¿Son algunos niños más susceptibles de convertirse en narcisistas?

Puede parecer que algunos niños son más propensos a convertirse en narcisistas. Si alguna vez te has preguntado si esto es verdad, aquí tienes respuestas.
¿Son algunos niños más susceptibles de convertirse en narcisistas?
Sara González Juárez

Escrito y verificado por la psicóloga Sara González Juárez.

Última actualización: 29 junio, 2021

Preguntarse cómo algunas personas han llegado a convertirse en narcisistas es casi inevitable para aquellos que se han visto en la situación de convivir con uno. ¿Existe una predisposición genética que los determina desde el nacimiento o es el resultado de una educación y la experiencia? 

La dificultad que entraña relacionarnos con este perfil de personalidad ha llevado a numerosos investigadores a tratar de identificar sus causas en aras de encontrar un tratamiento eficaz. Sin embargo, a priori parece extraño que un infante pueda mostrar estas tendencias de forma innata.

Los niveles de narcisismo en la población han aumentado en las últimas generaciones, lo que va asociado a un mayor incidencia de problemas sociales, como la agresividad y la violencia. Sin embargo, los orígenes del mismo no están bien definidos, y un equipo de investigadores se dedicó a resolver esta cuestión.

El trastorno narcisista de la personalidad (TNP)

Los narcisistas se caracterizan por tener una imagen distorsionada de sí mismos, con una percepción egocéntrica de la realidad y falta de empatía. Por lo general, sus relaciones interpersonales son conflictivas y bajo la máscara de grandilocuencia existe una gran inseguridad.

Por otro lado, suelen ser muy sensibles a las críticas, reaccionando a ellas con rabia y vergüenza. También suelen experimentar envidia de manera frecuente, derivada de una marcada tendencia a compararse con los demás. Tienden a ser manipuladores y su falta de empatía hace que proyecten su personalidad en los demás. Sus preocupaciones de éxito, brillantez y perfección les llevan a tratar de utilizar a los demás en su propio beneficio.

Todos estos rasgos se reflejan en el comportamiento del sujeto en forma de conductas fácilmente reconocibles:

  • Creer que son superiores y que solo pueden vincularse con personas especiales como ellas.
  • Monopolizar las conversaciones y despreciar o mirar con desdén a personas que ellos perciben como inferiores.
  • Comportarse de manera arrogante o altanera, dando la impresión de engreídos, jactanciosos y pretenciosos.
  • Tener grandes problemas para enfrentar el estrés y adaptarse a los cambios.
  • Esperar que se reconozca su superioridad, incluso sin logros que la justifiquen.

No obstante, la observación directa de estas conductas por separado no es suficiente para saber si los individuos son susceptibles de convertirse en narcisistas, sino que en su conjunto pueden ser indicativas de este trastorno. En cualquier caso, el diagnóstico debe realizarlo un profesional de la salud mental.

Silueta de un chico narcisista

¿Existe una predisposición para el narcisismo?

Ante la pregunta de qué lleva a las personas a convertirse en narcisistas, un equipo de la universidad de Princeton ha querido indagar en el origen social del trastorno. Este estudio longitudinal se centra en la infancia tardía de 565 niños -entre 7 y 12 años-, momento en el que se desarrollan diferencias individuales en este rasgo.

Desde la perspectiva del aprendizaje social, encontraron una respuesta bastante ilustrativa para este riesgo: recibir un feedback positivo incondicional por parte de los tutores. Lo que nos dicen los datos es que si los infantes ven reforzadas todas sus iniciativas, serán más propensos a convertirse en narcisistas.

En este sentido, ser narcisista tendría su origen en un autoconcepto irreal y una autoestima dependiente de la opinión ajena.

La importancia de no sobrevalorar a nuestros hijos

El auge de las teorías sobre la autoestima, anteriormente poco tenida en cuenta en lo que al desarrollo de la personalidad se refiere, llevaron a muchos padres a confundir el fomentar el amor propio de sus hijos con el elogio constante. Es importante ser consistente en este aspecto.

Generar una falsa autoestima da lugar a la necesidad inconsciente de mantenerla basándose en la valoración ajena.

Por otro lado, no se debe confundir una retroalimentación positiva incondicional con calidez afectiva. La consistencia y coherencia de los elogios son clave para desarrollar una buena autoestima -en la que el niño reconoce como suyos tanto virtudes como defectos- y alejarse del narcisismo.

Hija pequeña hablando con su madre

El enfoque psicoanalítico del elogio indiscriminado

La otra parte del estudio se aborda desde la perspectiva psicoanalista. Esta se sitúa en el escenario opuesto, donde los padres muestran poco afecto positivo hacia su hijo. Este estilo de crianza produce en los infantes abatimiento y frustración, lo que les impulsa de manera inconsciente a buscar ese afecto en los demás bajo un autoconcepto distorsionado.

Por otro lado, las experiencias traumáticas en la infancia pueden ser un desencadenante para que los niños se conviertan en narcisistas. Situaciones de abuso severo, con su consiguiente dependencia emocional por parte del infante, marcan el camino para una autoestima dependiente de la opinión ajena.

Los narcisistas tienen problemas para mantener relaciones duraderas en todos los ámbitos de su vida. Aunque el desarrollo de las técnicas terapéuticas sigue en marcha, la mayoría de los que sufren este trastorno no son conscientes de que lo sufren.


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