9 frases de Edvard Munch

Edvard Munch fue un pintor precursor del expresionismo que no solo nos dejó obras de arte, sino también frases que nos permiten reflexionar sobre el valor que tiene la pintura.
9 frases de Edvard Munch
Gema Sánchez Cuevas

Revisado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.

Última actualización: 11 agosto, 2022

Edvard Munch fue un pintor con impronta en la historia del arte por la temática de sus obras. En ellas predomina la angustia, el miedo, la enfermedad y la muerte, lo que lo convirtió en el precursor del expresionismo alemán. Sin embargo, existen algunas frases de Edvard Munch que también han llegado hasta nuestros días y que nos permiten reflexionar sobre el arte de la pintura.

Las temáticas que eligió Munch y que están presentes en cada una de sus obras, por ejemplo, la angustia en El Grito, tuvieron mucho que ver con su historia personal.

La soledad y la depresión que derivaron en un fuerte alcoholismo permitieron que aflorase su parte más creativa. Sin embargo, aunque fue un pintor bastante reconocido, Munch murió en el año 1944 en un sanatorio completamente azotado por la soledad. Veamos algunas de las frases que nos dejó.

El grito, pintura de Edvard Munch
El grito de Edvard Munch

1. La pintura es sagrada

“El espectador debe adquirir conciencia de lo que la pintura tiene de sagrado, de modo que se descubra ante ella como en la iglesia”.

Esta primera de las frases de Edvard Munch deja entrever que este pintor consideraba la pintura algo sagrado. De hecho, realiza una comparación entre este tipo de arte y la iglesia. Tal vez, él miraba así la pintura porque a través de ella expresaba sus más profundos terrores.

La pintura para Munch fue una manera de sacar al exterior una buena parte de su mundo interior. Este tenía mucho que ver con vivencias de muerte que experimentó en su más tierna infancia (sus seres queridos fallecieron cuando él era aún muy joven).

2. El arte surge del interior del hombre

“Una obra de arte solo puede venir desde el interior del hombre. El arte es la forma de la imagen que se forma sobre los nervios, el corazón, el cerebro y los ojos del hombre”.

Relacionado con lo que hemos mencionado anteriormente, se encuentra esta segunda de las frases de Edvard Munch en la que deja claro que el arte surge del interior del hombre. En otras palabras, de sus vivencias.

De hecho, Munch expresa con esta frase que cada pintura es la forma de la imagen de quien la realiza. Todo su ser, desde sus ojos hasta sus nervios, están ahí en cada trazo que está plasmado. Una forma muy profunda de concebir el arte.

3. El miedo y la enfermedad como impulsores

“Sin miedo y la enfermedad, nunca podría haber logrado todo lo que tengo”.

Al principio mencionábamos que la depresión, la soledad y el alcohol permitieron que Edvard Munch dejase salir toda su creatividad plasmándola en lienzos. Toda esta vorágine de sentimientos y acciones fueron producto de una relación sentimental bastante tormentosa.

Sin embargo, a pesar de haber terminado en un psiquiátrico y depender del alcohol, gracias a esta experiencia tan dolorosa pudo convertirse en un artista reconocido hoy en día. Por eso, a pesar de todo, Munch reconoce con esta frase que sin miedo ni enfermedad nunca hubiera marcado una diferencia.

4. Arte y deseos de comunicación

“El arte deriva de un deseo de la persona para comunicarse con otro”.

La cuarta de las frases de Edvard Munch revela un importante detalle que tiene toda expresión del arte. No solo a través de la pintura, sino de la escritura, la escultura o la música; todo tienen el mismo fin: comunicar algo.

El arte le permite al autor transmitir sus emociones, pensamientos, dudas o miedos. A través del lienzo, Munch mostraba su angustia, su miedo, su terror a quedarse solo. De alguna manera, pretendía comunicar lo que sentía y, también, buscaba la empatía de quienes viesen sus obras.

El beso de Edvard Munch
El beso de Edvard Munch

5. Abrir el corazón

“No creo en el arte que no nace de la necesidad del hombre de abrir su corazón”.

Relacionada con la anterior, esta frase nos insiste en que el arte no es una expresión aislada del corazón del hombre. Más bien, es el corazón mismo que busca abrirse al encuentro con el otro y establecer una comunicación entre dos mundos diferentes. Así, el arte emerge del deseo de darse a conocer y de conocer a ese otro mediante la apertura genuina de dos corazones que laten al unísono al contemplar una obra de arte.

6. El pasado es ahora

“Pinto de mi memoria las impresiones de mi infancia”.

Esta frase de Munch nos revela que la infancia no es una etapa olvidada de nuestra existencia, algo que ya fue y que ahora ya no es. Al contrario, sigue siendo, aun cuando hace tiempo que tuvo su lugar. Cada uno de nosotros cargamos con experiencias e impresiones de la infancia que determinan ciertas maneras de comportarnos y de pensar en la actualidad. Pintamos en nuestro presente el pasado de nuestra niñez. 

7. El arte y el ser

“Mi arte se basa en una única reflexión: ¿por qué no soy como los demás?”

Edvard Munch refleja en esta frase profundas inquietudes existenciales que a todos nos persiguen: ¿quién soy? ¿Por qué soy de esta manera y no de otra? ¿Por qué no soy como los otros? Munch nos muestra un camino para responder a todos estos cuestionamientos: el arte. En tanto medio de expresión, el arte nos permite ver, escuchar y sentir lo que somos y reconocer así la esencia que nos diferencia de los demás.

 

8. La muerte y la vida

“La muerte es el comienzo de la vida, el comienzo de una nueva cristalización”.

En esta frase paradójica, Munch reafirma lo que místicos de diversas tradiciones orientales y occidentales nos han dicho: para nacer a la verdadera vida hay que morir a esta vida mundana, morir al mundo de los sentidos y de los apegos que perturban el fluir sencillo y armonioso de la existencia. Quizá Edvard Munch quiso decir otra cosa, pero, sin importar su intención, dejémonos tocar por esta reflexión: ¿A qué debemos morir (renunciar) ahora para que nuestra vida sea plena? Hay que morir para vivir.

9. Pintar la vida

“No voy a pintar más interiores con hombres leyendo y mujeres tejiendo. Voy a pintar la vida de personas que respiran, sienten, sufren y aman”.

Esta última de las frases de Edvard Munch sintetiza todo lo mencionado y deja claro lo que para este pintor era el arte. La pintura carente de emoción, la que solo refleja una realidad que todos podemos ver, para él no tenía sentido.

Munch consideraba que el arte más valioso era aquel que nacía del interior de cada uno y, por ello, debía reflejar miedos, tristezas, traumas, dolor, amor. En definitiva, tenía que transmitirle emociones al que se prestase a disfrutar de él, como señala el artículo Las emociones del espectador en una experiencia fotográfica, pictórica y cinematográfica. Eso es lo que él consideraba que hacía que cada obra tuviese valor.

Para terminar, ¿conocías alguna obra de arte de Edvard Munch? ¿Sabías algo de su historia personal? Esperamos que estas frases te hayan acercado a la manera de pensar de este pintor que sufrió mucho en su vida, pero que nos dejó una enseñanza muy valiosa acerca del arte: debe ser un canal de comunicación donde quienes lo aprecien puedan verse, quizás, reflejados.


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