Síndrome de Koro, el miedo intenso a que los genitales se retraigan

Síndrome de Koro, el miedo intenso a que los genitales se retraigan
Raquel Aldana

Escrito y verificado por la psicóloga Raquel Aldana.

Última actualización: 13 agosto, 2020

El síndrome de Koro consiste en el temor a que ciertas zonas erógenas se estén reduciendo o retrayendo y que, en última instancia, acaben por desaparecer en el abdomen. Los hombres temen que el pene se reduzca o desaparezca, mientras que la preocupación de las mujeres se centra en la retracción y desaparición de los labios mayores, los pezones y los senos.

A menudo estos episodios de ansiedad intensa están acompañados de la creencia de que se producirá la muerte. Este hecho nos permite establecer un diagnóstico diferencial entre el síndrome de Koro y el trastorno dismórfico corporal.

Los individuos con trastorno dismórfico corporal (anteriormente conocido como dismorfofobia) están preocupados de manera excesiva por uno o más defectos percibidos en su apariencia física, por lo que se ven feos, poco atractivos, anormales o deformes. Sin embargo, las personas que sufren el síndrome de Koro enfocan su preocupación en que la alteración percibida lleve a la muerte y no por la fealdad de esas partes de su cuerpo.

Hombre con posición de avestruz

El origen del síndrome de Koro

Este síndrome es cultural y se presenta, a menudo en forma de epidemia, en la zona asiática, concretamente al sureste y en especial en Singapur. Este síndrome también es conocido como shuk yang, shook yong y suo yang, jinjinia bemar o rok-joo.

No obstante, aunque tiene su origen en China, existen casos de Koro alrededor de todo el mundo, habiéndose registrado episodios de afectación colectiva en naciones africanas. Estos episodios de intenso temor suelen tener una duración corta y, además, responden adecuadamente a la terapia y a explicaciones racionales.

Se estima, por lo tanto, que el síndrome de Koro tiene un potente agente etiológico cultural. Por esta razón, el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales enmarca el trastorno de Koro en los síndromes culturales, como el síndrome dhat.

Hombre de espaldas temiendo equivocarse

Síndrome dhat, la explicación cultural a ciertos síntomas

A pesar de su nombre el síndrome dhat no se trata de un síndrome por separado, sino de una explicación cultural a cierto conjunto de síntomas diversos que se han atribuido tradicionalmente a la pérdida de semen.

Estos síntomas son la ansiedad, la fatiga, la debilidad, la pérdida de peso, la impotencia, otras quejas somáticas múltiples y el ánimo deprimido. La característica esencial es la ansiedad y el malestar en relación a la pérdida del dhat, en ausencia de cualquier disfunción fisiológica identificable.

El dhat es identificado por las personas afectadas como una secreción blanca que notan al defecar u orinar. Las ideas acerca de esta sustancia están relacionadas con el concepto de dhatu (semen), descrito en el sistema de medicina hindú (Ayurveda) como uno de los siete fluidos corporales esenciales cuyo equilibrio es necesario para mantener la salud.

El síndrome dhat se describió con objeto de ser una guía cultural para la práctica clínica local. Esto se hizo necesario puesto que se ha demostrado que hay una serie de creencias culturales que asocian los problemas de salud con la pérdida de semen.

Hombre mirando al mar preocupado por el síndrome de Koro

Hay estudios realizados en ámbitos de asistencia sanitaria que corroboran que aproximadamente alrededor del 64 % de los varones que acuden a los centros de atención psiquiátrica por quejas sexuales en la India están afectados por estas creencias.

La prevalencia de este síndrome es mayor el varones jóvenes que pertenecen a contextos socioeconómicos bajos, aunque también se registran casos de hombres de mediana edad afectados. Asimismo, se han registrado sintomatología y quejas similares en mujeres asociadas a secreciones vaginales (leucorrea).

Como vemos, la existencia de creencias asociadas a la sexualidad construye patologías mentales en las personas. Somos conscientes de esta realidad en problemas de este tipo. Sería adecuado, por lo tanto, que realicemos una reflexión crítica sobre la influencia de la cultura y la sociedad en otros problemas psicológicos como por ejemplo la ansiedad o la depresión, dos titanes de la cultura occidental.


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