5 razones por las que tenemos miedo a la muerte

El miedo a la muerte siempre está presente en alguna medida, ya que el ser humano tiende a la supervivencia por el instinto mismo. Enseguida, hablaremos sobre las principales razones por las que se origina este temor.
5 razones por las que tenemos miedo a la muerte

Escrito por Edith Sánchez

Última actualización: 05 octubre, 2023

El miedo a la muerte es una reacción común y natural ante la conciencia de que vivir, que es todo lo que conocemos, termina en algún punto. Sin embargo, en algunos casos, este temor es tan intenso que afecta de modo significativo la calidad de vida y la capacidad de desempeñarse con normalidad.

Si el miedo a morir es tan acentuado que interfiere con la rutina, conviene buscar ayuda de un profesional de la salud mental. En los demás casos, se considera dentro del rango normal. De todos modos, cabe la pregunta: ¿por qué este susto está tan presente en las personas? Indaguemos durante la lectura.

El miedo a la muerte es el más injustificado de todos los miedos, porque no hay riesgo alguno de que no te guste lo que haya después de morir, ya que simplemente no estarás ahí para experimentarlo.

~ Richard Dawkins ~

Motivos por los que surge el miedo a la muerte

De acuerdo con un trabajo publicado en Frontiers in Psychology, la muerte es comprendida como una realidad básica de la vida, mientras que el miedo deriva de la incertidumbre sobre la vida después de la muerte o eventos que pudieran ocurrir tras el fallecimiento. Se trata de una ansiedad denominada tanatofobia y que no solo se ciñe al deceso en sí, sino al proceso que implicaría (Sinof, 2017).

¿Por qué se producen estos temores? Las siguientes son las razones básicas que desencadenan el pavor a morir.



1. Terror a lo desconocido

Lo más habitual es que el miedo a morir se deba al desconocimiento sobre lo que sucede después de la vida terrenal. Es posible que en algunas personas esta incertidumbre les genere aprehensión y ansiedad; les asusta pasar por una experiencia nueva y no saber si podrán sortearla con éxito.

El miedo a lo desconocido  es una respuesta instintiva y natural que se remonta a nuestros ancestros primitivos. En el pasado, cuando la supervivencia dependía de la capacidad de predecir y evitar posibles peligros, la incertidumbre y lo desconocido eran en especial amenazantes. Como resultado, el cerebro evolucionó y es más propenso a la cautela y a la aversión hacia lo que desconoce.

Además, es probable que las experiencias pasadas influyan en este temor. Si alguien tuvo vivencias negativas con situaciones nuevas, es posible que se sienta más temeroso ante otras circunstancias similares en el futuro.

2. Rechazo a la pérdida de control

La sensación de que se pierde el control sobre la vida es otro factor del temor a fallecer. De hecho, la muerte es algo que no se puede evitar y, aparte, es posible que ocurra en cualquier momento. Por lo tanto, la incidencia de la propia voluntad en esta situación es muy limitada.

El control es una necesidad humana básica, porque ayuda a navegar en el mundo y a tomar decisiones que nos benefician. La falta de control se traduce en impotencia e indefensión ante escenarios que parecen amenazadores. Esto genera, en muchos casos, estrés y ansiedad.

3. Preocupación por la suerte de las personas cercanas

En ocasiones, morir acarrea miedo, debido a la preocupación del impacto que el deceso propio tenga en nuestro entorno. Esto tiene que ver con razones objetivas; por ejemplo, cuando una madre o un padre de hijos pequeños temen por la suerte que estos corran si ellos faltan.

Este temor también está ligado al deseo de no hacerle daño a los seres queridos. Asimismo, es posible asociar el miedo a la pérdida o al abandono, aunque esto se experimenta de forma inconsciente. Si alguien siente que puede hacer daño a una persona querida, es posible que desarrolle un pavor a que dicha persona decida alejarse o romper el vínculo emocional.

4. El sufrimiento y la agonía

El ser humano tiene miedo del sufrimiento físico porque es una experiencia desagradable y, muchas veces, incontrolable. Por eso, la idea de morir de una forma dolorosa o agónica es una fuente de miedo y ansiedad, destaca un trabajo de Frontiers in Medicine.

Hay casos en los que las personas experimentan grandes padecimientos antes de morir y esto, como es obvio, deriva temores en quienes piensan en su propia muerte.

La mayoría de las personas quisiera tener una partida tranquila, pero, como esto es imposible de prever, es lógico que exista el temor latente a que no se cumpla este deseo y a que, por el contrario, se atraviese un gran sufrimiento físico de manera consciente. Es normal que se sienta cierta ansiedad ante la posibilidad de que esto suceda.

5. La idea de la nada o el «más allá»

Algunas personas tienen miedo a morir porque vinculan esta experiencia con la idea de que fallecer es el final de todo lo hecho o logrado en la vida, y que no habrá nada más después de eso. Preocuparse en la nada absoluta genera ansiedad, ya que implica la ausencia total de existencia, pensamiento, emoción y conciencia. No es fácil ni concebir ni asimilar esta idea.

Asimismo, quienes son creyentes pueden tener una idea atemorizante del más allá, como se reseña en Omega: Journal of Death and Dying. En muchas religiones se plantea la idea de que tras la muerte habrá un juicio de las acciones que se llevaron a cabo en vida. Por lo tanto, quizás se presente el temor de ser «condenado» o pasar por aflicciones en el «más allá».



¿Es posible mitigar el miedo a la muerte?

Nunca se deja de tener miedo a la muerte del todo. Sin embargo, este temor es posible de racionalizar, mediante un proceso personal que requiere tiempo y reflexión.

Pensar en la muerte, vivir en el presente, hablar sobre tus miedos, buscar ayuda profesional y practicar la atención plena son estrategias que contribuyen a superar tus miedos y vivir con plenitud.


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