Caer me ayudará a levantarme

Caer me ayudará a levantarme
Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Última actualización: 25 agosto, 2019

Caer posee muchas connotaciones negativas. Por eso a nadie de nosotros nos gusta encontrarnos en esta tesitura. Creemos que si por casualidades de la vida tropezamos, tocaremos fondo. Habremos fracasado. Sin embargo… ¿te has preguntado alguna vez si caer puede hasta ser necesario?

Las emociones negativas no están para machacarnos ni para complicarnos la existencia. Al igual que las positivas tienen una función adaptativa. Pero, claro. ¿A quién le gusta descubrirse triste? ¿Quién puede soportar esa sensación de estar roto por dentro? Nos han enseñado a escapar de todo esto, incluso hemos aprendido a evitarlo.

“La mayor gloria no es nunca caer, sino levantarse siempre”

-Nelson Mandela-

“Llorar no está bien”, “Tu destino es encontrar la felicidad, no ser una persona triste”… Las emociones responden a las diferentes experiencias que vivimos, ya sea en el presente o en forma de recuerdo. Jamás nadie vivirá en una felicidad eterna y absoluta. Lo que sentimos se complementa y nos ayuda, aunque a veces pensemos que no es así.

Caer te ayudará a pedir ayuda

Todos necesitamos ayuda en ciertas situaciones, pero nuestro orgullo provoca que intentemos solucionar lo que nos ocurre nosotros solos. No nos damos cuenta de que esto, en más de una ocasión, no funciona. No es que no seamos tan fuertes como creemos, es que no lo sabemos todo y una mano amiga puede permitirnos orientar nuestras decisiones de la mejor manera. Incluso cambiar la forma, cuando es poco correcta, en la que estamos haciendo frente a las circunstancias.

mujer olas caer

Caer no significa que estás acabado. Es cierto que te has hundido tanto que ya no puedes bajar más. No obstante, si lo miras por el lado bueno, ahora no te queda otra opción que subir. Aunque te cueste creerlo, sabes que tarde o temprano es lo que harás. Porque cuando permaneces en lo profundo del pozo, el siguiente paso es volver a empezar.

Dejarás atrás todo eso que ha hecho que te encuentres en la situación actual. El tiempo que has invertido en sentirte triste, en lamentarte, en aguantar el dolor, te ha ayudado a recargarte de nuevas fuerzas. Esas que te están ahora permitiendo que te replantees el hecho de levantarte de una vez, porque ya no hay manera de caer más hondo.

“Si me caí es porque estaba caminando. Y caminar vale la pena aunque te caigas”

-Eduardo Galeano-

¿Sabes qué ocurre cuando subes? Dejas tu pasado atrás. Comenzarás un nuevo recorrido, seguro de ti mismo por todo lo que has aprendido y, posiblemente, con uno o varios grandes amigos a tu lado. Porque cuando has dejado la autosuficiencia de lado y has necesitado amparo. ¿Quién ha acudido a tu lado? A esas personas, cuídalas.

A las situaciones difíciles hay que mirarlas a la cara

No confundas la realidad de caer en un hoyo de tristeza, dolor, angustia y desesperación con el miedo a afrontar el problema que te está torturando. En ocasiones nos refugiamos en la pena, nos compadecemos, nos sentimos víctimas. Todo esto para no mirar a la cara a la realidad.

¿Alguna vez has notado que te era más fácil encontrarte mal que desafiar a las adversidades? Eso es porque luchar cuesta y, muchas veces, no sabemos si saldremos ganando o perdiendo. Es un riesgo que tenemos que correr. Pero el miedo te insta a no salir de esa zona de confort, repleta de circunstancias que tú mismo estás permitiendo que te afecten al mantenerte inmóvil.

mujer mirándose al espejo pensando en su aborto

Pensemos, por ejemplo, en los duros procesos de divorcio. Tras años de relación con tu pareja, todo se ha ido al traste. Has caído en un gran agujero de desencanto, miedo a la soledad, creencias de que no encontrarás a nadie más, falta de amor… Tu vida se ha acabado con el divorcio. Lo que piensas en este caso no es real. Es una consecuencia de lo que sientes.

Es normal que lo pases mal y que estés un tiempo triste. Somos seres emocionales, no piedras. Pero al igual que esto nos tira hacia atrás, también puede impulsarnos hacia adelante. Te encuentras en lo más profundo de ese pozo. Llevas ya un período considerable en el que nada va hacia adelante o hacia atrás. Es el momento de cambiar.

“Bienaventurados los que están en el fondo del pozo porque de ahí en adelante solo cabe ir mejorando”

-Joan Manuel Serrat-

Aprovecha ese momento en el que estás hundido para poner en orden tus ideas. Anticípate a cómo quieres que se sucedan las cosas a partir de ahora y, sobre todo, acepta tu dolor. Cuando las emociones dejen de estar tan “a flor de piel” empezarás a darte cuenta de que no todo está perdido. Tu vida no se ha terminado, se inicia ahora mismo.

gif mujer bailando

 

A veces, necesitamos parar para recuperarnos de circunstancias que nos han dolido y afectado gravemente. No ocurre nada por tomarnos nuestro tiempo. Recobraremos nuestras fuerzas, pondremos un orden que podamos controlar sobre el caos y estaremos preparados para seguir adelante. Sin que te des cuenta, te habrás convertido en una persona mucho más fuerte.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.