Las ventajas del comedor escolar
Los hábitos de alimentación continúan siendo un tema de preocupación para padres y madres de todo el mundo. Es fundamental que los niños se alimenten bien, pero en más de una ocasión, las horas de las comidas se convierten en un gran campo de batalla. Esto genera ansiedad y rechazo, pudiendo afectar otros aspectos de la relación con ellos.
Apuntar a nuestros hijos al comedor escolar es una posible solución a ciertas actitudes hacia la alimentación. Además, ofrece muchas otras ventajas y la posibilidad de preservar la relación que tenemos con ellos.
El comedor escolar es un servicio que dan la mayoría de colegios y que esta integrado en el funcionamiento de estos, ya que ellos también entienden que en estas etapas la nutrición y la alimentación son de vital importancia. En este artículo analizamos las ventajas que nos ofrecen estos centros, tanto a nivel personal como familiar.
“Un estomago vacío, es un mal consejero”.
-Albert Einstein-
Ventajas del comedor escolar
El comedor escolar pretende ser una forma adicional de educación para la salud, ya que favorece el desarrollo de hábitos de higiene y fomenta una buena alimentación.
Otra ventajas a destacar es que los niños aprenderán el uso correcto de los cubiertos y servilletas, así como la adopción de una adecuada postura corporal al comer. Además, también aprenderán a respetar a sus compañeros y al personal del comedor.
Comer en el colegio ayuda a los niños a desarrollar habilidades de cooperación y compañerismo porque el volumen de la voz debe ser moderado para fomentar la conversación.
Las habilidades sociales también se desarrollan en estos espacios. Nuestros hijos pasarán tiempo con los compañeros fuera del aula, en un ambiente más relajado y agradable. Podrán sentarse con nuevos amigos y entablar relaciones con personas diferentes o estrechar los lazos con aquellos a los que ya conocen.
Por otro lado, apuntarlos al comedor escolar nos ayuda a equilibrar nuestro trabajo y las horas libres que pasamos con nuestros hijos. De esta manera, gracias a los nuevos hábitos que adquieren comiendo en el colegio, podremos pasar tiempo de calidad con ellos, sin que las cenas y las comidas sean un campo de batalla. De hecho, es muy probable que una vez que hayan adquirido ciertos hábitos en el comedor escolar los generalicen en casa, siempre y cuando mantengamos las mismas directrices.
¿Cuándo apuntar a nuestros hijos al comedor?
A continuación veremos algunos casos en los que es recomendable llevar a nuestros hijos al comedor escolar.
No comen bien
La imitación es fundamental en el aprendizaje de los niños. De esta forma, es muy probable que al ver a sus amigos comer, ellos se animen también. Cuando está con nosotros tienen toda nuestra atención si no prueban o comen determinados alimentos, por lo que se sienten reforzados a no hacerlo. Ahora bien, en el comedor no disfrutan de tanta atención ni estarán tan presionados, provocando esta situación que coman por iniciativa propia.
Se relacionan poco
El comedor escolar es un espacio para compartir momentos con los demás y relacionarse. Todos se sientan con todos. Además, la hora de la comida es un momento relajado, ideal para establecer relaciones y pasar un buen rato.
El tiempo para cocinar es escaso
Uno de los motivos más comunes para apuntar a los niños al comedor escolar suele ser el poco tiempo que se dispone para cocinar. De hecho, muchas veces recurrimos a la comida prefabricada por esta razón. En el comedor preparan comida saludable y equilibrada de ahí que sea una buena opción.
“En la mesa nadie se aburre durante la primera hora”.
-Anthelme Brillant-Savarín-
Si tienen alguna alergia
Las alergias tienden a separar a los niños y a darles un trato especial. El comedor trata las necesidades de los niños con cuidado y no permitirá que su alergia sea motivo de separación ni de discriminación por parte de sus compañeros. De esta forma,tendrá la oportunidad de comer con otros, de no sentirse como un bicho raro y de aceptar su alergia con naturalidad.
Aprender rutinas y horarios
El comedor escolar conlleva ciertos pasos que se repiten cada día y que todos los niños saben y deben hacer. Por otro lado, los horarios establecen un tiempo limitado que favorece su concentración a la hora de comer y sobre todo, les enseñan a no eternizar las comidas.
Si no somos tan buenos comedores
A veces queremos que nuestros hijos coman de todo y coman sano, pero a nosotros no nos gustan las verduras u otros alimentos y no podemos ser el ejemplo que ellos necesitan para alimentarse de manera sana y equilibrada.
Aunque seria lo ideal comer bien durante la cena o los fines de semana, la realidad es que el comedor es un ejemplo de buena alimentación para nuestros hijos.
“La única manera de conservar la salud es comer lo que no quieres, beber lo que no te gusta, y hacer lo que preferirías no hacer”.
-Mark Twain-
Los hábitos saludables, probar y comer todo tipo de alimentos, así como las rutinas y las habilidades sociales que aprendan los niños en el comedor pueden ser de gran utilidad cuando las trasladamos a esos momentos que pasamos en familia.
Como vemos, el comedor escolar ofrece grandes ventajas para nosotros y para nuestros hijos. Aprovechémoslas tanto en el cole como en casa y contribuyamos a mejorar las comidas que compartimos con los más pequeños de la casa.