería, critican todo el tiempo, opinan sobre ti y con frecuencia inician discusiones sin sentido. A los 5 minutos, te abrazan, te llevan un dulce o simplemente hacen como si no hubiera sucedido nada.
Son muy apegados a sus hermanos, pero eso no les impide tener con ellos más de un par de roces diarios. Es el prototipo clásico del hermano: el que te ayuda a entender que las relaciones humanas son imperfectas y ambiguas.
El protegido
Casi siempre es el más pequeño, aunque a veces puede ser otro que ha tenido alguna dificultad (una vez se fracturó un hueso, contrae infecciones con facilidad, etc.). Lo cierto es que los padres siempre le están pidiendo a los demás que le den un trato especial.
Son muy útiles como intermediarios ante los padres cuando los otros han hecho algo indebido. Suelen ponerse latosos si los demás no los incluyen en sus planes. Los hermanos tienden a ser para él un camino hacia su propia fortaleza, por eso no hay que excluirlos por «débiles».
El independiente
El independiente es el que no se parece a nada ni a nadie. Tiene su propio mundo y vive en él como si no tuviera hermanos. Hace sus planes personales y es posible que tenga aficiones extrañas, como coleccionar arañas o practicar un arte marcial que nadie más conoce. Cuesta hacer un vínculo con él porque es poco familiar. Así es, sin más.
Es muy seguro que valore mucho a la familia, pero sus intereses y sus pasiones son superiores a todo. De todos modos, cuentas con él.
Todos los tipos de hermanos pueden cambiar de roles según el día
Los diferentes tipos de hermanos no son iguales todo el tiempo. Además de que pueden asumir diferentes roles, según el día, también van cambiando con la edad. Sus rasgos suelen suavizarse y, en la mayoría de los casos, mantienen un vínculo fuerte y positivo con esos testigos de la propia vida que son sus hermanos.
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