Pávlov y el condicionamiento clásico

El condicionamiento clásico es uno de los descubrimientos más importantes e icónicos dentro de la psicología. Gracias a él, el conductismo formuló gran parte de sus postulados teóricos sobre el aprendizaje.
Pávlov y el condicionamiento clásico
Alejandro Sanfeliciano

Escrito y verificado por el psicólogo Alejandro Sanfeliciano.

Última actualización: 23 mayo, 2022

El experimento de Iván Pávlov y sus perros es uno de los más conocidos y notables (por lo que supuso) de la historia de la psicología. Gracias a este pequeño descubrimiento accidental, se empezó a construir una teoría psicológica del aprendizaje. Los estudios de Pávlov nos han ayudado a comprender el aprendizaje asociativo a través del condicionamiento clásico.

El condicionamiento clásico consiste en la asociación de un estímulo inicialmente neutro con un estímulo significativo. De esta manera, cuando se presente el estímulo neutro, en ausencia del otro, se dará una respuesta similar a la que se produciría si se presentara el estímulo significativo. Esta capacidad de asociar estímulos, por muy dispares que sean los mismos, nos ayuda en multitud de situaciones diarias.

A continuación, para aproximarnos a la comprensión del condicionamiento clásico, vamos a tratar dos aspectos. En primer lugar, hablaremos del experimento de Pávlov y de su investigación y, posteriormente, presentaremos los componentes que conforman este tipo de condicionamiento.

El experimento de Pávlov

Iván Pávlov, fisiólogo ruso, investigó la salivación de los perros en presencia de la comida. En este contexto, un día se percató de que los perros empezaban a salivar antes de presentarles la comida. Solo el hecho de someter a los perros a las condiciones del experimento les provocaba la respuesta de salivación.

La deducción a la que llegó Pávlov fue que sus perros de alguna manera habían asociado el experimento con la presentación de la comida. Así, para desentrañar los misterios de ese aprendizaje, Pávlov empezó a diseñar una serie de experimentos. Su objetivo era contrastar su hipótesis de que cuando dos estímulos son presentados de manera contingente, estos quedan asociados.

Mano con campana y perro

El experimento que demostró la existencia del condicionamiento clásico fue la asociación de un sonido de una campana con comida. Para lograr esto, Pávlov colocó a una serie de perros unos medidores de salivación. El procedimiento consistía en que Pávlov tocaba una campana y después se les presentaba la comida. Y obviamente, después de presentar la comida, los medidores indicaban salivación en los perros.

Ahora bien, tras una serie de presentaciones de los dos estímulos (campana y comida) de manera contingente, Pávlov logró que estos quedaran asociados. Esto quedó demostrado porque la presentación del sonido de la campana en solitario lograba provocar la salivación en los perros. Eso sí, es importante matizar que esta era menor que la salivación que se producía ante la presentación de la comida.

Este experimento demostró que un estímulo inicialmente neutro puede provocar una respuesta totalmente nueva a través de la asociación de este a un estímulo significativo. Esto es lo que se conoce como condicionamiento clásico.

Los componentes del condicionamiento clásico

A la hora de analizar el condicionamiento clásico podemos decir que se compone de cuatro componentes principales. Estos componentes son el estímulo incondicionado y condicionado, y la respuesta incondicionada y condicionada. Entender las relaciones y formación de estos componentes nos va a ayudar a entender el condicionamiento clásico.

A continuación explicamos brevemente cada uno de estos componentes y la relación entre ellos:

  • Estímulo incondicionado (EI): es aquel estímulo que ya posee un carácter significativo para el sujeto. Es decir, un estímulo que es capaz de provocar una respuesta por sí solo. En el experimento de Pavlov, el estímulo incondicionado sería la comida.
  • Respuesta incondicionada (RI): es la respuesta que emite el sujeto ante el estímulo incondicionado. En el caso del experimento, la respuesta incondicionada sería la segregación de saliva a causa de la presentación de la comida.
  • Estímulo condicionado (EC): este sería el estímulo inicialmente neutro, que no genera ninguna respuesta significativa en el sujeto. Pero, a través de la asociación con el estímulo incondicionado, este es capaz de emitir una nueva respuesta. En el caso del experimento de Pávlov sería el sonido de la campana.
  • Respuesta condicionada (RC): es la respuesta que se emite tras la presentación del estímulo condicionado. En el caso del experimento sería la salivación de los perros tras escuchar el sonido de la campana.
Perro con lengua por fuera

El condicionamiento clásico consiste en la interacción de estos componentes. La presentación de un estímulo neutro junto con un estímulo incondicionado en multitud de ocasiones va a transformar el estímulo neutro en un estímulo condicionado. Y por esta razón el estímulo condicionado dará una respuesta condicionada, similar a la respuesta incondicionada. Creando de esta manera un nuevo aprendizaje a través de la asociación de dos estímulos.

