Mi pareja no quiere a mi familia: ¿qué hacer?

¿A tu pareja no le gusta tu familia? Si es así, seguro que te has preguntado qué puedes hacer en este momento. Te lo contamos.
Mi pareja no quiere a mi familia: ¿qué hacer?
Sara González Juárez

Escrito y verificado por la psicóloga Sara González Juárez.

Última actualización: 06 octubre, 2022

Las presentaciones familiares suelen ser un momento importante en las relaciones de pareja. Precisamente en este contexto, hay ciertas situaciones que crean problemas en la relación con la familia política y que suelen acabar contigo preguntándote: “¿por qué mi pareja no quiere a mi familia?”.

Para algunos, el hecho de que su pareja y su familia se lleven bien es fundamental. Sin embargo, no es un aspecto que se pueda controlar al 100 %, y es normal que, tarde o temprano, aparezca el conflicto.

¿Cómo se llega a este punto? ¿Qué hacer para solucionarlo? El primer paso es identificar la causa. Después, puedes utilizar alguna de las ideas que te proponemos en este artículo para reconducir la situación.

Mi pareja no quiere a mi familia, ¿por qué?

Si bien has tenido cierto poder de elección sobre con quién te emparejas, que su familia sea agradable y os llevéis bien es totalmente una lotería; lo mismo sucede con sus amigos. Pues bien, al revés también sucede: siempre existe la posibilidad de tu pareja se lleve mal con tu familia o que simplemente no exista sintonía.

Por eso, si os enfrentáis a este problema, lo primero será averiguar las respuestas a la pregunta de “¿por qué mi pareja no quiere a mi familia?”. A continuación tienes las razones más habituales.

Pareja enfada

1. A tu familia no le gusta tu pareja

Puede que sea tu familia la que haya mostrado rechazo en primer lugar, y eso afecte a la opinión de tu pareja. Si el clima entre ambas partes es tenso y distante, es lógico que tu pareja muestre reticencia a participar en reuniones familiares.

Una de las situaciones más comunes entre pareja y familia es que esta última considere a la primera “insuficiente” para ti. Esto suele llevar a momentos incómodos, aumentando la falta de confianza y la distancia en el trato.

2. Tienen pocos puntos en común

Si tu pareja y tu familia no tienen nada en común -gustos, costumbres, personalidades- es fácil que se resista a ir a verles o tener trato con ellos.

Un ejemplo de esto sería que tuvieras una familia muy aficionada al fútbol y una pareja que odia los deportes: seguramente se aburra en las conversaciones con tus congéneres.

3. Tu pareja siente que tu familia se entromete demasiado

Especialmente en edades jóvenes -aunque también ocurre en edad adulta y madura-, puedes encontrarte con familias políticas que se entrometen demasiado en la relación. Quizá para ti no sea tan grave, pero para una persona acostumbrada a ser más independiente de su familia puede ser un problema.

¿Qué hago si a mi pareja no le gusta mi familia?

Si estás viviendo esta situación y no actúas, es posible que llegues a un punto en el que te sientas entre la espada y la pared: ¿cómo conseguir que tu pareja vea a tu familia? ¿Es posible conseguir una reunión en la que no haya tensión por ambas partes? ¿Hasta cuándo es soportable esta situación?

Lo primero será siempre establecer un diálogo constructivo con tu pareja. Debéis definir de forma concreta las razones por las que no le gusta tu familia y pensar en una solución los dos juntos.

No obstante, la primera responsabilidad será tuya, pues se trata de tu familia y tu pareja. Aunque haya aspectos que no puedas controlar, es bueno que ambas partes perciban que tratas de mejorar su relación. A continuación tienes algunas directrices generales que te pueden ayudar a conseguirlo.

1. Habla con tu familia

Hazles saber la situación y analiza con ellos qué puede estar pasando. De esta forma averiguarás qué podría estar molestándoles de tu pareja y viceversa. Otra opción es darle vía libre a tu pareja para que hable con ellos sin intermediarios, aunque personas más tímidas podrían preferir que sea tú quien establezca el diálogo.

Estás en tu derecho de pedirle a tu familia que sea educada con tu pareja. Si están ocurriendo situaciones degradables y faltas de respeto por parte de tus congéneres, por mucho que su personalidad no les agrade, deben respetarla.

2. Organiza alguna actividad con ambas partes

Es posible que haya algún contexto o actividad donde tanto tu familia como tu pareja se sientan cómodos y puedan estrechar lazos. Lo ideal sería que lo preparéis vosotros en conjunto, pues eso le dará una posición de seguridad a tu pareja.

Por ejemplo, si a todos os gusta la comida asiática, podéis organizar una cena en vuestra casa o en un lugar que a tu pareja le resulte agradable.

3. Expresa tus sentimientos en una reunión común

Si ambas partes se están comportando de forma inadecuada la una con la otra, puedes probar a juntarlas en un mismo lugar y abordar el problema de forma directa.

La efectividad de esta técnica dependerá del nivel de tensión, la capacidad comunicativa de ambas partes y de sus intenciones sobre arreglar el problema.

Hombre hablando con su familia

¿Qué pasa si a mi pareja no le gusta mi familia y no lo puedo arreglar?

Llegados a un punto insostenible, en el que tu pareja se niega en rotundo a tener relación con tu familia, puede que sientas que tienes que escoger. No obstante, no siempre es una decisión tan radical.

Si bien es cierto que en relaciones monógamas y estables las familias políticas casi siempre tienen algún grado de contacto con la pareja, este se puede modular y adaptar. Llegando a un acuerdo mutuo, deberías poder repartir tu tiempo entre tus familiares y tu pareja.

Y si tu pareja te pone en la situación de tener que elegir entre tu relación y tu familia, posiblemente tengas que hacerlo. Aunque es un momento duro y por el que no deberías tener que pasar, intenta que tu decisión sea lo más honesta que puedas y que vaya acorde a tus valores y preferencias, y con las de tu pareja; lo que no quita para que las tengas en cuenta.


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