¿Cómo tener una actitud positiva en el trabajo?
Hay momentos en los que cuesta mantener una actitud positiva en el trabajo por mucho que nos guste. Nada ocurre a la medida de nuestras necesidades. Hay situaciones en las que el ambiente laboral se torna pesado o un nuevo jefe imprime un nivel de exigencia que te lleva al estrés. También, por supuesto, hay momentos en los que la actividad se torna rutinaria y contamos los minutos para terminar cada tarea.
La actitud positiva en el trabajo se refiere a una disposición optimista y entusiasta dirigida no solo a nuestra actividad laboral sino también a todas las personas involucradas en él. Cultivar esa actitud ayuda mucho porque contribuye de manera determinante a que tu trabajo te resulte agradable. Así mismo, hace que los momentos de crisis no se experimenten de forma severa.
“Elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida”.
-Confucio-
Pasamos una gran parte de nuestra vida en función del trabajo. A veces le dedicamos más tiempo a este que a nuestros seres queridos o a otras actividades que nos apasionan. Por eso, nuestro bienestar personal depende en gran medida de las vivencias laborales. De ahí que valga la pena esforzarnos por construir y mantener una actitud positiva en el trabajo. ¿Cómo lograrlo? Veamos algunos consejos que pueden ayudar.
Eleva la calidad para nutrir una actitud positiva en el trabajo
Uno de los factores que más nos motiva y nos ayuda a desarrollar una actitud positiva es el de saber que estamos haciendo bien nuestra labor. Mucho más cuando vemos los resultados y nos damos cuenta de que estamos evolucionando. Para hacer las cosas mejor es importante tomar en cuenta estos aspectos:
- Entender bien cuáles son los requisitos y habilidades que exige el trabajo y esforzarnos por ajustarnos a ellos
- Buscar métodos para realizar nuestras tareas de manera más eficiente
- Proponernos metas ambiciosas. No solo cumplir, sino identificar cuál es el escalón que sigue en la evolución laboral
- Conocer bien la empresa, identificar sus políticas, su filosofía y su estructura
Si sentimos que el trabajo es un medio para ser mejores, será más sencillo asumir una actitud positiva. Buena parte de las posturas negativas nacen cuando percibimos que lo que hacemos no vale la pena, o que estamos estancados.
Desarrollar conductas positivas y proactivas
Hasta en los trabajos más solitarios siempre hay un punto en el que tiene que vincularse o coordinarse la labor con otras personas. Por lo tanto, no solo es necesario cultivar una actitud positiva hacia las tareas que desempeñamos, sino también hacia las personas con las que hacemos equipo. Para ello, las siguientes conductas y valores nos ayudarán a conseguirlo:
- Ser responsable y puntual. Quienes exhiben desidia o falta de seriedad con las actividades y horarios generan con sus conductas cierto malestar laboral
- La cortesía ante todo. Las palabras y los gestos amables son la base de una buena relación
- La honestidad. Tratar de demostrar algo que uno no es, decir mentiras o no admitir errores es algo que a la larga daña mucho las relaciones laborales
- Aprende a manejar el conflicto. Siempre habrá diferencias de opinión, pero esto no tiene que convertirse en un conflicto. Particularmente, es necesario aprender a exponer los desacuerdos, sin agredir, ni herir a nadie
Cuando el ambiente laboral es positivo, crece automáticamente la motivación. Si logras cultivar buenas relaciones, no te sentirás trabajando entre compañeros anónimos, sino compartiendo con colaboradores que tienen una causa en común.
La importancia de la automotivación
No siempre tienes a alguien al lado que reconoce tus esfuerzos o te da palmaditas en el hombro cuando haces las cosas bien. Es muy importante que aprendas a no desanimarte por esto. Lo más importante es que tú seas consciente de que estás haciendo tu mejor esfuerzo.
Para automotivarte hay algunas pequeñas claves que podrían servirte. Por ejemplo, arreglarte muy bien, especialmente cuando te sientas con el ánimo bajo. Verás que esta simple conducta te hace sentir mejor. También sonreír. Algunos estudios indican que si sonríes, y sigues sonriendo, aunque no sea tan sinceramente, al final te sientes más optimista.
No olvides tampoco valorar tus logros y sobre todo, de vez en cuando, enviarte mensajes positivos. Cuidarse y reconocerse son dos acciones muy importantes para sentirse bien.
Es muy importante que recuerdes que, al fin y al cabo, tu trabajo solo es un aspecto de tu vida. No permitas que tu vida personal se contamine con los problemas laborales, si los hay. Y si se trata de una labor que no te satisface, que no te lleva a desarrollar una actitud positiva, no tengas miedo de buscar nuevos horizontes. Lo vales.
Psicología Positiva y Trabajo
Pamela Castro (2012), psicóloga de la Universidad de San Andres en Bolivia, investigó la influencia de las emociones positivas en el desempeño laboral. Los resultados indicaron la importancia de reforzar los pensamientos optimistas y positivos a través del manejo de las emociones. Según la autora, recordando momentos felices de nuestras vidas e identificándonos con ellos, poco a poco, se irá convirtiendo en una constante. De esta forma comenzaremos a dar prioridad a lo positivo antes que a lo negativo.
Llevado al ámbito laboral Castro asegura que primero se debe reconocer el estado negativo y positivo. Una vez reconocido se debe llevar el estado negativo al positivo, pero aquí nos encontraríamos con una dificultad, y es que las emociones son abstractas. Así pues, la solución que da la autora es convertir lo subjetivo en objetivo, es decir, “asociar las emociones con características físicas que pueden pertenecer a un objeto tangible o agradable, […]. A partir de esta asociación la persona siente que es más real y factible la posibilidad de cambiar una emoción negativa por otra positiva”.