Cómo funciona el condicionamiento clásico

El condicionamiento clásico implica la formación de una conexión entre dos estímulos, lo que resulta en una respuesta aprendida. Para llegar a este resultado se transitan tres fases básicas.

Fase 1: antes del condicionamiento

En esta fase, el estímulo incondicionado produce una respuesta incondicionada. Esto quiere decir que un estímulo ambiental ha generado una respuesta que no se ha aprendido (es decir, no está condicionado) y, por lo tanto, es una respuesta natural que no se ha enseñado. En este sentido, aún no se ha aprendido ninguna conducta. Por ejemplo, un virus (EI) produciría una respuesta de náuseas (RI).

Esta fase incluye a otro estímulo que no tiene efecto alguno sobre el organismo, o sea, es un estímulo neutro. Este puede ser una persona, un objeto, un lugar, etc. El estímulo neutral no causa una respuesta hasta que se asocia con el estímulo incondicionado.

Fase 2: durante el condicionamiento

Durante esta fase del proceso de condicionamiento clásico, el estímulo neutral se asocia repetidamente con el estímulo incondicionado. Como resultado de este emparejamiento, se configura una conexión entre el estímulo previamente neutral y el estímulo incondicionado.

En este momento, el estímulo que una vez fue neutral se conoce ahora como estímulo condicionado (EC). El organismo ha sido condicionado (enseñado) para responder a este estímulo. El EC es un estímulo previamente neutral que, después de asociarse con el estímulo incondicionado, finalmente llega a desencadenar una respuesta condicionada parecida a la que el EI es capaz de provocar.

Fase 3: después del condicionamiento

Una vez que se ha realizado la asociación entre el EI y el EC, la presentación del estímulo condicionado solo provocará una respuesta, incluso sin el estímulo incondicionado presente. A esta respuesta resultante se conoce como respuesta condicionada. Por ejemplo, una persona (EC) que se ha asociado con un buen perfume (EI) ahora se encuentra atractiva (RC), pero antes de la asociación, siendo un EN, no se percibía de esa forma. 

Ejemplos de condicionamiento clásico

En la vida cotidiana se pueden observar muchos ejemplos de este tipo de condicionamiento. Algunos de ellos son:

  • En la escuela el timbre significa el comienzo del recreo. Cuando se repite, los alumnos lo asocian con la sensación de independencia y tranquilidad que experimentan durante el recreo.
  • Una experiencia traumática asociada a un espacio concreto puede provocar una sensación desagradable cuando la persona vuelve al lugar donde tuvo lugar el suceso.
  • Cuando un niño oye el sonido de un camión de helados, se emociona inmediatamente y quiere un helado. Así que el estímulo es el ruido y la respuesta es el deseo de comer helado.
  • Tocar algo caliente. Los niños intentan rápidamente evitar esta experiencia asociando el dolor de una quemadura con un objeto que les causó daño al quemarlos.
  •  Cuando un perro ve un plato de comida, lo asocia con su contenido habitual y así transmite la emoción de comer.

En estos ejemplos se observa cómo un estímulo que en un principio no genera ningún tipo de respuesta (EN) terminando provocando una al asociarse con otros estímulos (EI) capaces de activar una respuesta.

John Watson y el descubrimiento de Pavlov

Deleitado por los hallazgos de Pavlov, John Watson planteó que el condicionamiento clásico también podría explicar el proceso de aprendizaje en los humanos. En este sentido, pensó que las emociones también se aprendían mediante la asociación condicionada. Incluso, pensó que las diferencias en el comportamiento entre humanos eran provocadas por las distintas experiencias que cada uno vivía.

Para comprobar su teoría realizó el famoso experimento con “el pequeño Albert”, un bebé de 11 meses, a quien se le condicionó a temerle a una rata blanca. El diseño era presentarle al pequeño una rata blanca y al mismo tiempo un ruido fuerte (golpeando una barra detrás de la cabeza del niño). Después de varios ensayos, el niño sollozaba con tan solo ver a la rata.

En este caso, se asoció el golpe de un martillo sobre la tabla de metal (EI) y la presencia de una rata blanca (EC) que previamente era un estímulo neutro. Por tanto, la respuesta emocional de miedo (RC), empezó a aparecer ante la sola presencia de la rata, demostrando así que el miedo puede ser aprendido por condicionamiento clásico.

De hecho, se trata de uno de los mecanismos más habituales de adquisición de fobias. Cabe mencionar que este experimento no se podría realizar en la actualidad, ya que excede los límites de la ética científica.

Para concluir, destacamos la multitud de estudios que surgieron a raíz del condicionamiento clásico, los cuales nos han ayudado a comprender en gran medida muchos aspectos del aprendizaje humano.


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