¿Sabías que Maquiavelo no fue el autor de la frase «el fin justifica los medios»?

Además del escritor de «El Príncipe», la autoría del famoso dicho es atribuida a otros personajes, entre ellos Hermann Busenbaum. Te revelamos quiénes más se disputan el crédito.

En el ejercicio político pocas expresiones han dejado una huella tan profunda como la frase «el fin justifica los medios». Atribuida de manera errónea a Nicolás Maquiavelo, existe una controversia alrededor de su autoría.

Detrás de esta reflexión se esconden cuestionamientos profundos sobre la naturaleza del poder, la moralidad y la búsqueda de objetivos. En esta lectura exploraremos el significado del planteamiento, así como también las disputas sobre su verdadero autor. ¡Acompáñanos!

¿Quién dijo «el fin justifica los medios»?

La frase «el fin justifica los medios» es atribuida, por lo general, a Nicolás Maquiavelo, un político y filósofo florentino. En su libro El Príncipe, publicado por primera vez en 1531, expone la idea de que el poder en puestos de gobierno debe ser juzgado en función de los resultados obtenidos. Esto implica que las vías para llegar a un propósito poco importan si el resultado es satisfactorio.

Pero, al parecer, esta autoría es errónea, ya que en ningún momento Maquiavelo la expresa de manera textual. Por eso, otros enfoques sostienen que el origen se encuentra en la Iglesia católica y su lucha contra la inmoralidad. En este sentido, un artículo publicado por la Revista Labirinto considera que fue el jesuita Hermann Busenbaum el verdadero autor.

En 1645, Busenbaum expresó una idea muy similar en su manual de ética, titulado Medulla theologiae moralis. La expresión latina que utilizó fue «cum finis est licitus, etiam media sunt licit». Su traducción sería ‘Cuando el fin es lícito, también lo son los medios’.

Con todo esto, es importante destacar que la autoría de la frase todavía es objeto de debate. Aunque con seguridad se puede decir que Nicolás Maquiavelo no fue su real creador.

Otros autores a los que se les atribuye esta reflexión

Además de Nicolás Maquiavelo y Hermann Busenbaum, hubo otros autores a los cuales se les atribuye el dicho en cuestión. Tal es el caso de Ignacio de Loyola, Napoleón Bonaparte y Thomas Hobbes.

Ignacio de Loyola (1491-1556) fue un soldado y sacerdote fundador de la orden religiosa jesuita. Se atribuye al mismo la frase «el fin justifica los medios» porque su comunidad religiosa funcionó, al inicio, en la clandestinidad. Así, Loyola tuvo que recurrir a medios ilegales para poner en funcionamiento su sociedad de creyentes.

Por su parte, Napoleón Bonaparte era un ávido lector de Maquiavelo. Por eso, se dice que escribió una frase muy similar en sus anotaciones personales del ejemplar de El Príncipe que luego popularizó.

En el caso de Thomas Hobbes, en su obra Leviatán, sostiene que el Estado debe utilizar el miedo como una herramienta para garantizar la seguridad de los ciudadanos. En otras palabras, «el fin justifica los medios».

Significado de «el fin justifica los medios»

Indagando en lo que significa la frase, hallamos un punto de vista político y una perspectiva ética. En el primer sentido, el dicho nos sugiere que los gobernantes deben ser funcionarios y flexibles, con el objetivo de mantener el poder y la estabilidad. De tal manera, no importa qué se haga, interesa preservar la legitimidad política.

Sin embargo, esto resulta complejo, pues no se trata solo de las decisiones del gobernante de turno, sino también de las consecuencias que ello traería a la comunidad.

En este aspecto, la interpretación usual que se hace del fin como justificación de los medios, a partir de la lectura de Maquiavelo, cierra este dilema moral. Sin importar qué hagas, serás respaldado por los buenos resultados.

Por otro lado, desde una perspectiva ética, la moralidad de una acción será determinada por el resultado final y no tanto por los medios utilizados para lograrlo. Esto supone que, en ciertas situaciones, es lícito usar de recursos inmorales si el fin es beneficioso.

Maquiavelo y la verdadera interpretación de la frase

Como dijimos en apartados anteriores, es habitual que la reflexión sobre el fin justificando los medios sea atribuida a Nicolás Maquiavelo, por su obra El Príncipe. En la misma, este filósofo analizó el ejercicio de poder y la toma de decisiones estratégicas.

No obstante, la Revista de Filosofía El Basilisco sugiere que hay un error de interpretación muy habitual en cuanto a esta frase se refiere. De acuerdo con la publicación, no se trata de la utilización de cualquier medio para un determinado fin.

Más bien, importa que exista una coherencia entre fin y medios. A modo de ejemplo, si un gobernante dice que su fin es mejorar la educación, sus medios no pueden ser privar la misma a determinados sectores vulnerables. En ese caso, no existiría coherencia entre la finalidad y las vías para lograrla.

Posibles usos de este dicho en la sociedad actual

Que el fin justifique los medios puede practicarse en diversos ámbitos como la política, los negocios y la educación. En el primer caso, es posible que los gobernantes sostengan que, si una medida es provechosa para el país o la sociedad, entonces es válida. Por lo tanto, en la política, no importaría si se vulneran los derechos individuales o la opinión pública.

En el sector empresarial, es habitual que se priorice el aumento de las ganancias o superar a la competencia. Si eso sucede, en los negocios, las medidas tomadas serán exitosas, aunque suponga explotar trabajadores o degradar el medio ambiente.

En educación, este pensamiento podría ocasionar una sobreexigencia en los alumnos. Esto se debe a que los maestros considerarían que quizás es beneficioso para la vida estudiantil futura. Por ejemplo, exigir mejores calificaciones y compromiso con las tareas académicas para ingresar en la universidad; así se le dedique gran parte del tiempo a los estudios y no a otras actividades.

Una frase que atravesó la historia, más allá de su autoría

En esta exploración de la frase «el fin justifica los medios» comprendimos que su significado y sus aplicaciones han atravesado la historia. En este sentido, persiste la incertidumbre sobre su autoría. Sabemos que Nicolás Maquiavelo no fue su verdadero inventor, sino que se le atribuye tal dicho porque es una síntesis de su pensamiento.

Por otro lado, la frase resulta fructífera en contextos donde las decisiones estratégicas y los objetivos, a menudo, entran en conflicto. Tal es el caso de la política, los negocios y la educación. Así las cosas, qué priorizar: ¿los resultados o los medios?