¿Qué son las medidas cautelares?

El objetivo principal de las medidas cautelares es garantizar el resultado definitivo del proceso. Así, legalmente, adquieren la característica fundamental de garantía.
¿Qué son las medidas cautelares?
Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Última actualización: 15 abril, 2019

Las medidas cautelares son instrumentos utilizados en los procesos judiciales con un fin muy concreto: otorgar efectividad al proceso en sí. Más específicamente, buscan otorgárselo a la sentencia -resolución del Juez- que finalmente se dictará.

El objetivo principal es garantizar el resultado definitivo del proceso a través de diversas medidas que toma el Juez evitando así posibles problemas que pudieran surgir. “Cautelar”, de hecho, significa prevenir la consecución de un determinado fin. O prever lo que pueda dificultarlo.

Así, legalmente, las medidas cautelares adquieren la característica fundamental de garantía. Porque aseguran a las personas que se producirá el cumplimiento de la sentencia condenatoria. Y también porque su propio desarrollo está afianzado.

Testigo en un juicio para representar el concepto de declaración de testigos

Concepto de medida cautelar

En España, las medidas cautelares cobran sentido a través del derecho a la tutela judicial efectiva del artículo 24 de la Constitución Española. Este es un derecho fundamental de toda persona y busca brindar la oportunidad de defenderse adecuadamente en un juicio. Sobre todo, de forma igualitaria frente a contrario, sin sufrir en ningún momento indefensión.

De este modo, surgen dos fundamentos legales que dan sentido a la existencia de la medida cautelar. En latín, el fundamento de periculum in mora, y fumus boni iuris. Periculum in mora, traducido como daño jurídico provocado por la duración de la propia actividad jurisdiccional, hace referencia al peligro que puede suponer el hecho de tardar en resolver un conflicto.

Una persona que está siendo investigada, por ejemplo, puede intentar huir, esconder o adulterar pruebas relevantes para el caso. Por ello, se hace imprescindible actuar de forma rápida y efectiva antes, durante y después del juicio.

Por otro lado, fumus boni iuris significa que algo presenta la probabilidad de existencia de un hecho criminal. Es decir, que hay indicios suficientes que permiten mantener la imputación de un delito a una persona; el presunto culpable.

Estos fundamentos siempre deben ser interpretados desde la proporcionalidad del conjunto de cargos que están falta de sentencia. Esto se debe a que una medida desproporcionada o irrazonable puede atentar contra los derechos de las personas, convirtiendo a las medidas cautelares en contraproducentes.

Características principales

Las características de las medidas cautelares pueden resumirse del siguiente modo:

  • Instrumentalidad. Porque se justifican solo con relación al proceso principal, del que garantizan su resultado.
  • Provisionalidad. La medida cautelar no pretende convertirse en definitiva; desaparece cuando deja de ser necesaria en el proceso principal.
  • Temporalidad. La duración de la medida es limitada. Si afectara a derechos fundamentales podría haber excepciones.
  • Variabilidad. La media cautelar puede ser modificada cuando se altera la situación de hecho que dio lugar a su adopción.
  • Jurisdiccionalidad. La decisión cautelar es solo posible por el órgano jurisdiccional. Es decir, solo este puede decidir establecerla: las medidas cautelares pueden afectar a derechos fundamentales.
Prisión

¿Cuáles son las clases de medidas cautelares?

La distinción fundamental está entre medidas precautelares y las cautelares. También cabe diferenciar entre las coercitivas e interdictivas.

Las precautelares son aquellas que aseguran la efectividad del proceso judicial. Recaen sobre la persona del investigado, o aún sospechoso, que está presuntamente cometiendo un delito in fraganti. En concreto, cabría mencionar la detención como medida principal precautelar personal. A través de la detención se priva de libertad a una persona, con el objetivo de ponerla a disposición de la autoridad judicial.

Así, las medidas cautelares se desarrollan durante la actuación procesal propiamente. Son las que mayor transcendencia tienen a efectos legales. También, pueden dividirse en personales o patrimoniales, dependiendo de si hacen referencia a una persona o un objeto.

Las personales buscan asegurar que el investigado cumpla con la sentencia que se vaya a dictar. Las patrimoniales recaen sobre los bienes o el patrimonio que cobran relevancia durante el proceso, por ejemplo la fianza o los embargos. Cabría destacar la prisión provisional y la libertad provisional como las medidas cautelares personales más preminentes.

Finalmente, las medidas preventivas son aquellas que buscan evitar la comisión o reiteración del delito. Se pretende asegurar el control social, la seguridad ciudadana. Estas han proliferado en los últimos años.

En cambio, las medidas interdictivas afectan y restringen determinados derechos. En ciertos casos, se las ha querido vincular a las cautelares. Esto se debe a que crean una oferta alternativa frente a la prisión provisional o a que ofrecen respuestas protectoras a las víctimas del proceso.


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