¿Por qué es tan graso el cerebro?

Las grasas, al igual que las vitaminas o las proteínas, ayudan a que nuestro cuerpo funcione mejor cuando están presentes en nuestra dieta en la proporción adecuada. Para entenderlo un poco mejor, hoy queremos centrarnos en el cerebro y su composición.
¿Por qué es tan graso el cerebro?
María Vélez

Escrito y verificado por la psicóloga María Vélez.

Última actualización: 07 abril, 2020

Las grasas parecen ser el enemigo que tratan de combatir la mayoría de las dietas. Sin embargo, el cerebro es graso y la necesita para funcionar. De hecho, es el componente más abundante del cerebro (alrededor de un 60 %), junto con el agua. Este dato hace que sea el órgano que más grasa tiene del cuerpo.

Así, el cerebro recoge gran parte de la grasa que ingerimos y al contrario de lo que se pueda esperar, no lo hace para obtener energía.

Igualmente, cuando consumimos menos kilocalorías, no estamos reduciendo el nivel de grasa del cerebro. Es más, reducirla mediante una dieta baja en grasas no haría más que afectar a sus funciones vitales. Así que asumir que la grasa es mala para el cerebro no es correcto, ya que forma parte de su estructura e interviene en su rendimiento.

Cerebro sobre fondo

¿Por qué tiene grasa?

En primer lugar, es necesario aclarar que la grasa que se encuentra en el cerebro no es la misma que la de los tejidos adiposos. Esta, además de aislar a los distintos órganos del cuerpo, tiene una función energética. Sin embargo, en el caso del cerebro no es así.

Por un lado, el cerebro necesita grasa porque es un gran aislante de la electricidad. Las neuronas y, por tanto, las diferentes regiones cerebrales se comunican entre sí mediante impulsos eléctricos. Sin esa grasa que recubre los axones de las neuronas (llamada mielina), los impulsos que transmiten información se dispersarían y no llegarían a su lugar de destino. Además, la electricidad producida podría dañar el tejido cerebral quemándolo.

De esta manera, la grasa absorbe el calor, aísla la electricidad y permite una mayor conductancia. Esto quiere decir que el impulso eléctrico es capaz de viajar más rápido y de forma efectiva.

Por otro lado, la grasa es clave para el desempeño de las tareas del cerebro, así como para renovar y restaurar neuronas dañadas. En este sentido, la falta de grasa provocaría un deterioro del cerebro físico y funcional. Por contra, niveles óptimos de grasa podrían prevenir enfermedades neurodegenerativas.

¿Qué grasa es buena para el cerebro?

Son muchos los alimentos que contienen grasas, pero no todas ellas son buenas para la salud ni para el cerebro. De las grasas presentes en el cerebro, el 25 % es colesterol, el cual es fundamental para la memoria y el aprendizaje. De hecho, las mismas células cerebrales se encargan de fabricar colesterol.

De todas las grasas, las favoritas del cerebro son los ácidos grados poliinsaturados, también conocidos como omega. Estos, y en concreto el omega-3, son ácidos grasos necesarios para el funcionamiento del cerebro y necesitan reponerse cada cierto tiempo. En este caso, el cuerpo humano no fabrica este tipo de nutrientes, por lo que es esencial que se obtengan mediante la alimentación.

Así pues, los mejores alimentos que podemos tomar para aportar grasa al cerebro son:

Pescado azul

Son muy ricos en omega-3 los pescados como las sardinas, el atún o la caballa. Además, son muy saludables en general, y beneficiosos en épocas de estrés o depresión. Una recomendación para potenciar el efecto es tomarlos fresco y, a poder ser, no muy grandes, pues contienen menos metales.

Aceite de oliva virgen extra

Este tipo de aceite, prensado en frío, tiene una alta cantidad de polifenoles, unos antioxidantes que previenen el envejecimiento y deterioro de las neuronas. Es importante saber que estos efectos saludables se pierden cuando el aceite está muy caliente.

Aceite de oliva

Nueces

Seguramente sea uno de los referentes como alimento beneficioso para el cerebro, y el cual además se parece a uno. Las nueces son la mayor fuente de omega-3 de origen vegetal, por lo que son muy buenas para estimular el cerebro y protegerlo. 

Aguacate

Este considerado superalimento contiene unas 20 vitaminas y minerales, como la vitamina C, K, B6, potasio, magnesio, hierro, etc. y además aporta esa dosis de ácidos grasos monoinsaturados necesaria para el cerebro. Este alimento, aporta energía suficiente al cerebro y mejora el rendimiento de las funciones cognitivas.

En definitiva, la mejor alimentación es aquella que cubre las necesidades nutricionales de nuestro cuerpo. Tener una dieta baja en grasas puede ser saludable para determinadas personas y en determinados momentos; sin embargo, las grasas, en su proporción adecuada, no dejan de ser necesarias.


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