5 características de las personas con alta inteligencia existencial

La inteligencia existencial nos invita a cuestionarnos a nosotros mismos y al mundo que nos rodea; nos abre la perspectiva a un panorama más amplio. Así, ¿cómo es tu inteligencia existencia?
5 características de las personas con alta inteligencia existencial
Elena Sanz

Escrito y verificado por la psicóloga Elena Sanz.

Última actualización: 01 agosto, 2022

No hay una persona igual a otra. Cada uno de nosotros percibimos, pensamos, sentimos e interpretamos el mundo de una forma diferente. Y esto se debe al tipo de inteligencia predominante en cada individuo en parte. Las personas con alta inteligencia existencial no abundan en la sociedad mundana, consumista e individualista en la que estamos inmersos; sin embargo, cuentan con ciertas características dignas de mención.

La inteligencia existencial, también denominada inteligencia espiritual, filosófica o trascendental, forma parte de la teoría de las inteligencias múltiples de Howard Gardner. Según este autor, no podemos ceñirnos únicamente al cociente intelectual como medida para evaluar y comprender a un ser humano, ya que existen otras áreas de gran relevancia.

Las capacidades lingüística, musical, espacial o interpersonal (por nombrar algunas) forman parte del haber del individuo y determinan su grado de inteligencia. En un principio fueron siete las inteligencias propuestas por Gardner, aunque posteriormente consideró la inclusión de dos más, entre las que se encuentra la citada inteligencia existencial.

¿Cómo son las personas con alta inteligencia existencial?

Todos nosotros presentamos cada tipo de inteligencia en algún grado. No obstante, las personas con alta inteligencia existencial suelen caracterizarse por lo siguiente:

1. Tienen inquietud filosófica

Uno de sus rasgos más característicos es que sienten inquietud por preguntas filosóficas y trascendentales. ¿De dónde venimos?, ¿por qué estamos vivos?, ¿qué hay más allá de la muerte?

Estos planteamientos ocupan su mente gran parte del tiempo y además disfrutan de leer y aprender acerca de cuestiones teológicas, existenciales o espirituales.

Mujer pensando

2. Le gusta contemplar un panorama más amplio

Son capaces de ir más allá de los sentidos físicos para explicarse y comprender el mundo que les rodea.

Además, tienen una gran capacidad para contemplar el panorama general en cualquier situación. Por ello, son buenos consejeros, tienen habilidad para resolver problemas y hallar soluciones y suelen ser buenos líderes para las organizaciones.

3. Apuestan por valores elevados

Por lo general, se alejan de rasgos como el egoísmo o el egocentrismo, la violencia y el conflicto. Suelen ser individuos conciliadores, pacíficos, respetuosos y solidarios. 

Suelen mostrar un gran interés en la sociedad que les rodea y defienden valores universales como la bondad, el amor, la paz y la fraternidad. Aun así, pueden sentirse ajenos y extraños en su entorno.

4. Practican un estilo de vida altruista

Es común que las personas con alta inteligencia existencial muestren desinterés por ciertas prácticas sociales habituales como el consumismo y el tipo de ocio normalizado en la sociedad. Por el contrario, suelen emplear su tiempo en lograr un desarrollo integral de su ser.

Suelen ser personas muy concienciadas con el cuidado de su propio cuerpo, del medio ambiente y de los otros (realizan actos de servicio y altruismo). En última instancia, perciben unión en todo cuanto les rodea.

5. Sentido de trascendencia

Tienen una gran curiosidad y una alta capacidad de abstracción que les lleva constantemente a buscar respuestas. Son más abiertas a la diversidad y tienden a preguntarse el por qué y para qué de las cosas.

En suma, su sentido de trascendencia es elevado, y buscan colocarse a sí mismos y concebir la vida y las acciones cotidianas en el contexto de una interconexión con todo el universo.

Mujer con bola de cristal haciéndose preguntas existenciales

¿Por qué es importante fomentar la inteligencia existencial?

Se entiende que la inteligencia existencial implica el desarrollo de las anteriores de algún modo; pues el autoconocimiento, las habilidades interpersonales, el conocimiento matemático y lingüístico y el control corporal son esenciales para comprender este tipo de cuestiones abstractas y aplicar estos planteamientos.

Los niños muestran la inquietud filosófica y la curiosidad que caracteriza a este tipo de inteligencia de forma natural; sin embargo, son ignorados o silenciados más temprano que tarde. Es común también que en la adolescencia estos planteamientos vuelvan a surgir. No obstante, la sociedad no acompaña este proceso reflexivo, sino que lo opaca en favor del individualismo y la vida material.

A pesar de ello, el sentido de trascendencia es inherente al ser humano, y hacerlo a un lado puede generar amplios malestares emocionales. Por ello, es fundamental recuperar y potenciar esta valiosa inteligencia. Por ejemplo, en las escuelas es importante conectar el temario con la aplicación práctica en la vida real, animar a los alumnos a mirar un mismo problema desde diferentes ángulos y potenciar la curiosidad.

En nuestro día a día, podemos fomentar esta inteligencia mediante prácticas como la meditación, la introspección, el contacto con la naturaleza, el cuidado del bienestar físico, las artes o las conductas prosociales. Y, ante todo, si formas parte de esta categoría de personas con alta inteligencia existencial y en ocasiones te sientes diferente, valora tu singularidad y sácale provecho. Todos somos únicos.


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  • Torralba, F. (2010). Inteligencia espiritual. Plataforma.
  • Gardner, H. (2001). La inteligencia reformulada: las inteligencias múltiples en el siglo XXI. Paidos.
  • Gardner, H. (1987). La teoría de las inteligencias múltiples. Santiago de Chile: Instituto Construir.

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