Autonepiofilia, ¿por qué hay adultos que se visten de bebés?

¿Sabías que se han llegado a describir 549 tipos distintos de parafilias? Entre ellas se encuentra una de las más curiosas, la autonepiofilia. Sigue leyendo para conocerla.
Autonepiofilia, ¿por qué hay adultos que se visten de bebés?
Cristina Girod de la Malla

Escrito y verificado por la psicóloga Cristina Girod de la Malla.

Última actualización: 14 junio, 2020

El mundo de las parafilias es de lo más variopinto. Se han llegado a describir hasta 549 tipos de parafilias. Entre ellas, algunas son muy conocidas, como el exhibicionismo, el voyeurismo o el fetichismo, y otras más desconocidas como la clismafilia o la autonepiofilia, de la que vamos hablar en este artículo.

Una parafilia es un patrón de comportamiento sexual que implica excitación y placer sexual ante situaciones, objetos o individuos poco comunes. Puede implicar la obtención de placer sexual a partir de objetos no humanos, de sufrimiento o humillación (propio o de la pareja) o de niños o personas que no consienten.

¿Qué es la autonepiofilia o infantilismo parafílico?

La autonepiofilia o infantilismo parafílico consiste en la excitación sexual derivada del hecho de llevar pañales, otros complementos de bebés y de comportarse y ser tratado como tal. Incluso tienen niñeras y guarderías  especializadas. Se conoce también como síndrome del bebé adulto o adult baby (AB).

No se limita a llevar pañales y chupete, va mucho más allá. Las personas que la sufren pueden llegar a gastar muchísimo dinero en acondicionar su casa como una guardería, en pañales, en potitos de bebés… Pueden querer que su pareja se implique en su fantasía, cogiéndoles en brazos, “dándoles el pecho”, dándoles papillas, cambiándoles el pañal o jugando con ellos.

Hombre adulto vestido de bebé rechazando la comida

No debemos confundirlo con el fetichismo de pañal, en el que el placer se deriva simplemente del hecho de llevar puesto un pañal. Los amantes de pañal o diaper lovers (DLs) no se comportan como bebés ni quieren ser tratados como tal. Sin embargo, es frecuente que los “bebés adultos” sean también amantes de pañal (AB/DLs, Adult Babies Diaper Lovers).

Hay que hacer otra distinción importante. La autonepiofilia no tiene nada que ver con la pedofilia, ya que los bebés adultos no se sienten atraídos por los niños ni manifiestan tendencias sexuales hacia ellos. La excitación la obtienen de ser tratados ellos mismo como bebés (en el caso del infantilismo parafílico); o del hecho de llevar pañal y que se lo cambien, del tacto del pañal húmedo con la piel, de la humillación de ser obligados a llevar pañal, etc. (en el caso del fetichismo de pañales).

¿Cuántos “bebés adultos” hay? La cifra sorprende

Se calcula que a 1 de cada 1.000 personas le gusta sentirse bebé. De hecho, en el documental británico 15 Stone-Babies se señalaba que existen entre 200 000 y 500 000 bebés adultos ¡solo en Reino Unido! La cantidad exacta es difícil de estimar porque la autonepiofilia se puede manifestar de muchas maneras.

Hay bebés adultos que lo son abiertamente y resulta difícil distinguirlos de un bebé real (salvo por el aspecto físico). En cambio, otros solo actúan así en contextos de confianza o en la intimidad y, por lo tanto, sería bastante difícil identificarlos.

No deben ser pocos, ya que tienen grupos de apoyo y frecuentemente se forman reuniones de adeptos a este movimiento, en el que comparten experiencias, conocimientos, ideas, material, etc.

Además, ya existen tiendas especializadas en material para AB/DLs, y se  realizan desfiles de productos para bebés adultos. En general, suelen ser varones heterosexuales, aunque, por supuesto, también se da en mujeres. La mayoría, según investigaciones, con carrera, familia formada y empleo estable.

Causas del infantilismo parafílico

Algunos psiquiatras lo relacionan con el síndrome de Peter Pan, personas que no están dispuestas a crecer y asumir responsabilidades y siguen actuando como niños. Esto contrasta con lo que se citaba anteriormente de que la mayoría de “bebés adultos” son adultos con familia y empleo estable. Pero, con lo difícil que es conocer todos los casos de autonepiofilia, también es difícil relacionar ambas cosas. Lo único que está claro es que no debe haber una única causa.

Quizá simplemente sean personas que buscan una forma de liberarse de todo el estrés diario, y la mejor manera que encuentran de hacerlo sea la regresión a una edad infantil. El cerebro es un misterio.

Autonepiofilia en los medios

En la red se pueden encontrar cantidad de artículos, aunque poco informativos, porque la autonepiofilia no ha sido muy estudiada. Buceando, podemos encontrar alguna entrevista que, bajo pseudónimo, concede algún “bebé adulto” para dar a conocer esta peculiar “forma de vida”. Pero lo que se puede encontrar, sobre todo, son documentales.

La cadena británica Channel 4 emitió 15 Stone- Babies y National Geographic hizo un documental sobre un hombre que vivía como un bebé. En España, la cadena Cuatro, emitió un episodio del programa Conexión Samanta llamado Bebés Adultos en el que se daban a conocer personas con este tipo de filia. Y, por supuesto, en Youtube se pueden encontrar cantidad de vídeos relacionados con el tema.

Hombre vestido de bebé abrazando a un oso

Para reflexionar

Generalmente, estas personas no acudirán a un profesional porque pueden compatibilizar su “afición” con su vida. El problema aparece cuando esta filia afecta al resto de áreas de la vida de una persona. Por ejemplo, puede tener grandes dificultades para encontrar una pareja, ya que quizá prefieran una “madre” a una pareja: un juego en el que no todas las personas, por no decir la mayoría, están dispuestas a participar.

Muchos de estos bebés adultos ven inadecuado que esto sea considerado una parafilia, ya que para ellos es simplemente un modo de vida. Mientras que otros muchos sí experimentan placer sexual, llegando en ocasiones incluso a contratar prostitutas para mantener relaciones.

Aquí el problema puede ser que la persona sea incapaz de mantener contactos sexuales fuera de este ámbito, ya que no es socialmente aceptado el mantener relaciones con una persona que se disfraza y se comporta como un bebé.

Si vamos un poco más allá… queda entendido, según hemos visto, que las personas autonepiofílicas no experimenten ningún tipo de excitación con los niños, pero ¿qué ocurre con las personas que sí experimentan dicha excitación al mantener relaciones con “bebés adultos”?

Es controvertido, ya que la atracción puede ser solo hacia una figura adulta que se viste y se comporta como un niño, y no hacia un niño como tal. Pero el alcance de esta distinción puede ser difícil de percibir y puede conducir a críticas y juicios. ¿Qué pensáis vosotros?


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