¿Qué debes evitar hacer en una sesión psicológica?

¿Exploras la psicoterapia? Es normal dudar sobre el proceso. Durante las consultas, no te fuerces a abordar temas para los que no estás preparado/a y no esperes soluciones inmediatas. Aquí te ofrecemos otras sugerencias.
¿Qué debes evitar hacer en una sesión psicológica?
Sharon Laura Capeluto

Escrito y verificado por la psicóloga Sharon Laura Capeluto.

Última actualización: 13 julio, 2024

Si comenzaste o estás a punto de iniciar psicoterapia, quizás sientas incertidumbre. Pero mantén la calma: es común tener dudas sobre qué evitar o hacer en una consulta con el psicólogo. Como terapeuta, debo señalar que no es recomendable que el paciente adopte una actitud pasiva, mienta o espere soluciones mágicas durante las sesiones.

Aunque estamos familiarizados con estos desafíos y sabemos cómo abordarlos, considera que las condiciones para empezar no tienen que ser perfectas, puedes partir desde donde te encuentres. Aun así, aquí comparto algunas ideas generales para que te anticipes a tus inquietudes y saques el mayor provecho posible al tratamiento.

Como dije recién, al momento de consultar por primera vez con un psicólogo, no debe estar todo preparado o resuelto. Con que tengas el deseo genuino de trabajar en ti es suficiente para dar el primer paso. No obstante, conocer qué no hay que hacer ante un psicólogo resulta muy útil en este proceso. Toma nota.



1. Minimizar tus problemas o emociones

En terapia, muchas personas restan importancia a sus propios retos o emociones. Lanzan comentarios como «no es grave» o «es una tontería lo que me pasa, otros tienen problemas peores». Tenlo en claro desde el principio: no existe una escala de problemas donde unos sean más importantes que otros.

Cualquier preocupación, angustia o malestar que sientas es válido e importante. No tienes por qué decirle al psicólogo que tus problemas son insignificantes o que deberías manejarlos solo. Expresa tus emociones sin juicios ni comparaciones.

2. Esperar soluciones mágicas e inmediatas

Tampoco llegues al consultorio con expectativas poco realistas. En esta época, tendemos a buscar respuestas instantáneas y fáciles; la inmediatez de las redes sociales y los consejos rápidos que circulan en ellas contribuyen a esta mentalidad.

Pero la terapia tiene otro ritmo, uno que busca profundidad y transformación genuina. Es un proceso que requiere tiempo y compromiso. Por lo tanto, si comenzaste o estás a punto de iniciar este proceso, recuerda que no hay soluciones mágicas.

3. Tener una actitud pasiva

La psicoterapia es un proceso colaborativo. Es fundamental que te involucres de forma activa en las sesiones, compartas lo que piensas y sientas, y te dispongas a trabajar en los objetivos que establezcas con tu terapeuta. El profesional te guiará y acompañará, pero no hará el trabajo por ti. Tú conduces.

4. Mentir u ocultar información importante

Es difícil que el abordaje ayude si te guardas la información. Al principio, es comprensible que te genere cierto vértigo contar tus emociones o experiencias más íntimas. No te sucede solo a ti. En un estudio sobre la deshonestidad en las sesiones de psicoterapia, el 93 % de los encuestados admitió haberle mentido a su terapeuta.

Y una de las actitudes incorrectas ante el psicólogo es, por temor al juicio, no revelar lo que haces, sientes o piensas. Por lo tanto, es esencial recordar que el profesional está ahí para colaborarte de manera empática. Una vez establecida la confianza, son fundamentales la honestidad y la transparencia.

Por otra parte, también, es posible que retengas cierta información porque consideras que no tiene ningún tipo de relación con tu motivo de consulta. Lo cierto es que cualquier detalle, por pequeño que parezca, podría ser importante para entender mejor tu situación y brindarte el mejor apoyo.

5. Hablar sobre temas antes de estar listo/a para abordarlos

Así como es importante la sinceridad, también es crucial respetar tu propio ritmo emocional y psicológico. ¿Esto significa que no debes hablar de lo que te incomoda o duele? No, en absoluto. De hecho, es importante que le des lugar a esos temas. Pero no tienes por qué forzarte a discutir o explorar aquello para lo que aún no te sientes preparado/a.

Si hay asuntos que todavía no puedes tratar, comunícaselo al profesional de forma directa: «No me siento listo para hablar de eso ahora». El terapeuta adaptará el enfoque, respetando tus tiempos y límites emocionales. Asimismo, te dará los recursos para que, en algún momento del proceso, hables de lo que necesitas.

6. Esperar que el terapeuta te indique lo que tienes que hacer

Uno de los errores que debes evitar en el psicólogo es aguardar a que te indique qué decisiones tomar o cómo vivir tu vida. A pesar de que es posible pedírselo, si tienes un profesional responsable en frente, no te dará una respuesta directa o absoluta. Más bien, contribuirá a explorar tus opciones y a decidir por ti.

Tienes que saber que si bien los psicólogos no damos consejos, sí brindamos estrategias y herramientas terapéuticas. Por ejemplo, jamás te diremos si debes renunciar a un trabajo o no, pero sí te enseñamos técnicas específicas para aprender a gestionar el estrés en tu empleo.

7. Acudir a terapia como si fuera un trámite

Hacer terapia no se reduce a presentarse al consultorio o conectarse a la sesión online. No se trata tan solo de cumplir un horario para marcar check en tu lista de pendientes. Para que esta sea efectiva, es necesario comprometerse emocionalmente y transitarla con conciencia e intención. Evita tomarla como una formalidad o una obligación más.



¿Te resulta difícil? No te preocupes, trabajarás esto en las sesiones

Si eres principiante en el mundo de la psicoterapia, entérate de que son naturales las dudas sobre cómo funciona, qué decirle al psicólogo y qué esperar de las sesiones. Y es de lo más habitual cometer los «errores» mencionados antes. Pero todos estos aspectos son reversibles y se abordan en la misma consulta. 

Es más, como terapeutas, parte de nuestro trabajo es ayudarte a superarlos. Por lo tanto, en los primeros encuentros, a menudo, nos enfocamos en lo siguiente:

  • Explorar y, en caso necesario, aclarar y ajustar tus expectativas.
  • Fomentar tu compromiso y autoexploración para promover tu autonomía.
  • Construir una relación terapéutica de confianza, con base en el respeto y la honestidad.
  • Dar importancia a tus preocupaciones y emociones, así como ayudarte a que tú también lo hagas.

Consultante y terapeuta forman un equipo. Así, mientras el psicólogo aporta desde su posición profesional, es igualmente importante que colabores. Para sacarles el máximo provecho a las sesiones, es esencial que sigas pautas como hablar con franqueza y plantear todas las dudas que tengas.

Ir a terapia es desafiante y beneficioso

Comenzar psicoterapia es significativo, y con frecuencia, retador. Abrirnos a explorar nuestros pensamientos más profundos, emociones y experiencias sensibles, quizás genere nervios y vulnerabilidad. Afrontar el dolor no es fácil. 

Además, entender cómo funciona el proceso y qué esperar de cada sesión resulta confuso al principio. En todo caso, no te preocupes tanto por saber qué hacer o evitar cuando vas al psicólogo, lo más importante es dar el primer paso. Poco a poco construirás un espacio seguro para expresar tus preocupaciones, miedos o angustias más íntimas. Ir a terapia es un acto de autocuidado, y sus beneficios son invaluables.


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Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.