Apraxia del vestir: cuando olvidamos cómo vestirnos

Con la apraxia del vestir las personas pierden la habilidad para vestirse. Se relaciona especialmente con problemas del esquema corporal, la coordinación motora bimanual y la conceptualización tridimensional de las prendas de vestir.
Apraxia del vestir: cuando olvidamos cómo vestirnos
María Paula Rojas

Escrito y verificado por la psicóloga María Paula Rojas.

Última actualización: 03 enero, 2020

La apraxia del vestir es un trastorno que hace que olvidemos cómo debemos vestirnos. Este caso se asocia principalmente a personas que puedan tener un daño neurodegenerativo. Por lo tanto, no es común que se presente de manera independiente a estas enfermedades.

Es importante entender este síndrome, ya que puede afectar notablemente el desarrollo de una actividad básica de la persona y genera muchas frustraciones. Estas pueden desencadenar en problemas de ansiedad o desarrollar problemas comportamentales en quien la padece.

Persona con las manos en la cabeza por demencias

¿Cómo podemos definir la apraxia del vestir?

El término apraxia del vestir fue propuesto por Brain en el año 1941. En este caso, la persona muestra un déficit en la organización de los actos motores que afecta específicamente las habilidades para vestirse. Alterando notablemente la autonomía de las personas, y generando las necesidades del cuidado de terceros.

Dentro de la praxia del vestir se exigen características como

  • Conocimiento del esquema corporal.
  • Coordinación motora bimanual.
  • Conceptualización tridimensional de una prenda de vestir.

Por lo tanto, al ser una actividad compleja -que depende de varios factores-, en el momento que falle alguno, ya se puede generar alguna dificultad. Como consecuencia, la persona puede desarrollar una apraxia del vestir.

De igual manera, las personas con este trastorno, muestran problemas para ubicar y manejar adecuadamente las prendas de ropa sobre el cuerpo.

Asimismo, manipulan las prendas de vestir con asombro y confusión a la hora de ponérselas. Suelen ser torpes y perseverantes en sus movimientos, sin tener éxito en el desarrollo de la acción.

Progreso en la apraxia del vestir

Es importante indicar que este trastorno, al igual que los daños neurodegenerativos, suele tener un progreso. En el caso de la apraxia del vestir, se suele iniciar con problemas en actividades mucho más complejas.

Por ejemplo, anudarse la corbata o atarse los zapatos. Con el paso del tiempo, comienza a afectarse tareas que puede ser mucho más sencillas como ponerse una chaqueta o una camisa.

De igual manera, es importante tener en cuenta que hay una alteración en la secuencia adecuada de la colocación de prendas sobre el cuerpo. Un ejemplo de esto es que en algunos casos se ponen la chaqueta antes que la camisa. Este aspecto se presenta cuando la enfermedad ya ha tenido un tiempo de progreso.

Cuando el trastorno avanza a etapas más severas, se inician las dificultades para desvestirse. Por lo tanto, pasa a ser completamente dependiente de terceros en todos los aspectos relacionados con el vestirse.

¿Cómo se puede detectar?

Es importante tener en cuenta que la apraxia del vestir afecta a múltiples aspectos. En la mayoría de los casos, son los cuidadores los que detectan los inconvenientes.

En un principio, hay dificultades para corregir las secuencias de acción en el momento de ponerse o quitarse alguna prenda de vestir. Es decir, olvidan el orden adecuado.

La manera de ejemplificar este aspecto se observa con el uso de una camisa. En este caso, puede que no la desabotonen antes de ponérsela o que, cuando se la van a abotonar, busquen los ojales en el mismo lado de la camisa que están los botones.

Un segundo aspecto que se puede observar es la dificultad para orientar la ropa hacia el propio cuerpo. De igual manera, les cuesta coordinar los movimientos necesarios para ponerse las prendas adecuadamente.

Un ejemplo de esto es enredar la media entre los dedos o rotar la media poniendo la parte del talón hacia arriba. Asimismo, podrían rotar la mano de tal manera que los dedos no pueden acomodarse adecuadamente a los guantes.

Cerebro y funciones asociadas en la apraxia del vestir

Es importante indicar que, la apraxia de vestir se puede relacionar con afectaciones en diferentes partes cerebrales.

