Aprende a expresarte mejor y mejorarán tus relaciones

Aprende a expresarte mejor y mejorarán tus relaciones
Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Escrito por Edith Sánchez

Última actualización: 06 agosto, 2023

La comunicación entre los seres humanos siempre es imperfecta. Expresarte de una forma completamente precisa es imposible, especialmente cuando hablas de tus sentimientos y emociones. Es mucho más fácil comunicar las ideas, que lo que sentimos: porque estamos más acostumbrados, porque normalmente nos compromete menos. Esa es una de las razones por las que es más sencillo mantener una relación profesional que una personal.

Lo que sí podemos hacer es mejorar nuestras las habilidades comunicativas. De hecho, vale la pena hacerlo porque  el impacto que tiene este cambio sobre nuestras relaciones interpersonales es muy positivo, ya que estas se basan principalmente en la interacción verbal. Tanto si funcionan como si se entorpecen, buena parte de ello depende de la forma en la que utilicemos las palabras.

Desconfío de la incomunicabilidad; es la fuente de toda violencia”.

-Jean Paul Sartre-

Lo cierto es que podemos evitar muchos conflictos si aprendemos a expresarnos mejor. ¿Cuántas dificultades en las relaciones no nacen precisamente de lo que se dice, de lo que no se dice, o de la forma como se dijo? Es importante que aprendamos a manifestar el afecto y también los desacuerdos, porque se puede aprender. A continuación compartimos algunas estrategias que te ayudarán a expresarte mejor.

Es importante expresarte, no te calles

Diferentes estudios apoyan la idea de que los sentimientos negativos no hablados, no manifestados, pueden enfermarnos. Callar por evitar conflictos o por temor a lo que puedan pensar los demás nunca es buena opción. Lo callado adquiere poder y condiciona nuestra forma de actuar, muchas veces sin razón.

Amigas hablando

No solo es importante que aprendas a expresarte cuando experimentas una emoción negativa. Hay muchas personas que también se guardan de compartir las emociones positivas. Les parece cursi o demasiado empalagoso. Quizás en exceso lo sea, pero cuando nunca se manifestamos el afecto o la aprobación, también construimos una frontera de aridez con los demás.

No digas lo que no sientes

Aunque hay auténticos expertos en ese arte, si alguien dice algo que no siente, normalmente los demás notan esta falta de sinceridad. Quizás no lo haga de manera consciente, pero una persona que se comunica de forma poco abierta siempre genera un cierto malestar a su alrededor, un rechazo impreciso.

Mentimos sobre los sentimientos para, supuestamente, agradar a los demás, no herirlos o para manipularlos. Esto, en lugar de nutrir una relación, la deteriora. La falsedad termina por romper lazos entre las personas o por impedir que una relación gane en profundidad y confianza.

Desglosar las emociones

Muchas veces no sabemos cómo expresar lo que sentimos porque en realidad muchas veces tampoco lo conocemos nosotros. Con frecuencia los sentimientos y las emociones no aparecen en “estado puro”. Unos se amalgaman y se entremezclan con otros. No intentemos darle un nombre genérico a lo que sentimos, vale la pena el esfuerzo de intentar identificarlo con mayor precisión.

Un método eficaz para poder precisar lo que sentimos es el de intentar desglosar todo lo que hay en ese sentimiento confuso que experimentamos. Intenta separar todas las partes que lo componen. Es muy probable que al hacer esto todo se vuelva más claro y que, por lo tanto, podamos expresarnos con mayor acierto.

Pareja conversando

Convierte la ira en palabras

La ira descontrolada es una de las principales enemigas de la comunicación productiva. Bajo estados de exaltación se piensan y se dicen muchas cosas que solo consiguen deteriorar una relación. La salida no está en tratar de negar esa ira, en reprimirla o en dejarla pasar. Esta es precisamente una de las emociones que exigen ser transformadas en palabras para lograr procesarla.

Lo que no se debe hacer es hablar cuando sospechamos que la ira tienen todavía la suficiente energía como para tomar el control de lo que decimos. En ese punto sí resulta muy importante callar y esperar a que baje la tensión. Cuando una persona dice algo de forma airada, generalmente no es escuchada por la persona o las personas a las que se dirige: desconectan ante la violencia verbal. En este sentido, el tono y la actitud muchas veces tiene más importancia que el contenido del mensaje: de nada sirve este si no llega a su destinatario.

Una calmados, se debe hablar y manifestar el motivo del enfado. Es muy importante hacer un esfuerzo por expresarnos de manera precisa y clara. No guardarnos nada, pero siempre manteniendo el autocontrol. De esta forma nos escucharán más y el receptor del mensaje le dará al tema la seriedad que merece.

Siempre vale la pena trabajar por comunicarnos mejor. Quien desarrolla esta habilidad, con toda seguridad logra construir mejores relaciones con los demás, tanto en el plano personal como en el profesional. No es tan difícil. Simplemente es el resultado de un esfuerzo constante y de una práctica consciente y dirigida.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.