Casas de apuestas: la adicción silenciosa que llena nuestros barrios

Están a pie de calle y nuestros jóvenes son sus usuarios más habituales. Las casas de juego o de apuestas son la nueva droga, un fenómeno que también tiene su sector online y donde los adolescentes, hacen también sus apuestas. ¿Qué es lo que está pasando?
Casas de apuestas: la adicción silenciosa que llena nuestros barrios
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 30 mayo, 2022

Las casas de apuestas son legales y están muy cerca de nosotros. Al lado de nuestro restaurante favorito, del supermercado al que vamos casi a diario, de esa plaza donde se reúnen los adolescentes al salir de clase… Son ese elemento más que hemos normalizado y que curiosamente se alza como el nuevo centro de ocio para la población más joven.

Los psicólogos definen estos locales como la heroína del siglo XXI. Su proliferación en los últimos años está dando paso a un fenómeno cada vez más preocupante del que no se habla lo suficiente. Y este dato ya nos lo dice todo: según la Federación Española de Jugadores Rehabilitados (FEJAR) la población con mayor tasa de adicción al juego se sitúa entre los 14 y los 21 años de edad.

En este tipo de juegos no se permiten las apuestas de menores, pero si hay algo verdaderamente fácil es apostar. Muchos recurren a amigos de mayor edad, otros en cambio, no encuentran problema alguno a la hora de entrar en estos centros.

Asimismo, están las casas de juego online, un universo sin filtros, sin barreras de protección en el que muchos niños y adolescentes se adentran de manera temprana atraídos por la temática deportiva o por lo atractivo del diseño del propio juego.

Por llamativo que nos parezca, los jóvenes son el objetivo de gran parte de estas grandes empresas de apuestas. Para ellos, es una forma de ocio y también un modo de obtener ingresos. Aunque las consecuencias son devastadoras.

Casas de apuestas online

Casas de apuestas, más allá de los bingos y máquinas tragaperras

Las casas de apuestas pueden encontrarse ya en cualquier barrio de nuestras ciudades, incluyendo las áreas socialmente vulnerables. Atraen sus coloridas fachadas y el que sean centros de reunión en los que poder beber, fumar… y hacer apuestas de pocos euros. Hasta hace poco, era muy fácil ver a chavales de instituto acudiendo a estos locales durante sus recreos.

Bien es cierto que la legislación está cambiando y se ha empezado a regular mucho más, pero a día de hoy siguen existiendo huecos, vacíos normativos que continúan sin frenar el drama. El perfil del ludópata ha cambiado en los últimos años, si no hace mucho era el de un hombre de 35 años con trabajo que se iniciaba sobre los 18 años en las máquinas tragaperras, ahora ha cambiado bastante.

Tenemos a chicos de entre 18 años o menos, de barrios obreros que se inician en las casas de apuestas y en los juegos online. Las causas por las cuales termina derivando en comportamientos de adicción al juego, responde a factores muy concretos. Son los siguientes.

Las casas de apuestas, una alternativa al ocio

La proliferación de casas de apuestas ha aumentado casi un 140 % en seis años. Llama la atención un hecho: se instalan de forma masiva en las áreas más desfavorecidas o donde la renta per cápita es más baja. La excusa que ponen es sencilla: el alquiler del local es más barato y por tanto el beneficio mayor. Si además abres muchos locales en una misma área la gente lo normaliza y no ve amenaza alguna; es como ver muchas tiendas de ropa o pizzerías.

Además, estas casas crean un efecto llamada al publicitarse como centros de ocio; uno puede acceder, tomar una copa como si fuera un bar cualquiera, ver partidos, apostar, jugar a las máquinas tragaperras, etc. Esto ha hecho que las casas de apuestas se conviertan en ese foco al cual acude la población más joven para socializar. Unos llegan por curiosidad y la mayoría llevados por otros compañeros de grupo de clase.

Los gerentes de estos locales señalan que no son más que «espacios recreativos». Sin embargo, pocos advierten el drama que se abre en cuanto uno se habitúa a pasar el tiempo allí.

La ludopatía llega sin que se den cuenta. Se trata de una forma de adicción rompe vidas y quiebra unidades familiares.

Objetivo, ganar dinero rápido

A menudo, se incita a jugar a la persona mediante el gancho de una copa gratis o unas primeras apuestas gratuitas. Otras veces, son los compañeros del grupo los que prestan dinero a los iniciados para que se introduzcan en el juego. La ventaja es que pueden apostar de manera anónima, ganar dinero rápido (en apariencia) y hacer apuestas desde un euro.

  • En los más jóvenes este tipo de conductas calan rápido y generan adicción de manera temprana: obtener una recompensa inmediata es un gran estimulante, algo que les permite  a su vez, reducir la ansiedad tan común en los adolescentes.
  • Por otro lado, hay algo evidente, la población más joven tiene una menor percepción de las conductas de riesgo. Con lo cual, jugar y apostar se convierte rápidamente en algo adictivo.
Adolescentes en una casa de apuestas

Publicidad deportiva y locales donde no hay percepción del paso del tiempo

Uno de los ganchos de las casas de apuestas son los deportes. El hecho de que buena parte de esa conducta de juego se construya alrededor de la liga de fútbol y otros deportes ha maquillado bastante esta realidad tan problemática. A ello se le suma otro dato: las campañas de publicidad son muy explícitas e invitan a iniciarse en el mundo de las apuestas como algo normal.

Los deportistas de élite son el reclamo perfecto y tradicional de este tipo de campañas. Los niños, adolescentes y cualquier otra persona ve a diario estos anuncios y lo normalizan. Por otro lado, si bien es cierto que los juegos online han aumentado muchísimo en los últimos años, donde más se ve los efectos de la ludopatía es a raíz de acudir a las casas de apuestas.

No podemos olvidar que estos centros están orientados únicamente a que el cliente no deje de consumir y a dejarse el dinero en las máquinas o las apuestas. En estas casas además, no hay ventanas, no hay relojes ni rincones por donde entre la luz. El objetivo es simple, que los clientes pierdan la noción del tiempo.

Ludópatas cada vez más jóvenes

Lo señalábamos al inicio, la ludopatía aparece ya entre la población más joven, a menudo hasta en los menores de edad. La gran mayoría de ellos llegan a terapia no porque sean conscientes de que tienen un problema: lo hacen presionados por la familia.

También nos encontramos con universitarios envueltos en serios problemas económicos, en chicos que empezaron apostando a los 14 o 15 online usando la identidad de los padres.

No cabe olvidar que el juego está hecho para crear adicción. Ese es el auténtico fin. Las casas de apuestas no son centros recreativos donde socializar o tomar unas copas. Son locales donde crear adictos en masa y solo la concienciación y una regulación más dura puede resolver los dramas invisibles que acontecen en nuestra sociedad. Tengámoslo muy presente.


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  • American Psychiatric Association (2013). Diagnostic and statistical manual of mental disorders (5th ed.). Arlington, VA: American Psychiatric Publishing.
  • Ochoa, E. y Labrador, F.J. (1994). Juego patológico. Barcelona: Plaza y Janés.

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