11 diferencias entre demencia y pseudodemencia

¿Conoces las diferencias entre demencia y pseudodemencia? Aquí te dejamos hasta un total de 11, además de una definición de cada una de estas patologías.
11 diferencias entre demencia y pseudodemencia
Laura Ruiz Mitjana

Escrito y verificado por la psicóloga Laura Ruiz Mitjana.

Última actualización: 20 noviembre, 2020

Antes de adentrarnos en las diferencias entre demencia y pseudodemencia, vamos a definir brevemente en qué consiste cada uno de estos diagnósticos. La demencia, conocida también como trastorno neurocognitivo mayor en el DSM-5 (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales), se manifiesta como una alteración significativa, respecto al nivel de ejecución previo, en uno o más dominios cognitivos (atención, funcionamiento cognitivo, lenguaje, aprendizaje y memoria, etc.).

Es decir, en la demencia (que puede ser debida a múltiples causas -enfermedad de Alzheimer, enfermedad de Parkinson, por Cuerpos de Lewy, vascular, etc.)-, se da una pérdida progresiva de las funciones cognitivas. En cambio, la pseudodemencia implica la presencia de sintomatología demencial, pero a raíz de un cuadro psicopatológico funcional (el más frecuente: la depresión mayor).

En otras palabras, en la pseudodemencia no existe una demencia real, sino que la pérdida o alteración en las funciones cognitivas surge por el propio trastorno mental de base. En la depresión, por ejemplo, podemos identificar un funcionamiento de la memoria parecido al que se da en las primeras etapas de una demencia. ¿Son síntomas típicos de la demencia? Sí. ¿Es una demencia realmente? No.

Mujer con alzhéimer

Las diferencias entre demencia y pseudodemencia

¿Cómo hacer un buen diagnóstico diferencial? ¿Qué diferencias entre demencia y pseudodemencia encontramos? Os dejamos las más significativas:

Comienzo y evolución

Una de las primeras diferencias entre demencia y pseudodemencia tiene que ver con el comienzo de los síntomas o patología. Así, mientras que en la demencia el comienzo está mal delimitado y su inicio es lento y progresivo, en el caso de la pseudodemencia su comienzo está bien delimitado y el inicio del cuadro de síntomas es abrupto.

En cuanto a la evolución, también encontramos diferencias. En la demencia el deterioro es progresivo y en la pseudodemencia, este es desigual.

Además, mientras que en la demencia los síntomas no pueden “curarse” (aunque sí enlentecer su aparición, a través de estimulación cognitiva, por ejemplo), en la pseudodemencia sí se pueden “curar” los síntomas (cuando se combate el trastorno psicopatológico de base que origina los síntomas).

Conciencia de enfermedad

En la demencia los pacientes no suelen tener conciencia de enfermedad; es decir, esta es inexistente. En cambio, en la pseudodemencia los pacientes sí son conscientes de sus síntomas (la conciencia de enfermedad es muy marcada).

Los síntomas y dificultades que origina la demencia generalmente no son reconocidos por el propio paciente. En cambio, en la pseudodemencia casi siempre son bien identificados por el propio paciente (además de que los suele vivenciar muy mal).

Humor

En el humor encontramos otra de las diferencias entre demencia y pseudodemencia. Así, mientras que en los pacientes con demencia este es lábil o inadecuado, en los pacientes con pseudodemencia el humor suele estar ausente o ser muy plano (en buena medida por la gran conciencia que tienen de sus síntomas).

Atención

La atención es una habilidad cognitiva indispensable para muchas otras funciones (nos permite pensar, atender, focalizar nuestros recursos en un determinado estímulo o tarea y, en definitiva, aprender). La atención en las personas que sufren una demencia suele ser deficitaria. En cambio, en las personas con pseudodemencia, esta se conserva bastante bien.

“El verdadero arte de la memoria es el arte de la atención”.

-Benjamin Jonson-

Memoria a corto plazo y a largo plazo

Otro dominio cognitivo, en este caso la memoria a corto plazo (MCP), constituiría otra de las diferencias entre demencia y pseudodemencia. En el caso de la demencia, la memoria a corto plazo siempre está afectada, mientras que en las personas con pseudodemencia, ésta solo está disminuida en ocasiones.

En cuanto a la memoria a largo plazo (MLP), otro de los dominios o funciones cognitivas, encontramos que las personas con demencia sufren un fallo mnésico progresivo (que va empeorando con el tiempo). En cambio, en las personas con pseudodemencia, la MLP está alterada (y casi siempre, de forma inexplicable).

