Cómo superar la adicción a la búsqueda de aprobación

Algunas personas tienen una necesidad de aprobación externa muy grande, lo que revela inseguridades y puede ocasionar daños en la autoestima. Si te sientes identificado/a con estas palabras, este artículo es para ti.
Cómo superar la adicción a la búsqueda de aprobación
Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Última actualización: 14 septiembre, 2021

¿Qué hay de malo en querer complacer a los demás? En principio, querer complacer a los demás no es algo malo, sino todo lo contrario. Otra cosa bien distinta es necesitar la aprobación de los demás para todo mientras nos comprometemos a nosotros mismos.

La búsqueda de la aprobación de los demás es sólo un problema real cuando sientes que dicha aprobación es lo que te mantiene.  En primer lugar, porque quienes necesitan contar con el apoyo de otros son dependientes de ellos, lo que hace que pierdan autoestima y autoconfianza.

Otro problema con la búsqueda de aprobación de forma constante es que te deja vulnerable a ser manipulado por otros. Cuando los demás descubren que estás ansioso por complacerles se  acomodan, porque saben que todo va a ir bien, puesto que tú te encargarás de hacer las cosas para lograrlo.

Con el tiempo, las personas que constantemente buscan la aprobación de otros entran en un círculo vicioso del que es difícil salir. No solo porque te acostumbres a que validen tus decisiones, sino porque los demás te presionan y actúan sabiendo que dependes de su opinión. Los siguientes consejos te serán muy útiles para superar esa adicción, ganar confianza y seguridad y empezar a tomar tus propias decisiones.

1 – Dí lo que piensas

No es fácil decir lo que se piensa. Aunque hay veces que hay que ser prudente, hay otras ocasiones en las que tienes que decir lo que de verdad opinas. Pero hay que practicar. Empieza hablando contigo mismo, reconociendo esos pensamientos, reconociendo que tienes opinión, aunque no sea la que más guste a los demás.

Mujer recostada en un sofá

Practica la manera de decir lo que piensas sin ofender, pero respetándote a ti mismo, tu ideología y tus aspiraciones personales. No dejes que el deseo de agradar te obligue a pensar en los demás antes que en ti mismo hasta el punto de pensar en contra de tus intereses.

Puedes agradar a los demás sin traicionarte a ti mismo. Si no piensas y no dices lo que piensas los demás tiene todo el poder sobre ti…

2 – Complácete a ti mismo

Buscar constantemente la aprobación de los demás implica estar constantemente preocupados de que otros se estén formando una mala opinión de nosotros. Eso te hacer sentir vulnerable y víctima de si otras personas están contentos contigo o no. Esto acaba con la diversión, la creatividad, la bondad y la espontaneidad de la vida.

De vez en cuando también tienes que acordarte de ti mismo, de complacerte, de sentirte orgulloso de ti mismo, aunque no todo el mundo apruebe tus deseos y aspiraciones. Esto no es ser egoísta, sino todo lo contrario. Una persona que está satisfecha consigo misma y que se siente bien es mucho más útil para los demás, porque es más feliz y tiene más ganas de vivir y de ser útil a los demás.

3 – Recuerda que hagas lo que hagas siempre defraudarás a alguien

Buscar la aprobación suele ser un intento de tratar de ganar y mantener un sentido de control. Si podemos hacer que la gente “feliz” por ser lo que imaginamos que ellos quieren que seamos, entonces no vamos a ser rechazados o abandonados.

Pero no puedes controlar el pensamiento de los demás ni tampoco complacer a todos. Hagas lo que hagas, siempre habrá alguien que desapruebe o no entienda tu decisión. Nadie somo un billete verde que agrade a todo el mundo y, aún así, siempre habrá quien lo prefiera azul o amarillo.

4 – Concéntrate en lo que es correcto y sé tú mismo

La mentalidad de grupo nos puede forzar a hacer lo que se supone que debemos hacer, pero eso no es siempre lo correcto. Para no ir contracorriente muchos optan por satisfacer a la manada, aunque lo que hacen les parezca incorrecto o no lo entiendan.

Abrazo a un corazón

Eso te hace entrar en una dinámica en la que te alienas con los demás, pierdes tu personalidad y tu capacidad de decisión. Aléjate de eso, concéntrate en lo que consideras correcto, analiza la filosofía y las metas y sé tú mismo. Si a ti no te gusta eso, no te gustan ellos, ¿por qué quieres complacerlos? ¿Qué te aporta formar parte de un círculo así?

5 – No asumas que los demás te etiquetan en un extremo o en otro

La gente que está tan preocupada con la aprobación de los demás que dan por sentado que los etiquetan en un extremo o en otro. Sin embargo, la mayoría de las personas no toman decisiones ni juzgan a los demás tan fácilmente simplemente porque no aprueben o comprendan su forma de hacer o porque no se suman a las formas del grupo.

Incluso cuando la gente te fuerza a que cuentes con su opinión, el hecho de que hagas lo que creas conveniente no hace que eso te etiquete de manera negativa ni te hace perder el cariño de los demás. Contrariamente a lo que pueda parecer, ser tú mismo es la mejor manera de ganarse el respeto de los demás.  Y si te etiquetan, procura actuar para que lo hagan en la categoría que a ti te interese. 

 


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