Hay personas que no entienden que la vida no gira a su alrededor

Hay personas que no entienden que la vida no gira a su alrededor
Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Escrito por Raquel Aldana

Última actualización: 06 agosto, 2023

Hay personas que parecen no saber que la tierra gira en torno al sol, no en torno a ellas. No entienden que la vida no gira a su alrededor, que no son el ombligo ni del mundo ni de las personas que les rodean. Por eso es que se autoproclaman infalibles, generando con sus comportamientos un fortísimo rechazo social.

Como consecuencia mantienen comportamientos egocéntricos y llenan nuestros oídos de mensajes y comportamientos que claman atención a gritos. Unos chillidos que resultan tan ensordecedores que nos saturan y agotan con facilidad.

Lidiar con una persona que tiene comportamientos egocéntricos resulta crispante por múltiples razones. Analicemos algunas de ellas a continuación…

el corazon del narcicista o el placer de recibir a cambio de nada

El egocentrismo, el excesivo culto al yo

Creerse el centro del mundo y sentirse más importante que los demás es nefasto para una buena evolución de nuestras relaciones sociales. No nos gusta que nadie intente imponer sus opiniones, pensamiento e intereses; de hecho, con razón y buen criterio, una persona que no se cree mejor que los demás intenta llegar a un equilibrio que garantice el bien común.

La arrogancia no sabe que el bienestar de los demás es tan indispensable como el de uno mismo. Ellas, las personas egocéntricas, están seguros de que son especiales; es más, puede que incluso su personalidad sea encantadora en ciertas ocasiones.

Sin embargo cuando algo no lleva el camino que se desea, entonces se convierten en ogros, déspotas que solo quieren hacerse con la suya aunque para ello tengan que aprovecharse y manipular a la gente que les rodea.

Narciso de Caravaggio

Puede que se escuden en esa típica frase de “yo es que tengo mucho carácter” u otra variante del estilo a “yo no tengo defectos, solo que no encajamos”. Seguro a muchos de nosotros se nos vienen a la cabeza personas que en algún momento nos han acompañado o nos acompañan.

Se autopromocionan y se consideran especiales e infalibles, superiores a los demás. Esto, sin duda, tiene como consecuencia la creación de problemas a la hora de hacer amistades y de mantenerlas, pues a nadie le beneficia estar al lado de personas que solo consiguen pensar en sí mismas.

No obstante, la autoestima no tiene nada que ver con el egocentrismo: la autoestima es un querer sano y tolerante, el egocentrismo es un querer vacío, irreflexivo, excesivo e intolerante.

La gente egocéntrica realmente no se quiere sino que utilizan el escudo de proclamar su exceso de amor propio como manera de distorsionar la realidad del autoconcepto negativo que realmente esconden. Esa es la razón por la que necesitan sentirse tanto adulados como admirados.

Mujer con una máscara

Caminaba con mi padre cuando él se detuvo en una curva y después de un pequeño silencio me preguntó:

-Además del cantar de los pájaros, ¿escuchas alguna cosa más?

Agudicé mis oídos y algunos segundos después le respondí:

-Estoy escuchando el ruido de una carreta.

-Eso es -dijo mi padre-. Es una carreta vacía.

-¿Cómo sabes que es una carreta vacía, si aun no la vemos?- pregunté a mi padre.

-Es muy fácil saber cuándo una carreta está vacía, por causa del ruido. Cuanto más vacía la carreta, mayor es el ruido que hace- me respondió.

Me convertí en adulto y hasta hoy cuando veo a una persona hablando demasiado, interrumpiendo la conversación de todos, siendo inoportuna o violenta, presumiendo de lo que tiene, mostrándose prepotente y haciendo de menos a las personas, tengo la impresión de oír la voz de mi padre diciendo:

“Cuanto más vacía va la carreta, mayor es el ruido que hace”

La humildad consiste en callar nuestras virtudes y permitirle a los demás descubrirlas. Y recuerden que existen personas tan pobres que lo único que tienen es dinero. Y nadie está más vacío que aquel que está lleno de sí mismo.

corazón con agujas

Tipos de egocentrismo o tipos de carretas vacías

De la historia y la cultura popular podemos extraer varios tipos de personas que se ensalzan en exceso:

  • Estrellas: son aquellas personas que buscan admiración y contemplación.
  • Nerón: son aquellas personas que anhelan dominar y someter, es decir, remarcar su poder a través de la máxima “nunca te fíes de nadie”.
  • Cenicienta: son los victimistas que hacen de su “continuo sufrimiento” un arma para conseguir la atención de los demás.
  • Solitario o tortuga: básicamente hace de su mundo su lugar de reproche y crítica, creyendo que nadie merece nada más que él.

No obstante, hay tantos tipos de egocentrismo como personas que pecan de él. Muchos de nosotros lo haremos o ya lo hemos hecho en algún momento de nuestra vida. Ante todo es esencial concienciarnos y aparcar los comportamientos egoístas, ya que hacen un enorme daño tanto a los demás como a nosotros mismos.

Lo importante es no dar crédito y atención a los comportamientos egolatras, pues haciéndolo solo contribuiremos a que esas personas sigan considerándose el ombligo del mundo y, como ya sabemos, el centro del universo no es un lugar que esté determinado por nadie.


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