Hombre mayor intentando recordar

Lenguaje

Otra área importante a nivel cognitivo: el lenguaje. Las personas con demencia sufren, típicamente, una alteración denominada anomia, que impide llamar a las cosas por su nombre. Es decir, la persona no encuentra las palabras para nombrar la realidad que antes sí conocía. En cambio, en la pseudodemencia no suelen aparecer alteraciones en el lenguaje.

Conducta

En relación a la conducta, esta suele ser coherente con el déficit que presenta la persona en el caso de la demencia; en este caso, la conducta suele estar enfocada a compensar los déficits. En cambio, en la pseudodemencia la conducta suele ser de abandono y no es coherente con el déficit que sufre el paciente.

Deterioro social

Las relaciones sociales también se ven alteradas en este tipo de patologías. Así, el deterioro social en la demencia es lento. En cambio, en la pseudodemencia suele ser más bien temprano (y más rápido).

Clínica

En el caso de la demencia, la clínica es congruente con la propia demencia. Además, se produce un agravamiento nocturno de los síntomas. La afectación del rendimiento de la persona es global, y aparecen quejas imprecisas (y menores que lo objetivado).

En cambio, en la pseudodemencia la clínica es incongruente con lo que le ocurre a la persona (que realmente no tiene una demencia), y se suele producir una exageración de los síntomas. En este caso, aparecen más quejas que las que se pueden objetivar, a diferencia de lo que ocurre con la demencia. Finalmente, en la pseudodemencia las quejas son más específicas que en la demencia.

Respuesta a pruebas

Otra de las diferencias entre demencia y pseudodemencia hace alusión a la respuesta a las pruebas. En las personas con demencia se produce lo siguiente:

  • Buena cooperación.
  • Constancia de resultados.
  • Producen poca ansiedad.
  • Respuestas evasivas, erróneas, confabuladas o perseverantes.
  • La persona destaca los éxitos.

En cambio, ¿qué ocurre en la evaluación de una persona con pseudodemencia? A grandes rasgos, lo siguiente:

  • Escasa cooperación.
  • Éxito variable.
  • Producen ansiedad.
  • Respuestas sin interés, globales, tipo “no sé”.
  • La persona destaca los fallos.

Respuesta al tratamiento antidepresivo

Finalmente, la última de las diferencias entre demencia y pseudodemencia que encontramos es la respuesta al tratamiento antidepresivo. En la demencia la respuesta al mismo suele ser mala (en lo que a síntomas cognitivos se refiere, no a síntomas depresivos); en cambio, en la pseudodemencia la respuesta es buena (también refiriéndonos únicamente a los síntomas cognitivos).

En el caso de la pseudodemencia, curiosamente, al reducirse los síntomas depresivos gracias al fármaco antidepresivo, los síntomas cognitivos también mejoran (lo que explicaría que se trata de una pseudodemencia, porque los síntomas cognitivos aparecen por la propia depresión).

Pareja haciendo un puzzle

Conocer las diferencias para el buen diagnóstico

Hemos visto las diferencias más notables entre demencia y pseudodemencia. Y es que debemos tener claro que los síntomas cognitivos de la demencia sí tienen un origen orgánico (son debidos a la propia demencia), y que los síntomas cognitivos de la pseuodemencia, en cambio, se explican por un trastorno psicológico de base (que frecuentemente es la depresión).

Conocer estas diferencias nos ayudará a realizar un buen diagnóstico diferencial y a diseñar una intervención personalizada para las necesidades de nuestros pacientes. Más allá del ámbito médico o psicológico, conocer las diferencias nos puede ayudar a entender a familiares o amigos que presenten uno de estos dos cuadros.

“El mayor enemigo del conocimiento no es la ignorancia, es la ilusión del conocimiento”.

-Daniel J. Boorstin-


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.


  • American Psychiatric Association -APA- (2014). DSM-5. Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. Madrid. Panamericana.
  • Berrios, G. Trastornos orgánicos en psiquiatría. En Fuentenebro, F.; Vázquez, C. (1990). Psicología médica, psicopatología y psiquiatría. Ineramericana McGraw-Hill, Madrid.
  • Grau, A. Trastornos exógenos u orgánicos. En Vallejo, J. (1991). Introducción a la psicopatología y psiquiatría. 3ª edición. Masson-Salvat, Madrid.

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.