Cómo ayudar y qué decirle a una persona con TCA

Las palabras que diriges a las personas con TCA tienen un impacto significativo en su salud. Por eso, no hagas comentarios sobre su físico. Aquí te ayudamos a convertirte en un espacio seguro para ellas.

Escrito y verificado por la psicóloga Sara González Juárez.

Última actualización: 06 marzo, 2024

Traer a colación nuestra relación con la alimentación puede volverse complejo al interactuar con alguien que enfrenta trastornos de la conducta alimentaria (TCA) y desafíos relacionados con la imagen corporal. En ocasiones, nos preguntamos qué decirle a una persona que atraviesa una afección de esta gravedad y lograr que se sienta segura en el entorno que compartimos con ella.

Algunos períodos del año, como la Navidad o el verano, son bastante complicados para las personas con TCA. De hecho, se enfrentan a la cultura del atracón y de la dieta, del «no hay que pasarse comiendo» y el «una vez al año no hace daño», a los comentarios sobre el cuerpo ajeno, a la gordofobia y a la banalización. Por eso, es muy importante saber cómo acompañarlas, y eso es lo que vamos a tratar aquí.

¿Qué son los TCA?

Los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) son patrones de alimentación que se tornan patológicos. Poseen también un componente cognitivo relacionado con la autoimagen y la autoestima, así como otro emocional que incluye sentimientos, como la culpa o la ansiedad.

Es necesario destacar que no se trata de un estilo de vida ni algo que se escoja de forma voluntaria. Las personas con TCA tienen un alto riesgo de sufrir diversos problemas y enfermedades debido a la malnutrición que deriva de su comportamiento. Por eso, es tan importante buscar ayuda profesional y proporcionar un acompañamiento adecuado en los círculos sociales.

Tipos de TCA

A menudo, la anorexia y la bulimia son los primeros trastornos que acuden a la mente cuando se trata de problemas con la conducta alimentaria. Sin embargo, existen otros muchos que suelen quedar invisibilizados y que se recogen en el DSM-V:

• Pica.
• Bulimia nerviosa.
• Anorexia nerviosa.
• Trastorno por atracón.
• Trastorno por rumiación.
• Trastorno por evitación o restricción de alimentos.
• Trastorno de conducta alimentaria no especificado.

¿Qué decirle (y qué no) a una persona con TCA?

Es natural querer hacer sentir mejor a nuestros seres queridos cuando se encuentran mal. No obstante, en el caso de los TCA es importante ser cuidadoso, pues son trastornos que quedan muy a merced de varios aspectos:

• Estereotipos.
• Sesgos cognitivos.
• Creencias culturales.

En este contexto, te ofrecemos, a continuación, consejos valiosos para ayudarte a entender y comunicarte de manera efectiva con alguien que presente alguna de estas condiciones.

1. No banalices sus emociones ni sus síntomas

Es fundamental que las personas con TCA sientan que están en un círculo social que es consciente de su problema y no le resta importancia. Los comentarios tipo «por un día no pasa nada» o «mañana lo quemas en el gimnasio» son ejemplos que se deben evitar.

2. Para saber qué decirle a una persona con TCA, ofrece comunicación abierta

La escucha activa y no juzgar son los dos pilares claves para la comunicación con alguien que sufre estos trastornos. Deja que expresen sus sentimientos y sus necesidades. Pregunta cómo puedes ayudar y cómo operan sus síntomas, todo lo que necesites saber para ser un buen aliado.

3. Elimina de tu discurso los comentarios sobre el físico ajeno

A nadie le gusta que opinen sobre su cuerpo —sobre todo, de forma despreciativa—, por lo que esta acción se convierte en una cuestión de respeto básico. Las personas con TCA son especialmente sensibles a este tipo de comentarios, hasta el punto de que podrían convertirse en desencadenantes.

4. Evita hablar sobre dietas y atracones

Aunque no nos demos cuenta, el pesocentrismo es una fuerza potente en nuestras vidas. En mayor o menor medida, concebimos la alimentación como una herramienta para bajar de peso, aliviar emociones negativas o criticar la salud de otros, todo ello sin darnos cuenta.

A una persona con TCA esto le afecta en gran medida, por lo que evita este tipo de conversaciones.

5. Valida sus emociones y su esfuerzo

Los TCA son una lucha continua y muy dura. Si la persona está receptiva, es bueno que refuerces sus avances e intentos de sanar. Por ejemplo: «sé que te ha costado mucho llegar hasta aquí, y siento un gran orgullo por ti» o «no te rindas, estoy a tu lado».

¿Cómo ayudar a una persona con TCA?

1. Sé empático

Una persona que está pasando por un trastorno de la conducta alimenticia necesita apoyo, comprensión y cariño. Recuerda que no es una elección y que la recuperación lleva su tiempo. Cuando hables con ella, sé respetuoso, escucha de forma activa y muestra empatía; no busques avergonzarla, juzgarla o culparla por lo que sucede.

Lo que más necesita tu ser querido es saber que estás ahí para él.

2. Mantén en mente los desencadenantes

Es importante que te comuniques con la persona afectada y tengas en cuenta qué desencadenantes existen y cómo estos empeoran sus síntomas. Para lograr que se sientan a gusto y seguro, evítalos y colabora con ella para prevenir su aparición.

3. Edúcate sobre el trastorno

Como se decía, los TCA son un grupo de trastornos muy diferentes entre sí y que se manifiestan de maneras diversas en lo individual. Es importante que te informes sobre aquel que afecta a tu ser querido para tener una comprensión más profunda de lo que le pasa.

4. Proporciona apoyo en contextos sociales

Por desgracia, no todo el mundo muestra empatía con los trastornos mentales. Ayuda a tu ser querido a educar a las personas de su entorno y defiéndela cuando lo necesita. El apoyo social, junto con el factor terapéutico profesional, es el mayor trampolín para la recuperación de personas con TCA.

5. Presta atención en fechas clave

Dos ejemplos muy claros de fechas complicadas para personas con TCA son la Navidad y la operación bikini. En épocas como estas, donde prácticamente todo gira en torno a comer, estas personas se exponen a estímulos gatillo a diario. Es crucial darles soporte durante todo ello.

Son varias las acciones que puedes llevar a cabo. No celebrar fiestas alrededor de la comida (con alguna actividad por su cumpleaños, en vez de con tarta) o crear nuevos rituales (celebrar las fiestas decembrinas con una noche de juegos de mesa, en lugar de con una comilona) son dos ejemplos útiles de esto.

6. Cuídate tú también

El acompañamiento en este tipo de trastornos es agotador, pues se sufre mucho por la salud del paciente y la recuperación es larga y llena de altibajos. Por eso, es importante que no olvides tus autocuidados, pues si no te encuentras en condiciones de ayudar, ambos empeoraréis.

La importancia de la prevención

Los trastornos de la conducta alimentaria nacen de una interacción compleja de factores sociales, biológicos y experienciales. Alguien puede desarrollar uno a raíz de un evento traumático, por una distorsión de su imagen corporal o, incluso, por un estilo de crianza poco adaptativo y autoritario. Por eso, es mejor actuar sobre esos factores que tratar de hacer control de daños después.

En un mundo donde la prevalencia de los TCA crece cada año en todo el planeta, debemos reflexionar sobre los factores que desencadenan estos trastornos. Lo más valioso que podemos aportar como sociedad es empatía, educación y movilización para que nadie sufra cuando le ponen un plato de comida delante.