¿Qué le sucede al cerebro antes de morir?
Uno de los grandes misterios de la humanidad es saber qué le sucede al cerebro antes de morir. Aunque científicos de todo el mundo han tratado de hallar la respuesta, las conclusiones sobre qué ocurre con nuestro cerebro cuando morimos siguen sin estar claras.
Así, en 2018 científicos de la Universidad de Charité de Berlín (Alemania) y de la Universidad de Cincinnati (Ohio, EE.UU.) trataron de determinar la respuesta a esta pregunta. Lo hicieron intentando averiguar qué le ocurre al cerebro cuando su energía se agota y deja de recibir sangre.
Lo que hicieron fue realizar grabaciones con tiras de electrodos en pacientes que habían sufrido algún tipo de lesión cerebral devastadora, como un ictus. Con ello, obtuvieron resultados que no solo sirven para arrojar luz sobre los ictus cerebrales. Además, proporcionan una visión fundamental de la neurobiología de la muerte.
La neurobiología de la muerte
El cerebro es el órgano del cuerpo más vulnerable a la hipoxia y a la isquemia. La hipoxia hace referencia a la falta de oxígeno de la sangre que recibe el órgano en concreto. Mientras, la isquemia se define como la detención o disminución de la circulación de la sangre a través de las arterias de una determinada zona, lo que provoca sufrimiento celular por la falta de oxígeno en la parte del cuerpo afectada.
Las células que muestran mayor vulnerabilidad en el cerebro a la hipoxia y la isquemia son:
- Neuronas piramidales neocorticales de las capas III, IV y V.
- Neuronas piramidales CA1 del hipocampo.
- Las neuronas del estriado.
- Neuronas cerebelosas de Purkinje.
Cuando la circulación de la sangre en el cerebro se ve interrumpida, en menos de diez minutos se desarrolla una lesión irreversible por parte de estas neuronas. Esto ocurre, por ejemplo, tras una parada cardiorespiratoria.
¿Qué pasa con el cerebro antes de morir?
Hasta el estudio liderado por Jens Dreier, solo contábamos suposiciones a partir de estudios realizados con electroencefalografía (EEG). Algunas de las nociones que se han tenido en cuenta sobre estos estudios en humanos son:
- La muerte cerebral se produce cuando el EEG se silencia.
- Las neuronas de la corteza cerebral pueden permanecer polarizadas durante varios minutos mientras ocurre “el silencio eléctrico”.
El experimento
Lo que trataron los experimentadores de este estudio fue analizar qué ocurría en la fisiopatología de los pacientes durante la hipoxia-isquemia abrupta al retirarles los tratamientos de soporte vital.
Los pacientes se sometieron a neuromonitorización con electrodos intracraneales durante el tratamiento de cuidados intensivos. Habían sufrido:
- Una hemorragia subaracnoidea aneurismática (SAHH)
- Un accidente cerebrovascular hemisférico maligno (MHS)
- Una lesión cerebral traumática.
Se llevó a cabo la neuromonitorización durante el proceso de muerte tras la activación de una orden de No Resucitar.
Conclusiones sobre el cerebro antes de morir
En pacientes con lesión cerebral aguda, el experimento ha demostrado que los estados persistentes de silencio eléctrico en el córtex son inducidos en muchos casos por la despolarización extendida.
La despolarización extendida es una onda de despolarización casi completa de las células neuronales y de la glía acoplada a una respuesta de vasoconstricción y dilatación vascular. Ocurre en:
- Migraña con aura.
- La hemorragia subaracnoidea.
- La hemorragia intracerebral.
- El traumatismo craneoencefálico.
- El ictus isquémico.
Ocurre que se produce un patrón de propagación por el que la despolarización extendida puede invadir el tejido. Al parecer, esta despolarización solo es evidente con la neuromonitorización que se realiza a partir de las técnicas de neuroimagen. Como conclusión, los científicos pudieron determinar que el cerebro humano responde a la isquemia cerebral aguda con un patrón patológico concreto. Cierto tipo de neuronas intentan detener que el cerebro muera, mediante la creación de desequilibrio eléctricos entre ellas.
Cuando el cerebro deja de recibir oxígeno mediante la detención de la recepción de sangre, las neuronas intentan acumular los recursos que les quedan. Ocurre una “depresión no dispersa”, a la que le sigue la despolarización extendida o también conocida como “tsunami cerebral”.
En resumen, la despolarización extendida marca el inicio de los cambios celulares tóxicos que conducen a la muerte. Sin embargo, no se trata de un marcador de muerte como tal, ya que esta despolarización puede revertirse. Todavía queda mucho por investigar sobre esto, por lo que más investigaciones serán necesarias en el futuro.
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Dreier, J. P., Major, S., Foreman, B., Winkler, M. K., Kang, E. J., Milakara, D., ... & Andaluz, N. (2018). Terminal spreading depolarization and electrical silence in death of human cerebral cortex. Annals of neurology, 83(2), 295-310.
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