Personas emocionalmente inaccesibles: expertas en evitar conectar

La ignorancia emocional es un gran obstáculo para las relaciones. La incapacidad para conectar con los sentimientos, tanto propios como ajenos, es un gran impedimento para la creación de vínculos sólidos, sanos y duraderos. Y sobre todo, para conectar con uno mismo. De hecho, esta dificultad es el gran reto de las personas emocionalmente inaccesibles, esas que construyen muros alrededor de su corazón para evitar sentirse vulnerables y que a veces huyen cuando las emociones salen a escena.
Son perfiles caracterizados por una clara inmadurez a nivel emocional, donde incluso el amor puede llegar a convertirse en una gran amenaza. Esto no significa que no tengan relaciones, sino que generalmente tienden a abandonarlas o simplemente se cierran en banda cuando las emociones afloran. Es como si deambularan siempre con un caparazón a cuestas para refugiarse en él cada vez que lo necesiten, sobre todo cuando la situación exija un mínimo de contacto emocional.
Las personas emocionalmente inaccesibles son expertos en crear distancias, construir muros y levantar murallas para evitar el contacto íntimo con los demás, la mayoría de las veces de forma inconsciente. De ahí que sea tan complicado salir de esa especie de ostracismo emocional.
¿Cómo son las personas emocionalmente inaccesibles?
Las personas emocionalmente inaccesibles son como cualquier otra, aparentemente. Tienen sus gustos, sus pasiones, sus trabajos, su historia personal, sus defectos y, por supuesto, sus virtudes. Ahora bien, carecen de la capacidad de identificar y gestionar emociones. Probablemente, nunca se hayan preguntado cómo están ni se han detenido a escuchar su malestar.
Son personas con un aura de frialdad emocional que además, ante el mínimo síntoma de sufrimiento necesitan una huida. Son escapistas del malestar con un doctorado en el autoengaño. Y lo mismo sucede si la emoción que les invade es demasiado positiva. Quizás puedan disfrutarla más, pero esto no quiere decir que no les produzca un gran temor, sobre todo si está ligada a los demás.
Al poner una gran distancia a nivel emocional en sus relaciones, suelen parecer personas frías con escaso interés por lo que sucede a su alrededor. De hecho, les cuesta establecer vínculos afectivos para evitar sentirse vulnerables. De este modo, la frialdad emocional es su mecanismo de defensa, la forma en la que han aprendido a protegerse de las heridas del pasado.
El trato con este tipo de personas puede llegar a ser muy frustrante y complicado, especialmente si se trata de una relación de pareja, ya que la necesidad de conectar a nivel emocional resultará casi imposible. Incluso, al ser incapaces de identificar el estado emotivo de la otra persona, cuando se ven confrontados con el dolor, las lágrimas o las recriminaciones de esta pueden sentirse molestas, agobiadas y con una fuerte necesidad de escapar.
Como hemos dicho, la inaccesibilidad emocional tiende a ser inconsciente. No obstante, este tipo de personas gastan una gran cantidad de energía psicológica para evitar confrontar sus emociones. Por esta razón, solo cuando comiencen a ser consciente de lo que les ocurre podrán hacer algo al respecto. El problema es que al tener tan automatizados sus mecanismos de defensa pueden luchar hasta el final para no hacer consciente, lo que ellos consideran, su vulnerabilidad.
¿Qué pueden hacer las personas emocionalmente inaccesibles para terminar con esa dinámica?
¿Es posible entonces arrojar luz ante este fuerte bloqueo emocional? La respuesta es sí, pero añadiendo que no es fácil. Todo depende de la aceptación de la dificultad por parte de la persona y del grado de cambio que quiera alcanzar.
Por lo tanto, el primer paso es darse cuenta. Así, según se va tomando consciencia de uno mismo y se vaya permitiendo experimentar todo lo que el mundo emocional conlleva, se podrá ir avanzando. De esta forma, se comenzarán a hacer visible el dolor y el miedo, tanto propio como ajeno: poco a poco, desde la honestidad y con un gran esfuerzo.
“Una de las trampas de la infancia es que no hace falta comprender algo para sentirlo. Para cuando la razón es capaz de entender lo sucedido, las heridas en el corazón ya son demasiado profundas”.
-Carlos Ruiz Zafón-
Una vez establecidos los primeros contactos a nivel emocional y al haber aprendido cómo identificar las emociones, el siguiente paso será entrenar la habilidad de elegir cómo reaccionar ante las diferentes situaciones, desechando de este modo los automatismos. Esta es una de las herramientas más poderosas para las personas emocionalmente inaccesibles.
Por otro lado, también es importante mencionar que las personas que se encuentran alrededor de las personas emocionalmente inaccesibles también tienen que cuidarse y practicar la comprensión, si desean permanecer a su lado. Y además, trabajar en ellas mismas para ver cómo actuar al respecto y sobre todo, para entender las razones que la llevan a continuar, según la doctora en psicología Gabriella Kortsch.
Además, otro aspecto fundamental es comprender que en este tipo de situaciones no se trata de culpar a la pareja. Incluso, para la Gabriella Korstsh la persona que establece un vínculo con alguien emocionalmente inaccesible tiene conflictos no resueltos que necesita resolver y esa pareja en concreto hace que dichos asuntos salgan a la superficie. De igual modo, ambos se relacionan de la mejor forma que han aprendido hasta ese momento.
Incluso, no podemos olvidar que a veces la solución también se encuentra en terminar con la relación, ya que no podemos obligar al otro a cambiar y exigir que sea quien no es. Porque si una persona no está dispuesta a estar emocionalmente para otro y ese otro lo necesita no hay más remedio que poner fin para evitar alargar una relación que cada vez se hace más insostenible.
“Habla para que yo te conozca”.
-Sócrates-
Licenciada en Psicología por la Universidad de Salamanca (2012) y habilitada como Psicóloga General Sanitaria, número de colegiada: EX01253. Directora de TFM en el Master Universitario en Terapias de Tercera Generación de la Universidad Internacional de Valencia. Doctoranda en la Universidad de Salamanca. Máster en Psicología Clínica por el ISPCS y la AEPC (2014), Experta en Intervención Sistémica (2016), Especialista en Mediación Sanitaria, Civil-Mercantil (2013), Especialista en Psicología Psicosomática (2013) y Monitora de Educación Sexual (2013). Tutora de prácticas de psicología en colaboración con diferentes universidades (USAL, UPSA, UH). Autora colaboradora del III Plan Integral de Salud Mental de Extremadura 2016 - 2020. Ha sido directora facultativa en un centro de reconocimientos médicos (2013). Desde el 2012 ha ejercido profesionalmente en el ámbito de las drogodependencias en la Comunidad Terapéutica APOYAT, en psicooncología en el Hospital Don Benito - Vva de la Serena y AOEX, con personas con trastorno límite de la personalidad en AEXFATP y en el ámbito privado. Ha participado en congresos internacionales y jornadas de Psicología, imparte charlas y talleres en asociaciones, colegios y organizaciones. Actualmente, es la directora web de La Mente es Maravillosa, colabora con el Laboratorio de Neurociencias y ciencias sociales (LINCS) de la Escuela sistémica Argentina y la Universidad de Flores y con diversos medios de comunicación como Canal Sur Radio, Cadena Ser y Canal Extremadura, revistas como Mujerhoy, Objetivo Bienestar y Mente Sana y otros medios digitales como El Huffington Post, ABC Bienestar, Psicoactiva y El Periódico Extremadura.