Transformar la Navidad (Cuento de Navidad)

Transformar la Navidad (Cuento de Navidad)
Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 19 diciembre, 2017

Hoy os quiero invitar a reflexionar sobre el verdadero valor de la Navidad, con el cuento “Transformar la Navidad”, donde un niño nos recordará que es importante valorar y agradecer lo que tenemos, por poco que nos parezca, y es importante hacerlo todos los días del año, no solo una vez al año.

En estas fechas comienzan los bombardeos de anuncios televisivos sobre turrones, juguetes, perfumes….todo nos indica que ha llegado la Navidad, esta maravillosa y temida época del año. Las calles se iluminan y una especie de locura colectiva nos invade y nos invita a consumir de manera compulsiva, llenando las despensas de forma desmedida y a salir a comprar regalos para todo el mundo. Pero, ¿es este realmente el valor de la Navidad? Transformar la Navidad es posible cuando somos capaces de mirar bajo el envoltorio de los regalos. 

“La Navidad no es un momento ni una estación, sino un estado de la mente. Valorar la paz y la generosidad y tener merced es comprender el verdadero significado de la Navidad”.

-Calvin Coolidge-

Papá Noel

Transformar la Navidad

El pequeño Oliver tenía cinco años recién cumplidos y sentía una gran curiosidad por el mundo que le rodeaba. Comenzó a observar que todo cambiaba a su alrededor, las calles se llenaban de colores luminosos, se oían canciones repetitivas por todas partes, se adornaban árboles con figuras de todo tipo, la televisión anunciaba turrones, juguetes, cava, perfumes…… Todo aquello provocó que Oliver se hiciera una pregunta, que finalmente se atrevió a decir en voz alta a su madre:

  • ¿Qué es eso de la Navidad?
  • La Navidad es algo que sólo los afortunados pueden tener. Espero podértela dar algún día, hijo- Respondió su madre con cierta tristeza.

Oliver se entristeció ante aquella respuesta y al ver la expresión de su madre, pero no perdió la esperanza de ser afortunado algún día y vivir su propia Navidad. Pasaron los días, y el pequeño Oliver siguió investigando sobre el tema. Llegó la mañana de Navidad.

Oliver madrugó mucho y fue corriendo a despertar a su madre. Ella abrió los ojos con cierta dificultad y vio como el pequeño le entregaba una tarjeta hecha a mano con un folio reutilizado. Pero aquella tarjeta era igualmente hermosa, llena de colores, de dibujos y sobre todo con un mensaje esperanzador: –”Me das Navidad cada día, pues me siento feliz de estar contigo”-. La madre de Oliver comenzó a llorar. Y el pequeño preguntó:

  • ¿Por qué lloras, mamá?
  • Porque no sabía lo afortunada que era, hasta este instante en el que tú me lo has mostrado -dijo la madre de Oliver mientras abrazaba fuertemente a su hijo.
  • Claro que si mamá, nosotros tenemos Navidad cada día.

“La Navidad no se trata de abrir regalos, se trata de abrir nuestro corazón”.

-Janice Marditera-

Hijo corriendo a brazos de su madre

El amor el mejor regalo

Transformar la Navidad es posible, así lo hizo el pequeño Oliver, con su inocencia y valorando lo que realmente era importante para él. El amor de su madre era sin duda el mejor regalo que podía recibir. El pequeño, al igual que a su madre, nos recuerda que a veces perdemos de vista lo que realmente es importante y nos preocupamos por aquello que no podemos ofrecer a los demás, por no poder pagarlo o porque damos por hecho que no existirá una reciprocidad.

Y quizás, solo quizás perdemos de vista todo lo que ya tenemos y recibimos de otras personas. No hay persona más rica, que la que es rica en gente que la quiere y aprecia. Y todos, absolutamente todos, tenemos por lo menos a una persona que nos quiere y a la que querer. También, y especialmente -¿por qué no?-, en Navidad.

“Si no sabes qué regalar a tus seres queridos en Navidad regálales tu amor”.

-Anónimo-


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