Mi hijo tiene miedo a otros niños: ¿qué hago?

Te ofrecemos 6 ideas clave para acompañar a tu hijo, pero recuerda: pide ayuda profesional si la situación lo requiere.
Mi hijo tiene miedo a otros niños: ¿qué hago?
Laura Ruiz Mitjana

Escrito y verificado por la psicóloga Laura Ruiz Mitjana.

Última actualización: 01 agosto, 2022

Mi hijo tiene miedo a otros niños: ¿qué puedo hacer? ¿Estás en esta situación y no sabes muy bien cómo actuar? En estos casos, lo primero que puedes hacer es intentar identificar la causa que explique dicho miedo.

Las fobias específicas suelen aparecer a raíz de un evento traumático relacionado con el objeto fóbico (en este caso, otros niños), o por otras razones bien diversas. Es importante tenerlo en cuenta y revisar si hubo, en la vida de tu hijo, un evento de este tipo. Un psicólogo infantil puede ayudarte en estos casos.

Por otro lado, los miedos infantiles son bastante frecuentes, y muchos de ellos son evolutivos (por lo tanto, desaparecen de forma espontánea con el propio desarrollo del niño). Sin embargo, siempre hay cosas que podemos hacer para acompañar a nuestro pequeño.

Mi hijo tiene miedo a otros niños: ¿qué hago?

Si este pensamiento “mi hijo tiene miedo a otros niños” te angustia y deseas empezar a hacer algo por tu hijo, a continuación compartimos algunas ideas clave para que puedas empezar a acercarte a lo que le ocurre. Eso sí, recomendamos acudir a un profesional si los síntomas interfieren verdaderamente en su funcionamiento y su bienestar.

Niña triste sentada en el suelo

Intenta marcar ritmos que no sean muy exigentes

Presionarle para que se acerque o juegue con otros niños es lo último que debes hacer, y sobre todo al principio. Está bien que se exponga a la situación, sí, pero de forma progresiva y natural, teniendo muy en cuenta qué tratamos como una obligación. Por ello, es importante que valides sus emociones y le acompañes sin juzgarle. Intenta averiguar qué hay detrás de ese miedo.

Identifica las causas de ese miedo

Este tipo de miedo surge por diferentes razones. Por ello, es importante entenderlas. Habla con él, obsérvalo, plantéate hipótesis sobre lo que le está ocurriendo… ¿Le ha sucedido siempre? ¿Ha habido algún factor desencadenante de este miedo? ¿Se da en todos los contextos o solo con desconocidos?

Para entender las causas de este miedo, muchas veces será recomendable pedir ayuda profesional, en este caso de un psicólogo infantil. Una vez identificados el origen y las causas, será imprescindible trabajar en ellas (dependiendo del motivo, existen determinados tratamientos u otros).

Que sepa que sigues ahí

A la hora de afrontar la situación temida, tu hijo deberá hacerlo de forma progresiva y, sobre todo, sabiendo que estás cerca. Por ejemplo, si vas con él al parque y le notas angustiado cuando otros niños se le acercan, recuérdale que estás ahí. Que puede acceder a ti en cualquier momento y que no está solo. Con el tiempo, podrás ir retirándote de la situación, favoreciendo que empiece a afrontarla solo.

Que se acerquen a él lentamente y sin invadir

Intenta, en la medida de lo posible, que los otros niños se acerquen a él de forma progresiva. Que el planteamiento de la interacción no sea invasivo, porque eso solo incrementará ese miedo.

Si es necesario, habla con los otros niños y explícales que es mejor que se acerquen sin gritar, poniéndose a su altura (intentando que tu hijo los vea como iguales). Otra idea que puedes tener en cuenta, sobre todo si tu hijo es muy pequeño, es que los niños se acerquen a él ofreciéndole algún juguete, por ejemplo. Pero nunca acercarse abrazándole directamente, por ejemplo, sino de forma progresiva.

Acercamientos progresivos (exposición)

Ante las fobias específicas, como sería el miedo a otros niños, la terapia más validada hasta la fecha es la terapia de exposición. A través de ella, el sujeto se acerca progresivamente a las situaciones temidas, para que cada vez sea más capaz de “soportarlas” sin ansiedad.

La idea es que poco a poco el niño desasocie (la asociación se debilite) el estímulo temido (en este caso, los otros niños) con la respuesta de miedo y ansiedad. Esta técnica también favorece que el niño entienda que su miedo es desproporcionado, ya que en esa situación el peligro es mínimo.

Niña mirando a otros niños jugando

Dale su tiempo

Aunque apliques la exposición, será importante que le des tiempo a tu hijo. Sobre todo, si este miedo a surgido a raíz de una experiencia traumática con otros niños (en estos casos, lo mejor será acudir a terapia).

Ten paciencia; ofrécele a tu hijo la posibilidad de observar y de decidir cuándo quiere acercarse o no los demás. Una cosa es que nosotras le demos “el empujón”, pero nunca forzándolo sino respetando sus ritmos.

 “Los niños no recuerdan lo que tratas de enseñarles. Recuerdan lo que eres”.

-Jim Henson-

Hemos visto algunas ideas que podemos llevar a cabo para ayudar a nuestro hijo en caso de que tenga miedo a otros niños. Insistimos, la clave es entender de dónde surge ese miedo y, sobre todo, adaptarnos a la edad del niño.

A veces es un miedo que surgirá por el propio desarrollo del niño, o por su temperamento inseguro, que hace que tenga miedo a esta situación y a otras similares. Pero no siempre es así.

Si, por ejemplo, surge de un evento traumático con otros niños, como podría ser una experiencia de bullying, es importante no forzarlo. Dialogar con él, validar sus emociones y que entienda que estamos ahí. Pero, sobre todo, pedir ayuda profesional.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.


  • Cerezo, F. (2009). Bullying: análisis de la situación en las aulas españolas. International Journal of Psychology and Psychological Therapy, 9(3): 383-394.
  • Santesteban-Echarri, O. et al. (2016). Tratamiento cognitivo-conductual de fobia específica en la infancia: estudio de caso. Ansiedad y Estrés,22(2-3):80-90.
  • Valiente, R., Sandín, B. & Chorot, P. (2003). Miedos en la infancia y en la adolescencia. Librería UNED, Madrid.

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.