8 tipos de agnosia visual
Podríamos decir que la agnosia visual se produce c uando somos incapaces de reconocer un estímulo visual, aunque nuestros sentidos funcionen correctamente. Ahora, ¿qué tipos de agnosia visual existen?
Antes de entrar en ello, vayamos al origen: la percepción y el reconocimiento de objetos. Cada día nos relacionamos con el medio que nos rodea, eso es, con sus estímulos: objetos, paisajes, personas… Procesamos el entorno a través de la información que nos llega de los receptores sensoriales (sentidos), reconociendo todo o buena parte de lo que hay en él.
El reconocimiento implica percibir el estímulo e integrarlo, es decir, darle un significado. Si el reconocimiento falla, hablamos de una agnosia. En este artículo conoceremos los 8 tipos de agnosia visual que existen y qué lesiones cerebrales explican su aparición.
¿Qué son las agnosias?
La palabra agnosia proviene del verbo gnoscere, que significa ‘saber o tener noción’. A-gnosis significa literalmente ‘falta de conocimiento’. A su vez, el concepto proviene del griego ἀγνωσία, que significa ‘desconocimiento’.
Freud en 1891 ya habló de este concepto como el fallo en la capacidad de reconocer. Así, una agnosia es aquella incapacidad para reconocer objetos, personas, tamaños, olores… es decir, estímulos del medio que son (eran) familiares y conocidos para nosotros.
No reconocemos el estímulo familiar
Estos estímulos pueden procesarse a nivel sensorial (los órganos de los sentidos no están dañados), pero no pueden reconocerse, eso es, darles una interpretación. Las agnosias pueden ser de diferente tipo, según el sentido que involucren, aunque las más comunes son las agnosias visuales.
De esta forma, las agnosias se relacionan con los canales sensoriales humanos, es decir, con los sentidos. Es por ello que encontramos agnosias visuales, táctiles, olfativas, auditivas…
8 tipos de agnosia visual
Así, la agnosia visual implica una incapacidad para reconocer estímulos familiares (visuales) y atribuirles un significado. Las agnosias visuales impiden la interpretación correcta del significado de los estímulos, y no se producen por déficits sensoriales, sino por lesiones de áreas asociativas del córtex cerebral.
A su vez, dentro de esta categoría de agnosias, encontramos diferentes tipos de agnosia visual. Te explicamos en qué consiste cada una de ellas:
Simultagnosia
La simultagnosia es la incapacidad para interpretar el significado de un dibujo o objeto de una manera global, permaneciendo la capacidad para percibir sus partes de manera aislada. Se produce por una lesión en las áreas de asociación occipital, sobre todo en el hemisferio derecho.
Prosopagnosia
La prosopagnosia es la incapacidad para reconocer caras familiares o la propia cara en el espejo o en fotografías (es decir, en una imagen). Las personas con este tipo de agnosia pueden identificar los rasgos individuales de las caras, y son conscientes de su incapacidad.
Eso sí, pueden llegar a reconocer un rostro conocido basándose en otros códigos sensoriales como: la voz, el tacto o la vestimenta. La prosopagnosia se produce por una lesión que afecta al territorio occipitoparietal o al occipitotemporal, generalmente como consecuencia de una hemorragia en la arteria cerebral posterior.
Variantes de la prosopagnosia
Existen cuatro variantes de la prosopagnosia, en función de sus características. Estas son:
- Agnosia visual para caras conocidas.
- Para el propio rostro (en casos más graves).
- Azoognosia: no reconocer los animales de compañía.
- Agnosia para determinadas categorías de objetos, marcas comerciales o logotipos que previamente se conocían.
Agnosia cromática
Otro de los tipos de agnosia visual es la agnosia cromática, que implica una incapacidad para identificar colores. Esto se produce a pesar de estar preservados los receptores sensoriales y las áreas visuales primarias.
Se produce por una lesión en las áreas visuales terciarias. Incluye diferentes modalidades, con las correspondientes dificultades para:
- Acromatopsia: distinguir o identificar colores.
- Agnosia cromática: clasificar u ordenar colores.
- Anomia para colores: denominar colores.
Alexia agnósica
También llamada “ceguera pura” para las palabras o alexia sin agrafía, se produce por lesiones en una estructura cerebral llamada esplenio, así como en el lóbulo occipital izquierdo. Implica la incapacidad para reconocer las palabras, y como consecuencia, para leer.
Cinetoagnosia (agnosia del movimiento)
La agnosia visual del movimiento o “cinetoagnosia” es aquella que conlleva la imposibilidad o dificultad para reconocer un objeto cuando este se encuentra en movimiento. Es poco habitual, y aparece por lesiones temporales mediales bilaterales, en la convergencia entre el córtex occipital y el temporal.
Agnosias visuales y problemas derivados
En la agnosia visual se produce una incapacidad para reconocer objetos y dibujos presentados en la modalidad visoperceptiva. Los diferentes tipos de agnosia visual nos permiten entender por qué no podemos reconocer que una rosa es una rosa, incluso pudiéndola percibir perfectamente, por ejemplo. O porque no podemos reconocer las caras de nuestros seres queridos.
Los tipos de agnosia visual implican problemas para denominar, recordar, describir el significado de los objetos, discriminar figuras visuales que se presentan superpuestas, etc.
Entender cada uno de ellos nos permite conocer mejor nuestro cerebro. También, cómo funcionan procesos como la percepción y el reconocimiento.
Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.
- Belloch, A., Sandín, B. y Ramos, F. (2010). Manual de Psicopatología. Volumen II. Madrid: McGraw-Hill.
- García García, E. (2001). Mente y cerebro. Madrid: Síntesis.
- Junqué, C. (2014). Manual de Neuropsicologia. Barcelona: Síntesis.
- Pinker, S. (2000). Como trabaja la mente. Barcelona: Destino.
- Riddoch, M. (1990). M.J. Farah, Visual agnosia: Disorders of object recognition and what they tell us about normal vision. Biological Psychology, 31(3): 299-303.
- Sacks, O. (2010). El hombre que confundió a su mujer con un sombrero. Barcelona: Anagrama.