7 proverbios vikingos sobre la vida

Estos 7 proverbios vikingos sobre la vida muestran que esta sociedad no solo se regía por el afán de conquista, también atesoraba otros valores...
7 proverbios vikingos sobre la vida
Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Última actualización: 16 abril, 2019

Una de las mejores formas de conocer nuestro presente y nuestro mundo es a través del estudio del pasado. Si observamos cuáles son nuestras raíces, abriremos la puerta a muchas respuestas vinculadas al mundo actual. Por ejemplo, leyendo proverbios vikingos sobre la vida, sobre la muerte, sobre el devenir de la sociedad y de la gente…

Muchos consideran a la sociedad vikinga como un grupo de salvajes piratas que solo pensaban en la guerra, el saqueo y la muerte. Sin embargo, a pesar de la violencia de sus grupos, también contaron y generaron grandes fuentes de conocimiento y sus proverbios son buen ejemplo de ello.

De hecho, más allá de los proverbios vikingos, sus sociedades crearon una poderosa iconografía y leyenda que fue aprovechada siglos después por talentos como el escritor J.R.R. Tolkien, que se basó en sus historias para crear la Tierra Media o Stan Lee y sus personajes de cómics hoy día conocidos por todos gracias al cine.

Excelentes proverbios vikingos para aprender a vivir mejor

Más allá del resumen injusto que les señala como simples saqueadores violentos, la historia nos dice que eran buenos comerciantes y artesanos. Además, creaban bonitas joyas con tanta facilidad como inventaban fábulas e historias que han llegado hasta nuestros días, pues su religión e iconografía era muy rica y compleja, algo que se nota en sus proverbios.

Ojo con el poder

“Si comes cerezas con los poderosos te arriesgas a que los huesos lluevan contra tu nariz”.

Un refrán muy utilizado por mucha gente dice ‘dime con quién andas y te diré quién eres’. Los vikingos ya eran conscientes de ello. Las amistades peligrosas, especialmente con gente poderosa, podían tener funestas consecuencias para el humilde, el débil, el que tenía todas las de perder a la hora de la verdad.

Barco vikingo

Hay que ser precavido

“Antes de entrar en un lugar, fíjate por dónde se puede salir”.

Además de grandes guerreros, los vikingos eran sabios, y eso les hacía previsores. Por eso, cuando accedes a un lugar, entras en una conversación, consigues un nuevo trabajo o pones en marcha un negocio, por poner varios ejemplos sencillos, guarda siempre un plan de escape. Mira bien cómo puedes salir de cualquier lugar, espacio, empleo, negocio, etc., si no quieres encontrarte en un callejón sin salida posible.

La amistad

“Si consigues encontrar a un amigo leal y quieres que te sea útil, ábrele tu corazón, mándale regalos y viaja a menudo a verle”.

La civilización vikinga valoraba mucho la amistad, la camaradería y el compañerismo. De sus proverbios observamos la importancia que daban al cuidado del círculo de apoyo entendiendo el valor que este representa.

La prudencia

“No hay mejor equipaje para llevar encima que la cordura y la mente clara. En tierras lejanas es más útil que el oro y saca al pobre de los apuros”.

También encontramos que los proverbios vikingos nos recuerdan la importancia de ser sensatos y coherentes. Ni todo el dinero del mundo puede ser tan útil como el uso de la inteligencia y la sabiduría para salir de cualquier problema o embrollo, incluso en los confines del mundo, pues esta civilización poseía algunos de los marineros más atrevidos, capaces de alcanzar las costas americanas antes que Cristóbal Colón.

Vivir la vida

“Vive con ilusión mientras estés vivo, el ágil siempre sale adelante. Vi las llamas de una mansión, pero en la puerta yacía un muerto”.

También hay que recordar que los vikingos eran amantes de la buena vida, la buena mesa y el disfrute. Para ellos, la vida era un camino hacia adelante y la muerte un salto natural, pues ahí les esperaba el Valhalla de los guerreros.

Mejor no burlarse demasiado

“La casa del que se burla, acaba incendiándose”.

Podemos interpretar este proverbio vikingo de diversas formas. Por un lado, nos habla de prudencia. Por otro, nos recuerda a aquel dicho que afirma que ‘si ves las barbas de tu vecino quemar, pon las tuyas a remojar’. Mejor ser prudentes y ecuánimes en la vida.

Barco con vikingos

Mejor pájaro en mano…

“Mejor pájaro libre que rey cautivo”.

Terminamos con un sabio proverbio que más de uno ha usado en sus diversas acepciones y fórmulas. Nos recuerda que para conservar unos derechos o dar forma a unos deseos en muchas ocasiones tendremos que renunciar a otros. Así, es probable que en muchas ocasiones se nos presente la tentación de renunciar a la libertad, de sacrificarla momentáneamente. Este, el último de los proverbios vikingos, nos invita a la reflexión antes de hacerlo.


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