¿Por qué algunos se obsesionan con la marca Yo?

¿Por qué algunos se obsesionan con la marca Yo?
Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Escrito por Edith Sánchez

Última actualización: 18 marzo, 2017

El Yo es el nuevo protagonista de estos tiempos. Pareciera que con las nuevas tecnologías también se hubiera insertado en la cultura una importante dosis de narcisismo. Las redes sociales son un buen ejemplo de cómo el YO se ha convertido en el el foco de atención, a veces único, en la vida de muchas personas.

Hay cierta necesidad de remarcar ese yo hasta sus últimas consecuencias. Por eso las páginas de Facebook están llenas de personas que se muestran de todas las formas y en todo tipo de circunstancias, con el propósito de ser miradas y admiradas. Obviamente quieren mostrar solamente esas facetas suyas en las que se ven exitosos, felices y triunfadores.

Era como un gallo que creía que el sol había salido para oírle cantar”.

-George Elliot-

También se ve esta tendencia en la excesiva preocupación por la imagen corporal. Encuentras miles de avisos que te ofrecen mejorar cualquier elemento de tu aspecto físico: la piel, las cejas, la nariz, el abdomen, lo que sea. Y son cientos de miles las personas en todo el mundo que entran en pánico y se sienten llenas de culpa por comerse algo con demasiadas calorías, debido a la barriga que les puede crecer.

Pareciera como si la consigna fuera diseñar un yo perfecto. Un yo ideal. Pero más que diseñarlo, mostrarlo. Que los demás sean testigos de lo maravilloso que es ese yo. Es casi una estrategia de marketing, que busca promover la marca YO. ¿De dónde viene esa obsesión?

El narcisismo y la marca Yo

El narcisismo en sí mismo no es malo. Se define como un sentimiento de orgullo personal por lo que se es. Cuando este elemento es sano, se puede llamar amor propio. Cuando es exagerado o se levanta sobre bases artificiosas, se convierte en vanidad y banalidad.

marca yo

Durante los primeros años de vida se forma ese amor propio. Como estás tan pequeño, no puedes elaborar ideas o conceptos claros acerca de ti mismo. Más bien lo que sucede es que te impregnas de sensaciones frente a lo que eres y al mundo que te rodea. Básicamente, aprendes a sentir cierto nerviosismo frente a ti mismo y al mundo, o a sentirte tranquilo frente a lo mismo.

Si recibes afecto, caricias y aceptación, te sentirás confiado de lo que eres y de lo que puedes esperar de los demás. Si, por el contrario, prima la indiferencia o el rechazo, te formas una sensación de que puede pasar algo malo, o de que hay algo malo en ti. En el primer caso, probablemente siempre te sentirás bien contigo mismo, aunque no estés muy arreglado o tengas un kilo de más o de menos. En el segundo caso, te acompañará una inconformidad latente todo el tiempo.

Las heridas en la autoestima suelen generar un narcisismo negativo. Esto sucede especialmente cuando la persona vivió su infancia en un entorno ambiguo: a veces tenía grandes muestras de afecto, que después se alternaban con el abandono o el rechazo. El narcisismo negativo es propio de personas que han sido mimadas y, al mismo tiempo, abandonadas.

Las distintas facetas de la Marca Yo

El narcisismo es de diferentes tipos y tiene diferentes facetas. Hay al menos tres tipos de narcisismo nocivo.  Todos ellos son fruto de un amor propio distorsionado, o de una falta de amor propio real. Son los siguientes:

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  • Narcisismo facultado. Corresponde a personas que han desarrollado un Yo fuerte. Suelen ser exitosos y admirados por algún talento o poder. Mantienen a su lado un cierto séquito de admiradores, pero rara vez son capaces de establecer vínculos profundos e íntimos con las personas.
  • Narcisismo manipulador. Son personas que ven en los demás a instrumentos para su propio realce. Saben leer las necesidades de los demás, sus debilidades, y por eso no es raro que sean un mar de halagos o “salvadores” profesionales. Sin embargo, en el fondo buscan establecer relaciones de dependencia y servilismo. Se sienten muy vulnerables cuando están solos y por eso utilizan a los demás para sentirse fuertes.
  • Narcisismo sin poder. En este tipo de narcisismo se ubican los eternos descontentos con todo. No importa lo que logren obtener, siempre sentirán que es muy poco. Quieren tener un mejor trabajo, más atractivo, mejor salud, etc. Se victimizan porque les resulta muy difícil entender que el mundo va más allá de su propio yo y de su eterno deseo insatisfecho.
marca yo

En todos estos casos, el narcisismo hace que el centro del universo sea el propio yo. A las personas que se ubican dentro de estas caracterizaciones les cuesta mucho trabajo comprender la realidad de los demás. Su vida es un intento permanente por exaltarse a sí mismas y a sus logros, sus desdichas y sus vacíos.

Su gran contradicción es que nunca pueden construir verdadero afecto, ni verdadera aceptación. Por eso no cesan de intentar imponer su propio yo a los demás, fracasando una y otra vez.

Imágenes cortesía Paulo Arbeltlo, Art Study-MS


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