Trastorno de identidad de la integridad corporal: descubre este extraño desorden

El trastorno de identidad de la integridad corporal es uno de los más sorprendentes que existen. Su presencia hace que la persona llegue a atentar contra su salud. En este artículo te contamos cuáles son sus características, sus implicaciones y las posibilidades más frecuentes de intervención.
Trastorno de identidad de la integridad corporal: descubre este extraño desorden
Elena Sanz

Escrito y verificado por la psicóloga Elena Sanz.

Última actualización: 28 noviembre, 2023

La sola idea de perder una de nuestras extremidades o una parte funcional de nuestro cuerpo es aterradora. Sin embargo, se ha descrito un trastorno psiquiátrico caracterizado por este bizarro deseo, el cual puede llegar a convertirse en obsesión. Su nombre es trastorno de identidad de la integridad corporal, y hoy queremos hablarte al respecto.

Imagina a una persona vertiendo sustancias corrosivas sobre sus ojos para quedar ciega, o mutilando deliberadamente sus piernas o brazos para deshacerse de ellos. Estas acciones tan dramáticamente llamativas y aparentemente sin sentido vienen motivadas por intensos procesos psicológicos que abordamos a continuación.

Mujer con ansiedad
La persona con trastorno de identidad de la integridad corporal no se siente conforme con una parte de su cuerpo y desea eliminarla.

¿Qué es el trastorno de identidad de la integridad corporal?

El trastorno de identidad de la integridad corporal (BIID, por sus siglas en inglés) es considerado un trastorno de identidad. Se puede rastrear en el CIE-11, uno de los principales manuales diagnósticos de psiquiatría y psicología. Además, sí se ha recogido en la literatura clínica y su presencia es notable tanto en el plano asistencial como en el científico.

A lo largo de la historia, diferentes autores han realizado propuestas y contribuciones a la comprensión universal de este trastorno, llegando a denominarlo apotemnofilia (amor por la amputación), trastorno facticio de discapacidad y trastorno de identidad de amputado.

Además, se establecían tres tipos, distinguiendo entre quienes sentían atracción sexual solo por amputados, quienes actuaban y se mostraban como discapacitados (sin serlo realmente) y quienes deseaban serlo y hacían todo lo posible por lograrlo.

Actualmente, se entiende que en el trastorno hay una alteración o disfunción en el desarrollo de la identidad anatómica, de forma que la persona no se siente conforme con cierta parte de su cuerpo y desea eliminarla. Este es precisamente el síntoma principal del BIID: un intenso deseo o una imperiosa necesidad por mutilar o amputar alguna zona sana del cuerpo.

Estos pensamientos (irracionales y repetitivos) llegan a ser obsesivos y generan un gran malestar, ansiedad y alteraciones en el estado de ánimo. Además, debido a la incomprensión por parte del entorno, la persona con trastorno de identidad de la integridad corporal tiende a aislarse socialmente.

¿De dónde nace el deseo de amputación?

El hecho de que estas personas deseen y busquen ser discapacitadas no guarda relación con el beneficio económico. Lo que ocurre generalmente se asocia a las siguientes ideas:

  • Buscan conseguir un aspecto físico que es de particular agrado para ellas y que conlleva la amputación de una parte de su cuerpo. Es un intento por llegar a un ideal personal.
  • Sienten esa parte del cuerpo como ajena, como que no les pertenece, la consideran incongruente con su imagen corporal.
  • Consideran que esa extremidad o parte del cuerpo es un lastre, una carga y que es inútil o defectuosa.

Dichas ideas, como decíamos, generan un elevado malestar, pero además pueden conducir a intentos de automutilación. Algo que es más frecuente (según han encontrado algunos estudios) cuando el BIID lleva un componente de excitación sexual comórbido.

Cabe resaltar que, aunque la fijación se centre en una zona del cuerpo diferente en función de la persona, cada paciente sabe claramente cuál es el miembro que desea eliminar y que causa su angustia; y, de hecho, una vez lo logran, sus sentimientos son de satisfacción y de alivio, no sintiéndose inválidos, sino conformes con su nuevo estado.

Causas del trastorno de identidad de la integridad corporal

Este trastorno suele comenzar a gestarse durante la infancia y la adolescencia, momentos en los que ya se hacen presentes las ideas irracionales y compulsivas respecto a la amputación. Sin embargo, hasta la edad adulta las personas no suelen exteriorizan estos deseos. A pesar de esto, debido al miedo al estigma social, rara vez buscan tratamiento o apoyo profesional.

También se ha visto que se presenta con mayor frecuencia en varones (aproximadamente un 30 % más de incidencia) y que suele afectar principalmente a las extremidades (piernas, brazos, manos…). Ahora bien, ¿qué motiva la aparición de este trastorno? Lo cierto es que las causas no están del todo claras.

Algunas de las teorías apuntan a un desarrollo durante la infancia en la que el niño estuvo expuesto a una persona con discapacidad. Así, de algún modo, la colocó mentalmente como un ideal aspiracional, tal vez debido al trato que observó que la persona recibía por parte de sus padres y de otros. Así pudo inferir que la discapacidad era un modo de obtener ese aprecio y empatía, o incluso el vínculo con un ideal estético, considerándolo más atractivo.

Ciertas investigaciones también han permitido postular que quizá el trastorno esté relacionado con una lesión o daño en el lóbulo parietal derecho del cerebro. También se han observado, en quienes sufren el trastorno, diferencias en el tamaño de ciertas estructuras cerebrales, así como hiperreactividad de ciertas áreas relacionadas con la propiocepción.

Paciente en terapia psicológica
La terapia psicológica es fundamental en el trastorno de identidad de la integridad corporal.

¿Existe tratamiento?

Por el momento no se puede hablar de una cura definitiva y universalmente aceptada. Generalmente, se emplean fármacos (como antidepresivos o antipsicóticos) y psicoterapia para intervenir en estos casos. No obstante, es fundamental que la persona sea consciente de que sufre un trastorno y desee recibir ayuda.

En la mayoría de los casos, las personas con BIID refieren desear la parálisis o amputación del miembro, y solicitan ayuda médica para completar la cirugía. De hecho, aunque esto alivie su malestar y logre que se sientan finalmente completos y conformes con su físico, es una decisión cargada de dilemas morales, ya que implicaría eliminar (ya sea físicamente o a nivel funcional) un miembro sano.

En cualquier caso, el acompañamiento y la intervención profesional son fundamentales para ayudar a la persona con trastorno de identidad de la integridad corporal a recuperar el bienestar.


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