Se ha encontrado que las personas con este tipo de apraxia pueden presentarse afectaciones en el hemisferio derecho, especialmente en la corteza:

  • Parietal.
  • Territorio de la temporoparietal.
  • Cingular anterior.
  • Occipital-temporal.

En cuanto al funcionamiento cognitivo, hay presencia de anosodiaforia, la cual indica que no hay conciencia de las dificultades para vestirse. Esta condición va aumenta notablemente cuando la severidad del déficit es mayor.

De igual manera, se encuentran problemas en el reconocimiento de la autoimagen en el espejo. Como resultado, se pueden afectar otras actividades diarias relacionadas con este aspecto. Aun así, es importante aclarar que estas dificultades no son tan severas como la apraxia del vestir.

También existen dificultades en las funciones ejecutivas. Estas se dan especialmente en la planificación, la flexibilidad cognitiva y la capacidad para compensar, reflejándose en las dificultades para buscar estrategias de ejecución.

¿Qué aspectos se encuentran preservados?

Dentro de los aspectos preservados, la persona puede describir verbalmente el proceso para quitarse o ponerse cualquiera de las prendas de vestir. De igual manera, puede gestualizar correctamente la mímica de las descripciones. Sin embargo, en el momento que se le da la prenda de vestir, empiezan a aparecer los problemas.

Las personas con apraxia de vestir conservan la capacidad de hacer e imitar gestos, como silbar o sacar la lengua. Esta capacidad se conoce como las praxias ideomotoras.

Por último, es importante indicar que dependiendo el déficit comórbido que esté presentando la persona pueden estar afectadas y preservadas algunas de las funciones cognitivas.

Por lo tanto, es importante indicar que este tipo de apraxia se encuentra principalmente en:

Mujer con aprazia del vestir con su marido

¿Qué se puede hacer con una persona que sufre de apraxia del vestir?

Como se explicó anteriormente, al ser un trastorno que viene incluido en otro tipo de enfermedades degenerativas es necesario desarrollar un trabajo integral y multidisciplinar. En el cual, se debe incluir neuropsicología, medicina, fisioterapia y terapia ocupacional. Asimismo, es de gran relevancia la participación de la familia en el proceso.

En el caso de la apraxia del vestir, ha sido útil el uso de técnicas de aprendizaje implícito. Por lo tanto, se realiza una práctica de movimientos y actividades cognitivas más relevantes para un desarrollo adecuado de las tareas terapéuticas y cotidianas.

Con este objetivo, se espera que los efectos de la rehabilitación se trasladen mejor a las actividades fuera de consulta. Como consecuencia, será más fácil que se mantengan los resultados a largo plazo.

Durand y colaboradores (2017) utilizaron mecanismos de comprensión, restitución y reentrenamiento de las habilidades práxicas. Plantearon ejercicios enfocados a fortalecer procesos de memoria, percepción, atención y funciones ejecutivas.

Asimismo, trabajaron capacidades espaciales y propioceptivas que la persona tenía alteradas. El trabajo de la movilidad de miembros superiores y la coordinación bilateral de los mismos también formó parte de la rehabilitación.

Conclusión

Para terminar, es importante indicar que la apraxia de vestir es un trastorno que afecta notablemente la calidad de vida. Asimismo, puede ser una mayor carga para sus cuidadores, ya que ellos necesitan encargase también de esta actividad básica.

A pesar de no presentarse sola, puede ser un trastorno que amplifique las dificultades y el proceso terapéutico. Su rehabilitación implica no solo la mejora de coordinación manual bilateral o el esquema corporal, sino que es necesario el trabajo de todas las funciones cognitivas. Estas serán el soporte para que el paciente logre aprender a vestirse nuevamente.


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  • Durand, M. F., Galvagno, L. G. G., & Elgier, A. M. (2017). Rehabilitación de las actividades de la vida diaria en pacientes con apraxia del vestir. Cuadernos de Neuropsicología, 11(3), 42-53.
  • Fitzgerald, L. K., McKelvey, J. R., & Szeligo, F. (2002). Mechanisms of dressing apraxia: A case study. Neuropsychiatry, Neuropsychology, and Behavioral Neurology, 15(2), 148-155.
  • García-García, R., Victoria, M., & Bartolomé, P. (2015). Apraxia Constructiva y del Vestirse. Revista Neuropsicología, Neuropsiquiatría y Neurociencias, 15(1), 159-174.

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