Respiro hondo y agradezco todo lo que he superado

Agradezco todo lo vivido, también todo lo que he superado y que queda atrás. Porque cada dificultad vencida y encrucijada sorteada perfila a la persona que soy ahora. Alguien que mira el futuro con mayor templanza y mejores recursos psicológicos.
Respiro hondo y agradezco todo lo que he superado
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 06 abril, 2020

Agradezco todo lo que he superado. Porque tras cada abismo sorteado he creado un puente de aprendizajes y valiosas experiencias. Ahora, respiro hondo y miro el futuro sin miedo, porque todo lo que queda a mi espalda son capítulos ya escritos, páginas que ya he pasado para crear ahora mejores historias, mejores relatos en los que me posiciono como auténtico protagonista.

Efectivamente, muchos de nosotros hemos dejado atrás múltiples vivencias, unas buenas y otras menos buenas. Dice un proverbio chino que antes de ser un dragón hay que sufrir como una hormiga. La verdad es que más allá de lo que solemos creer no es obligatorio sufrir para ser feliz o para entender cómo es la vida. Pero, aun así, no podemos negarlo, hay sufrimientos que nos otorgan valiosas lecciones.

La superación personal es una de las áreas más conocidas de la psicología y en las que se ha focalizado, sobre todo, la escuela humanista. En esta corriente se integra, por ejemplo, el existencialismo para desvelarnos que las personas somos dinámicas, cambiantes y que en cada variación hay un aspecto que siempre debemos atender: la propia congruencia.

Así, y en caso de que el destino guarde para nosotros un revés inesperado y estemos obligados a encarar esa dificultad, es responsabilidad nuestra reaccionar sabiendo decidir, reflexionando sobre lo que nos envuelve y despertando nuestros potencial. En ese proceso de inevitable crisis jamás debemos dejar de lado nuestros valores.

Reflexionemos un poco más sobre este tema.

Mujer feliz en el campo pensando que pensando que agradezco todo lo que he superado

Agradezco todo lo que he superado porque, gracias a eso, me he convertido en quien soy ahora

Decía Rollo May, uno de los psicólogos existencialistas más destacados del siglo XX, que, cuanto más perdidos estamos, más corremos. Efectivamente, en ocasiones ocurren fenómenos o circunstancias que nos sorprenden.

Hay veces en que lo imprevisto llega con sus nubes de tormenta y el temblor bajo nuestros pies. En esos instantes, quedamos cautivos del miedo y actuamos del modo menos acertado: de manera instintiva, con pánico y de manera apresurada, nada equilibrada.

Es complicado afrontar esos nudos gordianos vitales si nuestra mente no está clara. Si lo que hay en nuestro interior es tan caótico como lo que nos rodea.

En medio de esas circunstancias, se decide mejor si nos entrenamos en la calma, el enfoque reflexivo y sintonizado con nuestros principios, valores y necesidades. Así, algo que deberíamos clarificar antes de nada es saber qué es realmente la superación personal.

Esta dimensión no se refiere únicamente a afrontar un obstáculo. No es solo sortear una dificultad o salir indemne del peor de los problemas. Es mucho más. Superación personal es, por encima de todo, aprendizaje. Es saber activar recursos propios en momentos complicados sabiendo sacar partido de lo que se nos presenta. Es estar abiertos, ser receptivos y reaccionar para elegir el cambio antes que el miedo, el avance antes que la quietud y el estancamiento.

Mis decisiones me han permitido estar donde me encuentro ahora

Respiro hondo y agradezco todo lo que he superado porque me gusta quien soy. Me gusta mi versión presente. Acepto donde me encuentro ahora porque es el sitio que deseo estar. Es cierto que el ayer fue duro y me dejó secuelas, pero todo crecimiento implica transformación, alteración de materias psicológicas, de mareas emocionales…

El doctor Michael Unghar, terapeuta familiar y profesor de trabajo social en la Universidad de Dalhousie, en Canadá, es uno de los expertos más destacados en el campo de la resiliencia.

Así, algo que nos explica en su libro Change Your World: The Science of Resilience and The True Path To Success es que, a veces, debe ocurrir algo en el exterior para activar ese potencial interno que es la resiliencia.

Todo crecimiento personal, según este experto, pasa por encender esta dimensión. Para hacerlo, deberíamos tener claro que esta competencia es como un baile. Algo dinámico que nos va transformando a nosotros mismos y a su vez, a aquello que nos rodea. Ahora bien, ¿qué significa esto?

Es fácil de entender. Si agradezco todo lo que he superado es porque me he atrevido a cambiar cosas externas que no me hacían feliz (una pareja, un trabajo estresante, etc.).

A su vez, también yo he cambiado. Ahora soy una persona más asertiva, alguien que decide de manera más acertada, sin miedo y teniendo claro lo que quiere en cada momento.

Mariposa en una mano

Agradezco todo lo que he superado y miro al mañana sin miedo

Miro al mañana sin temor. No porque crea que lo que vaya a traer el destino tenga el color y el sabor de la felicidad. Lo atiendo sin angustia porque sé que ahora tengo mejores recursos para afrontar lo que venga, para encarar las dificultades, para abrazar la fortuna.

Agradezco todo lo que he superado porque gracias a eso soy la persona que ahora sonríe al mundo, la que se asoma al horizonte situando cada día nuevas metas, nuevos sueños.

Por tanto, aprendamos a manejar cada cosa que nos llega. Siempre con esperanza, siempre con resiliencia y sabiendo activar esos recursos excepcionales que todos tenemos.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.