Cómo lidiar con una persona que se enfada por todo

Si tienes un amigo o familiar que siempre parece estar a la defensiva, respira profundo y llénate de serenidad. Entender qué hay detrás de su actitud te ayudará a poner límites sanos sin descuidar el vínculo.
Cómo lidiar con una persona que se enfada por todo
Macarena Liliana Nuñez

Revisado y aprobado por la psicóloga Macarena Liliana Nuñez.

Última actualización: 23 abril, 2025

Hay quienes parecen vivir bajo una nube de irritabilidad. Reaccionan con enojo ante pequeños problemas, elevan el tono por detalles mínimos o convierten cualquier conversación en una pelea emocional. No es fácil saber cómo actuar con una persona que se enfada por todo, pero existen maneras de comunicarte sin caer en el conflicto.

¿A quién no le ha pasado? Te encuentras con ese amigo que no veías hace tiempo y ¡boom!, explota porque llegaste cinco minutos tarde o porque le dijiste «hola» en el tono equivocado. Aunque la primera reacción puede ser dejarte llevar por el mal humor o querer salir corriendo, manejar la situación con serenidad y empatía te ayudará a proteger tu bienestar emocional.

1. Comprende que el enojo no es contigo

Las personas irritables suelen lidiar con frustraciones internas que las llevan a tener altos niveles de estrés. Esto las conduce a actuar de modo impulsivo ante ciertos estímulos mínimos, incluso cuando no tienen nada que ver contigo.

Acorde con un estudio de Current Opinion in Psychology, quienes se enojan con facilidad tienden a reaccionar con más ira, ya que suelen interpretar el comportamiento de los demás como una amenaza, aunque no lo sea. Además, son individuos que les cuesta controlar sus pensamientos negativos y actúan de manera hostil ante situaciones que no lo ameritan.

Por ende, es importante no tomarte los comentarios llenos de rabia de forma personal. Esto no significa justificar malos comportamientos, sino reconocer que hay cosas que no puedes controlar. Tener una mirada más comprensiva y responder con serenidad evita entrar en discusiones sin importancia.

2. Mantén la calma y no respondas con más rabia

Cuando un amigo, familiar o alguien que acabas de conocer se molesta de la nada, es fácil seguir la misma dinámica y responder con rabia, sarcasmo o una actitud defensiva. Sin embargo, según los expertos, esto solo empeora la situación y puede hacer que la persona neurótica se cargue de ira y se altere aún más.

Es válido que sientas molestia o frustración ante alguien que, sin razón, drena su disgusto contigo, pero recuerda que mantener la calma no significa justificar su comportamiento, sino proteger tu bienestar emocional. En caso de no saber cómo controlar a una persona enojada, empieza por manejar tus propias emociones.

En lugar de contestar a un comentario lleno de rabia con otro peor, intenta respirar profundo, hacer una pausa antes de responder y mantener un tono de voz normal. Esto también le hará ver a quien está molesto que no te dispones a entrar en su juego.


3. Establece límites claros y respetuosos

Nadie tiene por qué tolerar palabras saturadas de ira, por el simple hecho de estimar a quien las dice. En estos casos, para actuar frente a quien se enfada por todo, es necesario establecer límites desde el respeto, de modo que la conversación no se convierta en un campo de batalla. No es necesario ser agresivo o levantar la voz, si no sabes qué decirle a una persona enojada, lo mejor es utilizar frases como las siguientes:

  • «Prefiero hablar cuando estés más tranquilo».
  • «Si estás enojado es mejor que hablemos otro día».
  • «Podemos hablar, pero necesito que me trates con respeto».
  • «Entiendo tu molestia, pero no voy a tolerar que me hables así».
  • «No siento comodidad con tu tono de voz. Hablemos después».

Una investigación de la International Journal of Conflict Management resaltó que cuando alguien expresa enfado hacia nosotros, mantenernos firmes y establecer límites con calma y seguridad es mucho más efectivo que responder con evasión o agresividad. Esto ayuda a reducir el miedo o la ira, y mejora la capacidad de afrontar los conflictos de forma constructiva.

4. Elige el momento adecuado para hablar de temas delicados

Si sabes que tu papá suele reaccionar con enojo al llegar del trabajo, espera a que esté más tranquilo para tener una conversación importante. Tratar temas difíciles cuando la otra persona ya está alterada o estresada solo le echa más leña al fuego y reduce las posibilidades de un diálogo profundo y respetuoso.

Lo mejor es elegir un momento en que ambos estén calmados y sin prisa, para que puedan escucharse mutuamente, con más empatía y comprensión. Si no sabes cuándo hacerlo, puedes decir algo como «quisiera hablarte de algo importante, ¿te parece si lo hacemos más tarde cuando estés más relajado?».

5. No justifiques actitudes agresivas

Hay una delgada línea entre ser empático con una persona enojada y convertirte en su saco de boxeo. Escuchar con calma no significa justificar los malos tratos. Porque puedes entender desde la empatía que alguien está pasando por un mal momento y siente estrés, pero eso no significa que debas permitir gritos, sarcasmos o comentarios hirientes.

Si la persona que está enojada descarga toda su ira en ti, respira profundo y mirándola a los ojos, dile: «Sé que estás enojado, pero me gustaría que lo habláramos con calma». Esta simple frase permite validar la emoción sin ceder ante el maltrato. Porque sí, todos tenemos días difíciles, pero eso no nos da el derecho de desquitarnos con los demás.

6. Hazle ver a la otra persona su reacción

En algunos momentos, nos encontramos personas que se enojan por todo y no se dan cuenta de cómo su comportamiento afecta a los demás. Y aunque podrías responder a sus comentarios con un «¡ya basta, estás insoportable!», es más efectivo decir algo como: «¿Te has dado cuenta de que últimamente te enojas con facilidad?».

Al invitarle a reflexionar sobre sus actitudes, en lugar de lanzar reproches, le das la oportunidad para que mire hacia adentro sin sentirse atacado. Es posible que esa pregunta inocente haga que analice su comportamiento sin ponerse a la defensiva. Muchas veces, el enojo nubla la razón y necesitamos de alguien que nos ayude a ver con claridad.

7. Cuida tu bienestar emocional

Por más cariño y aprecio que sientas hacia una persona, aguantar su constante estado de enojo resulta muy agotador y doloroso. Y, aunque quieras estar ahí para ella, también tienes que estar para ti. Mantener la distancia por un tiempo, expresar cómo te sientes e incluso buscar apoyo terapéutico no es egoísmo: son actos de autocuidado.

Y si notas que el malestar de tu amigo o familiar va más allá de un mal día, puedes animarlo a considerar ayuda profesional. Eso sí, procura que suene como una preocupación genuina en lugar de un juicio. Podrías expresar: «No estás solo, y hablar con alguien sobre cómo te sientes podría ayudarte».

Recuerda que no podemos cambiar a los demás, pero sí podemos acompañarlos a mejorar sus actitudes; siempre y cuando no pongamos en juego nuestro propio bienestar.


Ante alguien que se enfada por todo, prioriza tu paz interior

Es importante tener en cuenta las circunstancias específicas de cada situación en la que se manifiesta la rabia y considerar las individualidades de las personas involucradas. Todos pasamos por días en donde el enojo y el estrés hacen que nos comportemos de manera inadecuada. Pero cuando alguien cercano siempre está a la defensiva, lo más valiente no es guardar silencio, sino aprender a cuidar nuestra paz interior.

Entonces, para actuar ante una persona que se enfada por todo, lo crucial es conservar la calma, poner límites con cariño y no gastar tu energía intentando apagar fuegos ajenos.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.



Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.