4 formas de superar el miedo escénico

4 formas de superar el miedo escénico
Sara Clemente

Escrito y verificado por Psicóloga y periodista Sara Clemente.

Última actualización: 19 octubre, 2022

Es un nerviosismo paralizante que te ataca en momentos realmente inoportunos. Ocupa toda tu mente y es capaz de dejarte en blanco. Hablamos del miedo escénico, un temblor incontrolable que se apodera de nosotros a la hora de enfrentarnos a un gran público. Ya sea para dar un discurso, cantar, actuar o recoger un premio. Cualquier situación puede causarte este tipo de pánico fulminante.

En primer lugar, debes saber que este miedo es algo muy común. Hasta el actor con más autoestima y confianza en sí mismo puede sentirlo en un determinado momento.

Por eso y, aunque no te haya pasado nunca, es conveniente que conozcas cuáles son las claves para superarlo y salir airoso de una situación tan comprometida. Es necesario un entrenamiento de cuerpo y mente, así como dominar tu respiración. Profundicemos.

Relajación previa

Si vas a enfrentarte a un escenario repleto de un público que espera tu actuación, lo primero que debes hacer es tratar de serenar tu cuerpo y mente. Se trata de calmarte interiormente para que consigas salir al escenario despejado, tranquilo y con claridad de ideas.

Si vas a dar un concierto, eres actor o te toca pronunciar un discurso ante mucha gente, lo primordial es tratar de estabilizar tu voz. Va a ser la herramienta de la que te valgas, por lo tanto, tienes que asegurarte de que se encuentra en buen estado. Canturrea en voz baja, tararea una canción, haz gárgaras y caliéntala.

Mujer con miedo a hablar en público exponiendo

¡Muy importante! Susúrrate palabras de tranquilidad y de positividad. Y respira hondo. Repite 5 veces este proceso. Verás cómo consigues disminuir tus pulsaciones y sentirte más seguro. Para ello, algunas expresiones que puedes utilizar son:

  • “Va a salir bien”.
  • “Confía en ti”.
  • “Puedes hacerlo”.

También puedes realizar estiramientos. Mueve la cabeza de un lado a otro, descarga los hombros, estira la espalda, las piernas y los brazos. Es una manera de liberarte de la tensión corporal que tú mismo te puedas estar generando.

Puedes tener tus propios trucos o rituales. Por ejemplo, comer chicle un rato antes, ingerir alguna bebida energética, meditar, vestir de un determinado color… El objetivo es que salgas al escenario con confianza en ti mismo. Y si para ello es necesario que salgas 5 minutos tarde, no te apures. Es mejor esperar un rato que no apresurarse y hacer que el miedo escénico se apodere de ti.

Prepara tu discurso

En muchas ocasiones, nos sentimos nerviosos porque no tenemos la seguridad de dominar el tema del que vamos a hablar. Es conveniente, por tanto, que lo conozcas y manejes con soltura su argumento y puntos clave.

Repite la disertación tantas veces como lo necesites para adquirir confianza. Esto no significa que te aprendas de memoria cada frase, pero sí que domines las ideas clave de la misma y sepas expresar con distintas palabras lo mismo. Así te será más fácil recuperar el hilo si te pierdes en cualquier momento. Se trata de que consigas estar cómodo y desenvolverte como pez en el agua en el escenario.

Busca un espejo y practica delante de él. Actúa, escúchate, y corrígete. Incluso puedes grabarte en video haciendo la presentación. Verte te ayudará enormemente en todo este proceso de superación del miedo escénico. ¡Más vale ser precavido!

Usa palabras que sean de fácil legibilidad y frases simples. Si utilizas términos complejos de pronunciar o frases subordinadas demasiado largas, seguramente termines por atascarte y confundirte durante el discurso. Esto te pondrá más nervioso y finalmente te paralizarás por completo.

Visualízate y conoce el entorno

Aunque en numerosas ocasiones es muy complicado visitar o conocer el lugar en el que vas a enfrentarte al público, es muy conveniente que lo hagas. Permite que te visualices dirigiéndote al resto de los allí presentes y ganar confianza.

Saber cuál es la distribución de la sala, la organización de las butacas, los espacios y las luces te hará sentirte más tranquilo.

Si te es imposible acudir antes de tu actuación, puedes presentarte unas horas antes de que llegue cualquier espectador. Así, te familiarizarás con el ambiente en el que vas a desenvolverte cuando esté lleno de gente.

Minutos antes de subir, también puedes probar a hablar con algunos espectadores. Esta cercanía aplacará tus nervios e intranquilidad.

Calma e imaginación durante el discurso

Habla despacio. Uno de los mayores indicativos de que estás viviendo un episodio de miedo escénico es que tu voz empieza a acelerarse. Al hablar demasiado deprisa, te trabas y no se te entiende bien. Al notar revuelo en el auditorio, empezarás a entrar en pánico y todos los esfuerzos que has hecho no servirán de nada. La clave es ejercitar la constancia de la velocidad de tus palabras.

Si notas que aún así te tiembla la voz, las manos o todo el cuerpo, trata de respirar hondo. Date 5 segundos e imagina que en esa sala está tu persona favorita. Alguien que te quiere, te respeta y te apoya. Considera que en cada butaca se encuentra ella sentada. Y siente cómo su fuerza y energía positiva están presentes y te acompañan.

Otro de los trucos que puedes emplear es figurarte que toda tu audiencia está ropa interior o lleva trajes realmente raros. Así, no solamente serás tú el que “desnude” su vulnerabilidad ante ellos.

Por último, recuerda: relajación, preparación, visualización y concentración. Esas son las 4 claves básicas para poder superar con éxito el miedo escénico. ¡Prueba todos estos consejos y verás cómo te empieza a gustar hablar en público!

 


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.