Tipos de víctimas, según Antonio Beristain

Los tipos de víctimas definidos por Antonio Beristain nacen del grado de participación que estas tienen en el daño del que son objeto. Son cinco categorías y solo una de ellas corresponde al concepto clásico de “víctima” completamente inocente.
Tipos de víctimas, según Antonio Beristain
Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Escrito por Edith Sánchez

Última actualización: 09 octubre, 2020

Los diferentes tipos de víctimas se clasifican de varias maneras. Estamos acostumbrados a tomar la palabra “víctima” de una forma genérica y le damos esa denominación a todo aquel que ha sufrido un daño. Sin embargo, desde el punto de vista de la criminología, este concepto se aborda de una manera más puntual.

Una de las clasificaciones más famosas de los tipos de víctimas es la de Antonio Beristain Ipiña, un gran catedrático de Derecho penal y el fundador del Instituto Vasco de Criminología. Además, fue sacerdote y uno de los asesores en la reforma al Código Penal de España, durante los años 80.

La clasificación de los tipos de víctimas de Antonio Beristain se considera una de las más completas. Elaboró esta categorización con base al grado de “culpabilidad” o participación de la víctima en los hechos que le causan daño. Desde ese punto de vista hay cinco grupos que veremos enseguida.

La revolución ocurre cuando la víctima deja de cooperar”.

-Karl Hess-

Hombre sentado en el sofá

1. Precipitadora o completamente culpable

El primero de los tipos de víctimas es la precipitadora o completamente culpable. Corresponde a los casos en los que una persona es objeto de algún daño, en una situación riesgosa que ella misma genera. En este caso, la víctima tiene una participación muy activa en el delito o perjuicio que luego recae sobre ella.

El ejemplo más típico es el de un agresor que resulta herido o muerto, después de que ha intentado hacer daño a alguien. También es válido para quien, por ejemplo, persigue o acosa moralmente a otro y luego es objeto de su ira. En este caso, se habla de una víctima precipitadora.

También cabe aquí el caso de alguien que fanfarronea mostrando su dinero en un lugar inadecuado y a quien luego roban. Este último ejemplo correspondería al de una víctima propiciadora. Finalmente, en esta categoría también se incluyen las “falsas víctimas”, que se configuran cuando alguien inventa la existencia de un delito para dañar a otro. Por ejemplo, una persona que quiere vengarse de su jefe por despedirlo y le acusa de abuso sexual.

2. Parcialmente culpable

En la categoría de parcialmente culpable, encontramos tres tipos de víctimas. La primera de ellas es la víctima por imprudencia o ignorancia. Corresponde a quienes terminan siendo objeto de un daño por no medir las consecuencias de sus actos. Un ejemplo de ello es quien muere por sobredosis de un psicoactivo o aquel que decide ingerir una sustancia tóxica pensando que le hará un bien.

El segundo tipo de víctimas parcialmente culpables son las de “escasa culpabilidad”. En este caso, la persona participa o facilita el daño que se le hace posteriormente. Un ejemplo muy actual es el de quienes entregan datos de sus cuentas bancarias o tarjetas de crédito a alguien que les hace una falsa llamada. De este modo, se le facilita al delincuente que cometa un robo.

El tercer tipo es el de las víctimas voluntarias. Hace referencia a aquellas personas que de forma deliberada y consciente propician o auspician el daño que se aplica sobre ellas. El ejemplo más ilustrativo es el de alguien que está en la fase terminal de una enfermedad y le pide a otro que le ayude a morir.

3. Ideal, uno de los tipos de víctimas

La llamada víctima ideal o víctima completamente inculpable es aquella que no tiene ninguna participación en los hechos que le causan un daño. Por eso se le llama “ideal”, ya que es el prototipo de quien sufre un perjuicio sin haber propiciado, facilitado o promovido de ninguna manera el mismo.

Ejemplos de este tipo de víctimas son quienes salen heridos en un atentado terrorista. Simplemente estaban ahí por azar, pero sufren un grave daño. Otro ejemplo es el de alguien que ha sido privado del conocimiento y en esas condiciones es robado o abusado.

Mujer asustada en un atentado

4. Vindicativa

Beristain y el propio Código penal español definen a este tipo de víctima como aquella que sufre un daño en razón “de la realización arbitraria del propio derecho”. Más exactamente, corresponde a los casos en que alguien reacciona con violencia desmesurada frente a un daño previo.

Los terroristas abatidos pueden encajar en esta categoría. Si bien tienen derecho a protestar y a luchar por un cambio, llevan ese derecho a un extremo delictivo y pueden terminar siendo objeto de un daño.

5. Protagonista axiológica

De forma metafórica, cuando se habla de este tipo de víctima se hace referencia al “siervo sufriente”. Es aquel que se somete voluntariamente a sufrir daños y vejámenes, en función de sus principios o valores. La figura de Jesucristo, el siervo sufriente, encaja con esta categoría.

Como se ve, los diferentes tipos de víctimas muestran que muchas veces el daño que se recibe de otros también cuenta con la participación, directa o indirecta, de quien es objeto del mismo. Aunque se trata de conceptos criminológicos, es un interesante punto de reflexión individual, con perspectiva, en torno a las situaciones personales en las que nos sentimos menoscabados o dañados.


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  • Cárdenas, A. E. M. (2011). La victimología como estudio: redescubrimiento de la víctima para el proceso penal. Revista Prolegómenos. Derechos y Valores De La Facultad De Derecho, 14(27), 27-42.


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