La atención se encuentra en la base de la mayoría de procesos psicológicos y es en sí misma compleja. De…
Quejas subjetivas de memoria: ¿deben preocuparnos?
¿Has oído hablar de las quejas subjetivas de memoria? Te contamos qué son y si deben preocuparnos.

Según nos hacemos mayores, tendemos a preocuparnos cada vez más por nuestras funciones cognitivas, y en especial por la memoria. ¿Quién no ha pensado aquello de “mi memoria ya no es la de antes”? Es cuando una persona se queja de que tiene pérdidas de memoria que hablamos de quejas subjetivas de memoria o QSMs.
La memoria, por tanto, es una función que ponemos a prueba diariamente y precisamente por eso -y sobre todo cuando comenzamos a sufrir olvidos- tiende a ser frecuentemente cuestionada.
El concepto tras las siglas QSM, según Peña (2015), implica varios factores:
- El juicio de la persona sobre su rendimiento de memoria.
- La subjetividad de dicho rendimiento.
- El objeto de la queja -los llamados ‘olvidos cotidianos’-.
Esto quiere decir que las personas, en general, conocen su memoria y la capacidad de la misma y es por esto mismo por lo que detectan fácilmente un descenso en el rendimiento de esta función.
“No sé quién soy y no sé qué será lo siguiente que pierda”.
-Julianne Moore, Alice Howland–
¿Tienen relación con el deterioro cognitivo leve?
Para algunos autores, como Reid & Maclullich (2006), las QSM tienen significado clínico por su relación con las alteraciones de memoria; también por suponer un riesgo de deterioro cognitivo posterior y por servir de un tipo de medida de depresión y de personalidad.
Estas quejas, por lo general, para cumplirse como criterio diagnóstico, deben ser corroboradas por un familiar o allegado y ser expresadas ante un clínico de Atención Primaria o especializada; además de ser motivo de preocupación para la persona.
En la actualidad, las quejas subjetivas de memoria se incluyen como criterio diagnóstico del deterioro cognitivo leve (DCL), según Petersen et al. (1999), así como del trastorno neurocognitivo menor, como indica el manual DSM-V.
Criterios diagnósticos del DCL (Petersen et al., 1999)
- Pérdida de memoria, referida por el paciente o por un informador fiable.
- Facultad de memoria inferior o por debajo de la media para su edad.
- Cognición general normal.
- Normalidad en las actividades de la vida diaria.
- Ausencia de criterios diagnósticos de demencia.
Criterios diagnósticos del trastorno neurocognitivo menor (según el DSM-V)
- Evidencia de un declive cognitivo modesto desde un nivel previo de mayor desempeño en uno o más
de uno de los dominios cognitivos. - Los déficits cognitivos son insuficientes para interferir con la independencia pudiendo ser preciso esforzarse más, utilizar estrategias compensatorias o hacer una acomodación para mantener la independencia.
- Los déficits cognitivos no ocurren exclusivamente en el contexto de un delirium.
- Los déficits cognitivos no son atribuibles de forma primaria a la presencia de otros trastornos mentales.
Pero no ha sido este el primer momento en el que se ha tenido en cuenta la existencia de las QSM. Fue Kral, en 1962, el que introdujo este concepto mediante la referencia a “olvidos benignos de la vejez”, destacados por la dificultad para recordar aspectos concretos de un episodio que normalmente podía ser recordado más tarde.
Centrándonos en la actualidad, hay diversos estudios que relacionan las quejas subjetivas de memoria y el deterioro cognitivo. Algunos de ellos sugieren que las personas que refieren QSM albergan en su cerebro neuropatología propia de la enfermedad de Alzheimer, incluso antes de que haya podido constatar síntomas de deterioro cognitivo (Kryscio et al., 2014).
Conclusión acerca de las quejas subjetivas de memoria
Se podría decir que no existe consenso a la hora de afirmar si las quejas subjetivas de memoria y el DCL tienen relación fehaciente, aunque las primeras podrían ser un síntoma temprano de dicho deterioro.
En cualquier caso, es preferible acudir a un profesional cuando percibamos, ya sea en nosotros mismo o en terceras personas, síntomas que pudieran estar relacionados con un deterioro cognitivo leve.
Existen diversos tests de cribado con los que los profesionales de Atención Primaria pueden detectar un posible deterioro cognitivo; algunos de estos tests, que conducen a la detección precoz, son:
- Mini Examen Cognosctivo de Lobo o MEC de Lobo (Lob0 et al., 1999).
- Mini-mental (Carnero, 2002).
- Test Breve de Rendimiento Cognitivo o “Syndrom Kurztest” (Erzigkeit, 1989).
- Test de Cribado de Alteración de Memoria de Buschke o B-MIS (Peña-Casanova et al., 2004).
Es importante recordar que, para evitar confusiones o errores, todos estos exámenes deben ser practicados por profesionales que tengan una formación adecuada que les permita obtener un diagnóstico fiable.
Graduada en Trabajo Social por la Universidad de Salamanca en 2016. Elena García realizó el Máster en Intervención a personas con enfermedad de Alzheimer y otras demencias y se especializó en evaluación e intervención a personas con enfermedad de Alzheimer (Universidad de Salamanca). Ha desarrollado su formación profesional en el Centro de Referencia Estatal de atención a personas con enfermedad de Alzheimer y otras demencias (CREA) y, actualmente, trabaja como coordinadora del servicio de teleasistencia de la Diputación de Salamanca. Además, ha participado en diferentes voluntariados como programas de educación y ocio tanto con menores en riesgo de exclusión como con mayores.