¿Pueden los animales padecer enfermedades mentales?

¿Puede un chimpancé sufrir depresión? Y nuestro perro... ¿puede desarrollar una esquizofrenia? Sabemos que las enfermedades mentales son comunes en el ser humano, pero... ¿qué ocurre en la mente de nuestros queridos animales?
¿Pueden los animales padecer enfermedades mentales?
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 27 mayo, 2021

¿Pueden los animales padecer enfermedades mentales? Sabemos que hay delfines que llegan a suicidarse estando en cautividad. Conocemos el caso de caballos que acaban derivando en comportamientos compulsivos. También sabemos de loros que pueden arrancarse todo el plumaje cuando están tristes y bebés de chimpancé que dejan de comer cuando se les separa o ven morir a sus madres.

¿Sufren ellos al igual que nosotros el impacto de los trastornos psicológicos? Muchos dirán que sí, porque quien más y quien menos sabe de un caso o ha vivido una experiencia de este tipo. Por ejemplo, está demostrado que los perros sufren ansiedad por separación. Muchas de nuestras mascotas evidencian, de hecho, comportamientos alterados cuando los dejamos solos en casa o no les prestamos una adecuada atención.

Ahora bien, los etólogos y expertos en conducta animal ponen un importante matiz en esto. Los animales pueden, efectivamente, padecer algunos trastornos psicológicos muy concretos. Pero no padecerán nunca, por ejemplo, una esquizofrenia. Los problemas mentales que puedan sufrir los animales son causados (en su mayor parte) por las personas.

Perro representando la cuestión de si pueden los animales padecer enfermedades mentales

¿Pueden los animales padecer enfermedades mentales? ¿Cuáles son las más comunes?

¿Por qué no sufrirá nunca un perro, un león o una cebra una esquizofrenia? Es posible que nos hayamos quedado con la duda. La verdad es que el tema sobre la salud mental en animales lleva años interesando a los expertos. Tanto es así. que disponemos, por ejemplo, de un estudio publicado en la revista Molecular Biology and Evolution por parte de los doctores Eric E. Schadt y Katherine S. Pollard, en el que nos aclaran un primer aspecto.

La esquizofrenia afecta solo al ser humano por una razón: es una enfermedad ligada a los cerebros más avanzados, de una cognición más compleja y superior. Aún más, se ha podido comprobar que la aparición del habla y el lenguaje tiene una relación con la genética de la esquizofrenia. Entonces ¿quiere decir esto que los animales no sufren entonces condiciones psiquiátricas por no disponer de un cerebro tan sofisticado como el nuestro?

La respuesta es no. En realidad, a la pregunta de si pueden los animales padecer enfermedades mentales la respuesta tiene matices. Sufren algunas. Gran parte de ellas, como hemos señalado con anterioridad, son efecto directo o indirecto del ser humano. Profundicemos un poco más para com prenderlo.

Los animales y la depresión

Jane Goodall fue una de las primeras personas que habló de la depresión en animales. Concretamente en primates. Así, en su libro Through a Window nos explica cómo un pequeño chimpancé que había visto a su madre fallecer, dejó de comer, se debilitó y acudió al mismo lugar donde había estado su progenitora y tristemente terminó muriendo también.

No es algo aislado. La depresión no solo es común en chimpancés, orangutanes o gorilas. Una parte de los animales que viven en cautividad, ya sea en zoológicos o parques acuáticos como es el caso de orcas y delfines, la padecen.

Trastorno de estrés postraumático, algo habitual en las aves y perros militares

El contrabando de animales nos deja a diario casos de estrés postraumático. Cada uno de esos animales exóticos, si logra sobrevivir, tiene tras de sí una dura historia a sus espaldas: todos han sido separados de su hábitat y de sus familias. Tras esos ojos tímidos y asustados hay algo más que tristeza: hay un trastorno de estrés postraumático.

Esto es algo habitual en loros y en muchos de esos pájaros exóticos que acaban por arrancarse las plumas (similar a la condición humana de la tricotilomanía). Asimismo, esta situación también es común en perros que participan en actividades militares, perros que cumplen funciones estratégicas en escenarios de guerra.

El aburrimiento y los trastornos obsesivos-compulsivos

Perros, gatos, hámsters y hasta rinocerontes. A veces, colocamos a un animal en un entorno reducido y sin ningún estímulo. Si no hay nada con lo que interactuar, si no tienen a nadie con quien estar y sin posibilidades de moverse, terminarán evidenciando comportamientos compulsivos. Ejemplo de ello es hacer una y otra vez los mismos movimientos, lamerse, etc.

Por otro lado, el impacto del aburrimiento también es muy nocivo en caballos. Estos animales están habituados a vivir en manada, pero cuando los tenemos encerrados durante mucho tiempo, el impacto es inmenso. Acaban manifestando comportamientos extraños.

Loro representando la cuestión de si pueden los animales padecer enfermedades mentales

¿Pueden los animales padecer enfermedades mentales? Si, la condición más común es la ansiedad

La ansiedad es sin duda la manifestación más evidente de que un animal no está bien. Perros que ladran y destruyen muebles cuando se quedan solos en casa, gatos asustadizos que orinan donde no deben… Y qué decir de muchos de los tristes inquilinos de esos zoológicos.

A la cuestión de si pueden los animales padecer enfermedades mentales le acompaña la comprensión de un sencillo aspecto. Podríamos decir que sí, porque obviamente desarrollan conductas y estados de ánimo que, en casos extremos, les puede conducir a la muerte. Ahora bien, gran parte de estas realidades vienen orquestadas por la mano humana. Somos nosotros quienes en gran parte de los casos, les generamos este sufrimiento psicológico.

La deforestación, el tráfico de animales, la vida en zoológicos y parques acuáticos o más aún tener mascotas y no saber atender su bienestar emocional, deriva en situaciones de gran impacto. Es necesario tenerlo en cuenta, porque ellos, al igual que nosotros, también tienen emociones, también padecen.


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  • Ke Xu, Eric E. Schadt, Katherine S. Pollard, Panos Roussos, Joel T. Dudley, Genomic and Network Patterns of Schizophrenia Genetic Variation in Human Evolutionary Accelerated Regions, Molecular Biology and Evolution , Volumen 32, Número 5, mayo de 2015, páginas 1148–1160, https://doi.org/10.1093/molbev/msv031

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