Myers & Briggs: dos amas de casa que cambiaron la psicología

El test de Myers & Briggs es uno de los más utilizados en el mundo. Detrás de este instrumento hay una historia de amor por el conocimiento y de desafío a las costumbres de las viejas épocas.
Myers & Briggs: dos amas de casa que cambiaron la psicología
Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Escrito por Edith Sánchez

Última actualización: 29 marzo, 2023

Si se habla de Myers & Briggs, lo más probable es que la mayoría de la gente no sepan a qué hace referencia. En cambio, si se menciona el MBTI, quizás muchos reconozcan en estas siglas a uno de los test o indicadores más famosos para la evaluación de la personalidad.

El MBTI es una de las pruebas de personalidad de mayor uso en el mundo, a pesar de que muchos consideran que no es válida; ya que, a su juicio, no tiene suficientes bases científicas. No obstante, este instrumento, diseñado por Myers & Briggs, ha sido estudiado y existen evidencias de su validez.

Lo cierto es que detrás de esta popular prueba hay una historia muy interesante. Myers & Briggs son los apellidos de madre e hija. Eran dos amas de casa que, sin ser psicólogas, diseñaron la evaluación hace mucho tiempo. No pensaron que décadas después seguiría vigente en múltiples organizaciones de todo el mundo. Conozcamos su historia.

«Briggs y Myers fueron de las primeras en percibir lo hambrientas que estaban las masas de respuestas simples al problema del autoconocimiento».

-Merve Emre-

Myers & Briggs

La fórmula Myers & Briggs alude a Isabel Myers y Katharine Briggs, hija y madre respectivamente. La historia comienza con Katharine, una mujer nacida en Estados Unidos en 1875, de gran curiosidad intelectual. De hecho, provenía de una familia de académicos y no tardó en mostrar gran inclinación hacia el estudio y los libros.

En su tiempo, se creía que la actividad intelectual podía dañar la capacidad reproductiva de una mujer. Pese a esto, Katharine se educó, fue a la universidad y obtuvo un título en agricultura. Después se convirtió en maestra. Sin embargo, en aquella época se esperaba de ella que se casara y tuviera hijos.

Y así lo hizo, por fortuna, con un físico llamado Lyman Briggs, que no veía con malos ojos las aventuras intelectuales de su esposa. Incluso, se destinó una habitación de la casa para que sirviera como su estudio personal. De esta unión nació Isabel, única hija y «objeto» de investigación de su madre.

Varios retratos
La idea de llevar a cabo estas evaluaciones es conocer la personalidad, partiendo de las teorías de Carl Jung.

Un laboratorio en casa

El nacimiento de Isabel dio origen a la dupla Myers & Briggs. Katharine pensó que era buena idea inaugurar un laboratorio de investigación en su propia casa y con su propia hija. Lo llamó Laboratorio cósmico de entrenamiento de bebés.

Pensaba que se le podía dar un sustento científico a la crianza y se permitió hacer «pequeños experimentos» con su hija. En particular, Katharine se dedicó a observar las conductas de Isabel. Fruto de ello nació el Diario de una madre sobre obediencia y curiosidad. Allí anotaba las reacciones de la niña frente a determinados estímulos, ilustrando cómo conseguía que su pequeña fuera al mismo tiempo obediente y curiosa.

Su inquietud intelectual la llevó a conocer el libro Tipos psicológicos, de Carl Jung; a partir de ese momento sería una referencia para ella. Además, estableció correspondencia con el propio Jung. Tras cinco años de estudios, Myers pensó que valdría la pena hacer un cuestionario para que cada persona pudiera identificar su tipo según la teoría de Jung. Lo materializó.

Test de personalidad de Myers & Briggs
En la actualidad, el cuestionario de Myers & Briggs se aplica en cientos de empresas de todo el mundo.

Isabel y la continuación del trabajo

Entre tanto, Isabel mostró tener dotes similares a los de su madre. En su espíritu habitaba una investigadora. Estudió Ciencias Políticas en la universidad, pero, al igual que Katharine, no pasó mucho tiempo antes de que decidiera casarse. También como su madre, el matrimonio no fue obstáculo para dar rienda suelta a sus inquietudes intelectuales.

Isabel continuó con el trabajo que inició su progenitora. De este modo, terminó de darle forma al MBTI o Indicador de tipo Myers & Briggs. Este tenía como base los tipos de personalidad establecidos por Carl Jung, pero Isabel aportó sus propias observaciones al cuestionario.

La joven pensó que el test funcionaría mucho mejor si se aludía a situaciones cotidianas, así las personas se identificarían de una manera más sencilla. Acertó. El cuestionario comenzó a volverse popular. Además de esto, ella mostró gran interés por la escritura de ficción. El MBTI le ayudó a darle forma a uno de sus personajes, escribiendo una novela que publicaría en 1929.

Lo cierto es que el MBTI o Indicador Myers & Briggs, comenzó a ser utilizado por el personal de inteligencia de los Estados Unidos. Después, muchas compañías se apegaron al uso de este, al igual que varias universidades. En la actualidad, aún se aplica en diversas organizaciones, pero pocos conocen la historia que hay detrás de este instrumento.


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