Las "madres nevera", una de la teorías que más dolor han causado

Hoy queremos hablar de una de esas hipótesis que buena parte de los profesionales asumieron como cierta, y que ha tenido consecuencias muy dolorosas. Por no ser cierta. Por ser muy cruel.
Las "madres nevera", una de la teorías que más dolor han causado
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 23 junio, 2022

Pocas teorías ha hecho tanto daño como la de las madres nevera. Es uno de esos hechos que siguen generando estupor en la comunidad científica. También en la población general, que aún lo recuerda. El psicólogo austríaco Bruno Bettelheim dio forma explícita a la controvertida idea de que el autismo tenía su origen en la ausencia de cariño en la infancia, en especial por parte de la figura materna.

Afortunadamente, esta pseudoteoría fue desacreditada en la década de 1970. En la actualidad, aunque desconocemos con exactitud qué causa el trastorno de espectro autista (TEA), las hipótesis que consideramos como más probables van por vías completamente distintas. Sin embargo, nunca y bajo ninguna circunstancia, se focaliza la mirada en los padres, y todavía menos en el amor de una madre.

Como podemos deducir, este hecho suscitó un gran impacto social. Fueron miles las familias que pasaron por un auténtico calvario. Las mamás de esos niños con autismo cargaban con el peso de la vergüenza pública y con una desesperada indefensión. Se cuestionaba no solo el afecto hacia sus hijos, sino también su equilibrio mental.

Profundicemos un poco más en este pasado tenebroso de la comprensión del autismo.

El doctor Bruno Bettelheim fundó en 1947 la Orthogenic School en Chicago, en la que los niños eran separados de sus madres para iniciar una terapia específica para “corregir” el autismo.

Bruno Bettelheim fue el psicólogo que planteó la teoría de las madres nevera, ocasionando un daño irreparable en muchas familias.

Las “madres nevera”: las mujeres que “supuestamente” no sabían amar a sus hijos

Hablar de la teoría de las madres nevera es describir una serie de relatos de terror que se extendieron durante más de dos décadas. No fue hasta que se iniciaron investigaciones con gemelos autistas, cuando se pudo evidenciar que existía una etiología genética y cerebral. La crianza, los estilos de apego y el entorno psicosocial del niño no tenían nada que ver.

Sin embargo, hasta que esta teoría pseudocientífica quedó invalidada, pasaron demasiadas primaveras. Una de ellas fue la creación de la Escuela Ortogénica de Chicago, cuyo objetivo fue el de separar a las madres de sus hijos para reeducar a estos últimos.

Durante muchos años, el doctor Bettelheim fue una figura de referencia para todos aquellos que querían saber más sobre la etiología del autismo. Su libro La fortaleza vacía: autismo infantil y el nacimiento del yo, junto a sus apariciones en la televisión, lo convirtieron en un profesional de supuesto renombre durante un tiempo.

Origen de la teoría: Freud, Leo Kanner, Hans Asperger y Bettelheim

En la concepción de la teoría de las madres nevera se conjugaron múltiples factores. Pongámonos primero en contexto.

Estamos a finales de los años 40 y el psicoanálisis domina todas las perspectivas del campo de la salud mental y la comprensión del comportamiento humano. Sigmund Freud estipulaba con que la mayoría de los traumas tenían su origen en la infancia.

  • En vista de que el autismo se concebía como una enfermedad mental, se dedujo que dicho cuadro clínico se debía a un hecho traumático.
  • Más tarde, tanto Leo Kanner como el experto en autismo Hans Asperger investigaron este trastorno en personas de clase alta. Según sus propias conclusiones, en todos los casos los progenitores (y en especial las madres) se mostraban fríos en la educación de sus niños. De hecho, acuñaron el término “trastorno autista del contacto afectivo”.
  • Leo Kanner publicó un artículo en 1949 en el que señalaba que el autismo podía estar relacionado con una “falta genuina de calidez materna”.
  • Ahora bien, fue Bruno Bettelheim quien más se interesó por la tesis de las “madres nevera” y quien la popularizó. Fue a platós de televisión, escribió libros y artículos reforzando la tesis del distanciamiento materno como causa del trastorno de espectro autista (TEA).

Bruno Bettelheim fue finalmente acusado de la falsificación de credenciales, plagio y abusos físicos y sexuales a los niños internados. Se suicidó en 1990.

“Madres nevera”, una generación de mujeres y niños traumatizados

El concepto de la maternidad fría, como causa directa del autismo infantil, causó un daño irreparable. En el 2003 se emitió un documental titulado Refrigerador Mothers en el que se narraba el descarnado viaje personal de muchas familias estadounidenses que vivieron ese estigma.

No solo se las señalaba a estas mujeres como “malas madres, madres frías, severas o despreocupadas”. Además, se ponía en duda su equilibrio psicológico. Ellas vivían con vergüenza y también a veces con el peso inexplicable de la culpa. Más de una se cuestionaba a sí misma, preguntándose incluso qué podía haber hecho mal.

Por otro lado, también cabe destacar que fueron miles los niños autistas que fueron sometidos a duras y cuestionables terapias. Sin contar que, más adelante, se pudo comprobar que muchos de estos pequeños llegaron a sufrir abusos sexuales por parte de Bruno Bettelheim.

Imagen derribando la teoría de las madres nevera
Las madres y los padres son el mejor soporte, ayuda y referentes para los niños con trastorno de espectro autista.

Bernard Rimland, el hombre que derribó el mito

Bernard Rumland fue un psicólogo experimental, investigador y activista de los niños con trastornos del desarrollo. Su propio hijo tenía autismo. Fue en 1964 cuando publicó su exitoso libro Autismo infantil: el síndrome y sus implicaciones para una teoría neuronal del comportamiento. 

En ese trabajó aportó pruebas de que estábamos ante un trastorno genético y neurológico, en el que el tipo de crianza no tenía nada que ver. Su mensaje, derribando el mito de las “madres nevera”, resonó de manera profunda en la sociedad. Más tarde, creó la Sociedad de Autismo de América (ASA). Una organización para defender y atender a los padres y madres de niños autistas.

No fue hasta 1969, cuando figuras como Leo Kanner tuvieron que retractarse. Fue en una convención estadounidense para padres con niños en el espectro del autismo cuando expresó públicamente lo siguiente: “por la presente, absuelvo oficialmente a los padres y a las madres de la causa de este trastorno”.

Sin embargo, el daño ya estaba hecho y, en muchos casos, fue irreparable. Desde entonces y hasta la actualidad, la comunidad científica solo tiene un propósito: lograr intervenciones biomédicas efectivas. Los padres y las madres son el mejor soporte para los niños con TEA y merecen toda nuestra admiración y apoyo. También nuestras disculpas.


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  • Bruno Bettelheim (2012). La fortaleza vacía. Autismo infantil y el nacimiento del yo. Barcelona: Ediciones Paidós
  • Edelson, Stephen (2014) Infantile Autism: The Syndrome and Its Implications for a Neural Theory of Behavior by Bernard Rimland. Jessica Kingsley Publishers
  • Kanner, L. (1943): "Autistic disturbances of affective contact". Nerv Child 2: 217–50. "Reprint". Acta Paedopsychiatr 35 (4): 100–36. 1968.
  • Kanner, L. (1935): Child Psychiatry (traducción castellana: Psiquiatría infantil. Buenos Aires, Siglo XX, 1972.

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